La franquicia de Disney vuelve a renacer con mucha historia, el disco y la moto pero no cómo lo recordábamos.
La franquicia de Disney Tron se ha intentado reflotar varias veces. Desde su estreno en 1982 han habido comics, series y sobre todo y como no podía ser de otra manera videojuegos. Un mundo creado a partir de los protocolos informáticos debía crecer por este medio. Las carreras de motos y esa mezcla de pong y squash que se jugaba con el disco de cada programa son legendarios. Pero la “saga”, seamos sinceros, no ha sido nunca nada enorme y su lore no se ha quedado en el subconsciente colectivo tanto como su estética.
El glitch que ayuda.
Tron: Catalyst pretende ampliar ese acervo sin continuar la historia principal. Exo es la protagonista, un programa de reparto que, por dudoso azar, sufre la explosión de uno de sus paquetes. Encerrada en una cárcel acusada de terrorismo y en el que los prisioneros son tratados como gladiadores (como en la película), descubre que la bomba ha creado un glitch en ella que la hace poder volver a comienzo del bucle (cada capítulo del juego) con todo lo aprendido y objetos que se ha encontrado por el camino.

Exo se moverá por diferentes escenarios conociendo a miembros de diferentes facciones que luchan contra Control (El gobierno de mano dura)y tratará de entender cómo puede utilizar sus recién adquiridas habilidades para poder ser la chispa que prenda la mecha de la revolución.
Programa base.
Realmente Tron: Catalyst tiene una trama y un lore complejos y atrayentes pero el juego se pierde siendo una experiencia genérica más. Desde un primer momento se presenta como un juego de acción en perspectiva isométrica, pero la lucha que plantea no es dinámica y variada que es, en el modo normal, bastante fácil. El disco es tu arma principal tanto cuerpo a cuerpo como distancia, los limitados movimientos se amplían levemente con un pequeño árbol de habilidades, que puede crear luchas atractivas, pero los movimientos lentos y torpes deslucen la acción.

Si el combate, la base del juego no resulta estimulante, ¿qué puede serlo? Tal vez en podernos desplazar con las míticas motos cuando hay grandes espacios que recorrer. Es divertido cuando hay que accionar las estelas para destruir a los perseguidores pero no hay sensación de velocidad y el manejo no es gustoso, siendo bastante limitado pareciendo que va sobre raíles.

Nada intuitivo.
Quiero entender que un juego de Disney de este tipo intenta acercar a una franquicia antigua a una nueva generación de jugadores no tan experimentados. Puedo llegar a pensar que una persona no acostumbrada a los videojuegos considere estos ritmos correctos y divertidos. Pero la lectura del juego es complicada. No sólo la historia, con un códice lleno de entradas con unas turras importantes rellenando espacios que el juego no puede contar a través de sí mismo. El interfaz, los cuadros de diálogo, las misiones, hasta la propia vida (que hay de sobra desde el principio y se muere poco se muere poco) son difíciles de asimilar a simple vista y es un error de diseño del juego que tiene que ver con la estética de la saga.

Todas las capas se superponen. Desde la primera película todo era oscuro con neón blanco o azul, resultaba igual. En Tron: Catalyst las cajas de información, la salud, las elecciones de diálogo, no resalta. Lo único que varía son los colores de las tres facciones diferentes para diferenciarlas un poquito, porque los diseños también son parecidos. Es tan confuso que el juego desde el primer momento tiene el objetivo señalado en pantalla para que no te pierdas por los pasillos y calles iguales.

Te lleva de la manita con información siempre en pantalla, como las misiones activas en una caja de información ensuciando permanente la pantalla y que no he conseguido quitar. Esta decisión hace te muevas como un autómata yendo de un lado a otro sin pensar mucho, justo contra lo que se lucha en el juego. Y aunque la temática de viajes dentro del bucle llama la atención y tiene un girito (demasiado tarde en la historia), no se explota nada en la primera mitad del juego, siendo en la segunda mitad una suerte de viaje rápido y nada más.
Conclusiones.
Tron: Catalyst puede ser una puerta de entrada a neófitos de este tipo de juegos. La historia resulta entretenida pero te exige estar muy atento porque parece que no hay muchas ganas de contarla. No hay ni cinemáticas, ni siquiera animaciones in game para amenizar el texto, todo es a base de imágenes estáticas, sin ningún dinamismo.
Como juego es genérico, no aporta nada nuevo y es consciente de sus carencias. El hecho de que te diga en todo momento hacia donde tienes que ir demuestra este punto. La parte de acción sin ser injugable es bastante lenta y poco emocionante para alguien experimentado.
Sin que Tron sea una gran franquicia, es desalentador que se desaproveche una marca con juegos que parecen meros encargos hechos sin ganas. La historia no está mal, pero el juego no lo acompaña. No deja de ser un ir de aquí para allá enfrentándome a los enemigos sin alma, como cualquier programa de ordenador.
