Robert A. Heinlein estaría orgulloso… o preocupado. Helldivers 2 es básicamente Starship Troopers hecho videojuego: soldados que parecen voluntarios, más desechables que las balas, enemigos que no paran de salir de agujeros, y un patriotismo tan desmedido que da risa antes que respeto. ¿Lo mejor? Que es divertidísimo morir por la SuperTierra.
Cuando se habla de experiencias cooperativas que logran mezclar acción frenética, humor ácido y un enfoque claramente comunitario, Helldivers 2 sigue siendo un referente. Su llegada a Xbox Series X, sin embargo, ha dejado una impresión ambivalente: un título que brilla con fuerza en su jugabilidad, pero que tropieza en aspectos como el apartado gráfico o la construcción de su universo narrativo. Este análisis busca desgranar tanto sus puntos más fuertes como sus flaquezas, entendiendo por qué este título ha conseguido mantener una base de jugadores fiel a pesar de no ser perfecto.

Un humor afilado y cargado de sátira
Desde el primer momento, Helldivers 2 deja claro que no se toma a sí mismo demasiado en serio. La presentación del juego, los mensajes propagandísticos y hasta la misma premisa de servir a la “SuperTierra” tienen un tono claramente paródico. Se inspira en la sátira militarista de películas como Starship Troopers, donde el patriotismo exagerado y el sacrificio por la causa se convierten en materia de comedia negra.
Cada misión está revestida de este humor agudo: la manera en que los soldados son casi prescindibles, la crudeza de los menús de selección, los logros y hasta los textos de los tutoriales, todo apunta a resaltar el sinsentido de una guerra “por la libertad” que se libra exterminando a razas alienígenas enteras. Este tono, lejos de volverse repetitivo, genera una capa potente que hace que incluso las derrotas más dolorosas puedan tomarse con una sonrisa.

Multijugador: la joya de la corona
Si hay un apartado donde Helldivers 2 brilla con luz propia, es en su multijugador cooperativo. La experiencia se entiende y disfruta mejor en compañía, ya que todo en el diseño está pensado para fomentar la colaboración entre jugadores.
No existe un modo PvP: Helldivers 2 es pura cooperación contra enemigos controlados por la IA. Esto convierte cada partida en un ejercicio de coordinación, comunicación y apoyo mutuo. Los accidentes entre compañeros —disparos perdidos, granadas mal lanzadas, aplastamientos por cápsulas de refuerzo— son frecuentes, pero lejos de frustrar, refuerzan ese toque caótico que genera anécdotas memorables.

Además, el sistema de “estratagemas” (habilidades y equipamiento que se reclaman mediante combinaciones de botones) obliga a coordinar roles: uno pide un ataque aéreo, otro despliega torretas defensivas, otro llama a un vehículo blindado, y nadie dispara mientras morimos ante hordas de enemigos: caótico, pero poético y maravilloso. Esta sinergia convierte incluso las misiones más simples en un espectáculo de colaboración constante. El resultado: partidas intensas, cambiantes y siempre frescas, gracias a la imprevisibilidad tanto de los enemigos como de los propios compañeros de equipo.
Dinamismo en biomas y mecánicas
Una de las fortalezas del juego es su capacidad de variar constantemente la experiencia. Cada misión tiene lugar en un bioma diferente: desiertos áridos, selvas densas, planetas helados o superficies volcánicas. Estos entornos no son meros cambios estéticos, ya que influyen directamente en la jugabilidad: la visibilidad, la movilidad y hasta el tipo de enemigos presentes se ven afectados por el terreno.
Del mismo modo, las mecánicas dentro de cada partida varían según los objetivos. No se trata solo de eliminar enemigos: hay que recuperar cajas negras, activar terminales, defender posiciones o escoltar objetivos. Esa diversidad, combinada con la constante amenaza de oleadas enemigas, mantiene el ritmo de juego siempre intenso y evita la monotonía. El dinamismo es tal que no hay dos partidas iguales. Cada despliegue es una historia distinta, con momentos de caos absoluto y de heroísmo inesperado.

