Towa and the Guardians of the Sacred Tree – La nueva apuesta de Brownies Inc. bajo el sello de Bandai Namco

En Towa and the Guardians of the Sacred Tree, Brownies Games y Bandai Namco apuestan por una fusión valiente: un roguelite de acción con estética anime, narrativa emocional y mecánicas de progresión que buscan distinguirse de sus referentes. A primera vista, inevitablemente, su inspiración nos recuerda a Hades por su ciclo de combate, mejoras e historia, pero Towa busca ampliar ese modelo imprimiendo su propia personalidad.

Una historia entre lo místico, lo sagrado y un desmadre de las leyes del tiempo y el destino

El mundo de Towa se despliega con elegancia: un reino antiguo tambaleado por una fuerza oscura llamada Magatsu. Towa, sacerdotisa del árbol sagrado representa terrenal de la deidad de su mundo, debe guiar a los guardianes, los“hijos de la oración”, para purificar tierras y restaurar el equilibrio librándolas del letal miasma desplegado por Magatsu y que transforma a los seres vivos en demonios Magaoris .

Hasta aquí, un plan sin fisuras, pero todo se irá pronto al traste. Porque, para colmo de males, la bendición divina que permite a los guerreros eludir el paso del tiempo y la muerte, empieza a cobrarse sus deudas en forma de extrañas consecuencias al alterar las líneas temporales.

En Towa and the Guardians of the Sacred Tree podremos elegir dos modos de dificultad: modo normal y modo historia.

Lo interesante es cómo la narrativa se entreteje con el aspecto jugable: tras cada incursión obtenemos fragmentos narrativos, desbloqueos para la aldea Shinju (nuestra base de operaciones) y nuevas interacciones con personajes secundarios. Tendremos la oportunidad de conocer a los habitantes de la villa y a nuestros propios guardianes. Esto, suaviza la repetición típica del género, y se agradece el esfuerzo de querer añadir una motivación más allá del simple progreso mecánico. Sin embargo, acaba perdiendo fuerza pronto.

El tono dramático anime tiene clichés inevitables: diálogos emotivos, sacrificios obligados, personajes estereotipados. Pese a todo, llega a funcionar, especialmente cuando se refuerza con momentos íntimos en la aldea que conectan emocionalmente, pero siempre tendrás la sensación de que le falta algún ingrediente, que se salga de la tónica general que acabe por dar más empaque a la receta.

Tendrás que alternar entre tus dos espadas en combate, cada uno con un ataque diferente.

Jugabilidad: luchar y morir juntos.

El eje jugable de Towa es su sistema de dualidad de personajes: durante las incursiones, controlamos a un Tsurugi (guerrero cuerpo a cuerpo vanguaradia) y un Kagura (mago de apoyo) al mismo tiempo.En cada run, uno puede actuar como soporte, probando diferentes combinaciones. Pero, hay una peculiaridad mecánica de sacrificio: al final de cada fase, la trama nos hará la puñeta sentimental y uno de los Guardianes será sacrificado, lo que obliga a sustituirlo y cambiar así las dinámicas de equipo.

Los escenarios en Towa and the Guardians of the Sacred Tree son especialmente bonitos y detallados sin necesidad de ser un portento técnico.

Este sistema dual obliga a equilibrar ofensiva y defensa, y genera tensión: el Kagura queda más expuesto si no lo posicionamos bien. Se busca así dotar la experiencia de un tono diferenciador con otras propuestas. Lo cierto, es que funciona, y resulta interesante, sobre todo al apoyar el tándem elegido en la propia progresión de personajes.

Acción rapida con tintes JRPG

El combate, en esencia, sigue una fórmula que nos recuerda mucho a Hades. Acción rapida en perspectiva aérea isométrica para limpiar salas con enemigos, elegir mejoras conocidas como “gracias” o bendiciones, avanzar y repetir. Pero Towa añade más capas: forja de espadas a través de minijuegos, donde elegimos diseño, atributos, durabilidad y modificación de armas.

