Worldless es una aventura cósmica en la que la exploración al estilo metroidvania y sobre todo los combates son el centro de su universo.

En su libro “La conexión cósmica”, el maestro y divulgador Carl Sagan nos explicó que los seres humanos estamos hechos de una materia extraordinaria: polvo de estrellas. En nuestro ADN se halla la misma fibra con la que se bordan esas estrellas y nebulosas que cada noche nos inspiran desde el infinito.

Estas palabras retumbarán en tu cabeza, o al menos en la mía, a cada paso que demos en Worldless.  Y es que este título, el primero de Noname Studio, un desarrollador indie con sede en Barcelona, es una historia donde las estrellas, las constelaciones y la dualidad oscuridad y luz se funden.

Costelaciones y Estrellas.

Para empezar Worldless nos cuenta una historia bastante opaca y muy etérea donde nos cuesta bastante seguir el hilo de lo que ocurre. Argumentalmente está abierto a muchas interpretaciones dada su parquedad en este aspecto.  Después de muchas horas esta claro, al menos para mí, que la dualidad luz y oscuridad del cosmos es el eje central de la trama.  Ambos no pueden existir el uno sin el otro y esto se reafirma en que juntos son más poderosos.

Sin entrar en spoilers, Worldless nos da la posibilidad de manejar a una especia de ser estelar, creado de estrellas que conforman su cuerpo. Nuestro protagonista, es por tanto un ser de luz, que cuenta con habilidades únicas para el combate y la exploración.

Sin embargo, como hemos adelantado, en algún punto de la historia no solo seremos un ser de luz, si no que nuestra némesis, la oscuridad, también tendrá su parte de protagonismo para afrontar las dificultades que el juego nos presenta.

Jugabilidad dual, como el mismo Yin-yang.

En Worldless nos moveremos por escenarios 2D plataformeros, con un claro estilo metroidvania, donde la exploración y el backtracking son fundamentales. Por momentos el juego mezcla otros elementos de los que hablaremos más adelantes como son el combate.

Si nos centramos en la parte metroidvania es totalmente inmersiva. La necesidad de usar diferentes habilidades para avanzar por el escenario lo hace muy ameno. Tendremos saltos potenciados, saltos dobles, y sprints que nos ayudaran a sortear dificultades. El movimiento del personaje es bastante fluido y salvo en los saltos potenciados, el control es perfecto.

Mecánicas muy variadas.

Pero la jugabilidad de Worldless esconde otra mecánica que no es anecdótica si no todo lo contrario. Tiene tanto protagonismo como la parte metroidvania. Y es que Wordless cuenta con un sistema de combate muy trabajado. A lo largo del mapa encontraremos diferentes mini jefes a los que enfrentarnos. Para eliminarlos deberemos hacer uso de varias habilidades que podemos desbloquear en un árbol de talentos.

Tendremos a nuestra disposición varios tipos de ataques: cuerpo a cuerpo, ataques a distancia con arco o ataques mágicos a distancia. Cada enemigo tiene una debilidad a uno de los ataques y por lo tanto si lo atacamos con este, podremos “hacerlo colapsar” para, en vez de matarlo, robarle su “alma” y usarlo como punto de talento en el árbol de habilidades.

Ataque y defensa.

Por tanto el combate se convierte en algo muy técnico, donde no solo buscaremos eliminar al enemigo, sino trataremos de hacerlo vulnerable para poder robarle el alma, algo que es mucho más difícil que simplemente matarlo.

El sistema de enfrentamientos esta equilibrado, se trata de un combate por turnos donde tendremos, además de la fase de ataque, una fase de defensa donde deberemos jugar bien con los bloqueos o parrys para no morir antes de tiempo. Todas estas variantes de combate hacen muy interesantes los encuentros con enemigos en Wordless.


Minimalismo extremo.

Si nos centramos en el apartado visual y sonoro Worldless destaca por su minimalismo extremo. Ejemplo de esto tenemos el diseño de nuestro personaje que es meramente esquemático, así como el de todos los enemigos y jefes. Esto se traslada también a sus escenarios, entornos 2d donde el minimalismo cobra importancia máxima. Eso no quita que estén llenos de color y personalidad. Tendremos zonas cerradas oscuras, otras abiertas y coloridas, habrá lluvia y agua, flores creciendo y muchos detalles todos ellos, esbozados con trazos simples, modestos e incluso insignificantes.

Todos estos detalles increíbles continúan cuando abrimos el mapa. Este representa cada zona donde estemos y nace de nuestra cabeza a modo de constelación continuando con la estética tan sencilla, pero a la vez inmersiva del juego. Todos los niveles de Worldless tienen una estructura de constelación lo que hace que, a pesar de manejar un personaje algo humanoide, no olvidemos nuestra esencia estelar.

Conclusión.

Worldless es un metroidvania muy bueno con un estilo minimalista muy rico y logrado. Sus mecánicas de juego, con partes que nos brindan combates por turnos muy trabajados o exploración plataformera perfecta, hacen que tengamos una experiencia doble en cuanto a jugabilidad.

Los escenarios, a pesar de su sencilles, son bonitos e idílicos, sin perder de vista su concepto etéreo y cósmico. Sin embargo, es cierto que su minimalismo en cuanto a historia y contexto, junto a un argumento bastante opaco y tan abierto a interpretaciones hace que no enganches lo suficiente con el título.

En mi caso me ha costado mantenerme jugando por que no encontraba la motivación o impulso a seguir avanzando por esta falta de conexión con el jugador. A pesar de esto, Worldless, es uno de esos títulos que llegan sin hacer ruido, pero que traen una propuesta buena, interesante, bien ejecutada y que no te hará ver las estrellas, pero sí disfrutarlas.

Wordless

19,99€
8.2

Nota

8.2/10

Pros

  • Diseño de niveles muy bueno
  • Jugabilidad trabajado y pulida
  • Diseño artístico muy cuidado

Cons

  • Historia demasiado ambigua que no engancha al jugador
  • La música es meramente anecdótica
  • Apartado sonoro podría ser mejor

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