Cooperación sobre la competencia
Uno de los rasgos más distintivos de Helldivers 2 es su apuesta decidida por lo cooperativo. En un mercado saturado de títulos competitivos PvP, este juego se siente refrescante al centrarse exclusivamente en el PvE. El hecho de que todo gire en torno al trabajo en equipo genera un sentimiento de comunidad más fuerte.
Incluso a nivel macro, el juego tiene una campaña galáctica compartida: los logros de los jugadores alrededor del mundo contribuyen a una especie de guerra global contra las facciones alienígenas. Esa sensación de “estar en algo más grande” es un acierto que refuerza el espíritu cooperativo.

Sistema de progresión y pases de temporada
En su versión para Xbox Series X, Helldivers 2 incorpora un sistema de progresión basado en pases de temporada. Estos pases funcionan de manera similar a los de otros juegos multijugador modernos: ofrecen recompensas cosméticas, armas nuevas y equipamiento especial conforme se avanza en niveles.
El juego utiliza dos tipos de monedas principales:
- Créditos de juego, que se obtienen simplemente jugando y completando misiones.
- Moneda premium, que puede adquirirse con dinero real y permite acelerar el progreso en los pases de temporada o desbloquear contenido directamente.
En términos de micropagos, Helldivers 2 no cae en el terreno de lo abusivo. La monetización está ahí, sí, pero no resulta intrusiva. Los objetos más relevantes para la jugabilidad, como armas o estratagemas, también pueden conseguirse con dedicación, sin necesidad de pasar por caja. Donde los micropagos tienen más peso es en aspectos cosméticos, lo que deja a los jugadores la libertad de decidir si invertir o no sin sentir que están en desventaja.

Un apartado gráfico decepcionante, pero con físicas notables
En Xbox Series X, el juego no alcanza el nivel gráfico que cabría esperar. Los modelos son simples, las texturas planas y la distancia de detalle deja que desear. En comparación con otros títulos de la generación, Helldivers 2 se siente desfasado visualmente.
Sin embargo, las físicas y los efectos de las explosiones están muy bien logrados. Las detonaciones tienen peso, la destrucción de los enemigos es satisfactoria y el caos visual durante los combates transmite intensidad. En este sentido, el juego compensa en parte sus carencias gráficas con un diseño de efectos que realmente impacta en la jugabilidad.

El talón de Aquiles: el lore
El universo de Helldivers 2 tiene potencial: facciones alienígenas con culturas propias, la mística de la “SuperTierra” y la narrativa de guerra intergaláctica. No obstante, todo esto queda en un segundo plano, apenas esbozado en textos y descripciones.
Para los jugadores que buscan una narrativa profunda, personajes memorables o un trasfondo rico, el título puede resultar decepcionante. El lore existe, pero no está desarrollado de manera que enganche. Aquí se siente una oportunidad perdida, sobre todo porque el tono satírico habría permitido expandir esta faceta con mayor riqueza.

Jugabilidad y sonido: los pilares de la experiencia
Donde Helldivers 2 realmente gana la partida es en su jugabilidad pura. El control y el “gunplay” es preciso, la acción es constante y el equilibrio entre caos y estrategia está medido al milímetro. Pocas veces se consigue una experiencia tan intensa y divertida al jugar con amigos. La diversidad de armas, equipamiento y estratagemas hace que cada soldado sea único y aporte de una manera totalmente diferente. Ninguna combinación es mala, si la sabes usar.
El apartado sonoro también merece mención especial. Las armas suenan contundentes, las explosiones retumban con fuerza y la música acompaña con un tono épico y militarista que refuerza la atmósfera. El sonido no solo adorna: en muchas ocasiones es clave para detectar amenazas cercanas o para reaccionar a tiempo a la llegada de enemigos.

Conclusión
Helldivers 2 en Xbox Series X es un título con luces y sombras. A nivel gráfico no está a la altura de la consola, y su lore desaprovechado limita el atractivo para quienes buscan narrativas algo más complejas. Sin embargo, sus virtudes son tan sólidas que compensan esas carencias: un humor afilado, una jugabilidad cooperativa de altísima calidad, la variedad de biomas y objetivos, y un diseño sonoro notable.
No es un juego para todos los públicos, pero para quienes disfrutan de experiencias cooperativas cargadas de acción, caos y risas, Helldivers 2 se convierte en una propuesta casi imprescindible. Su enfoque multijugador sigue siendo de los mejores de todo el universo “videojueguil” y lo transporta al podio de los juegos mas divertidos de su género.
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