En Towa contamos con un minijuego bastante completo para diseñar y creE nuestras propias armas que después podremos equipar en combate.

También, hay mejoras fuera de las incursiones que influyen en el poder global del equipo, lo que ayuda a que cada avance aunque mueras se sienta algo mas útil. Al final, su genero, e incluso diseño, acaban impregnándose de cierto tufillo jrpg interesante.

Los nueve hijos de la oración

Cada Guardián tiene estilo propio con habilidades únicas: algunos se centran en cargas, otros en daño sostenido, otros en hechizos y ataques a distancia. Pese a la variedad, falta algo de punch en los personajes, quizás algo más de profundidad en este sistema o posibilidad de dotarlos de más variedad. También, creo que quizás el propio control de los mismos es poco intuitivo y requerirá cierta adaptación del jugador a sus controles en los primeros compases.

Lo cierto, es que las mejoras a obtener tampoco ayudan en lo que debería ser uno de sus puntos fuertes, ya que, a menudo, estas se basan mayormente en simple aumento de estadísticas con poco calado en la jugabilidad.

Podras manejar al otro personaje con el Joystick derecho, lo cual es útil para tratar de esquivar ataques enemigos y centrar la acción.

La “recuperación permanente” de mazmorras es otro guiño notable: una vez purificas una zona derrotando su jefe, no tendrás que repetirla, reduciendo algo la repetición pura. Un punto positivo en su afán de no saturar en demasía al jugador y crear una sensación más notable de avance.

Apartado técnico: un mundo de color y detalles

Towa brilla visualmente con su estilo anime: escenarios vibrantes, detalles florales, templos y naturaleza que justifican el tono místico. Aunque no es un portento técnico, cumple con su cometido. Llena el ojo del jugador, y cuenta con la suficiente variedad de escenarios para no resultar monótono. Los enemigos y jefes muestran diseños interesantes, pero si nos gustaría mas variedad en este sentido.

Desde el punto de vista de rendimiento, todo va como un reloj, sin caídas graficas. Algunas zonas densas pueden generar cierta confusión visual sobre el origen del daño, lo que puede resultar en alguna maldición del jugador al no saber de donde vino ese ataque que frustro su partida, pero nada grave ciertamente. En la aldea Shinju, el hub narrativo se ve bonito y funcional: la progresión, los npcs, el dojo y la herrería tienen su encanto, aunque podrían beneficiarse de más animaciones o interacción para hacer ese espacio aún más vivo.

En el aspecto sonoro el titulo cumple sin mas. Buenas melodías ambientales sin destacar y efectos sonoros correctos que contribuyen a la ambientación e inmersión del jugador. Voces en ingles y japones (con una muy destacada la interpretación), y textos en castellano terminan de completar nuestras alegaciones en la parcela sonora.

Conclusión

Towa and the Guardians of the Sacred Tree funciona mejor cuando nos dejamos atrapar por su narrativa y su mundo . Sus mecánicas no siempre sorprenden, pero logran hacer que muchas runs importen, gracias a su progresión permanente, su sistema de sacrificios y la conexión emocional con los personajes.

Si buscas un roguelite puro centrado en combate brutal, puede dejarte con ganas. Si aceptas su híbrido acción-historia, encontrarás un título con personalidad, corazón y matices, que podría haber sido mas si hubiese llegado mas lejos en sus propuestas.

.

Towa and the Guardians of the Sacred Tree

29.99 euros
8

Valoración

8.0/10

Pros

  • 9 personajes distintos y un sistema dual de personajes que genera tensión y variantes jugables.
  • Una bonita estética anime, madura y detallada.
  • Su trama y personajes enganchan
  • El diseño artistico de sus mapas entra por los ojos
  • La aldea con sus tramas secundarias y minijuegos como la forja o el dojo

Cons

  • Falta profundidad en sus sistema de combate que acaba resultando algo simple
  • Echamos de menos mas variedad de enemigos y jefes
  • Los cliches en su dialogos y personajes a veces te sacaran de su estupenda ambientación.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.