Conviértete en el chico salvador del mundo gracias a la inestimable ayuda de las criaturas que habitan en Adore
¡Hazte con todos! Es un lema que nos ha acompañado prácticamente toda nuestra vida y que inevitablemente asociamos a Pokémon. Pero lo cierto es que a raíz de la archiconocida saga, hemos tenido muchos títulos de corte similar donde también se instaba a al recolección. En ocasiones por gusto personal de tener el bestiario al 100%, y en otras por ese deseo de tener el mejor equipo posible. Adore coge ambas esencias, y como veremos en el siguiente análisis, cabe captar muy bien la esencia de capturador de animales con los combates en tiempo real.

La chispa de un Dios
Adore es un título desarrollado por QUbyte Interactive y Cadabra Games que mezcla de manera muy inteligente varios géneros. Podríamos catalogar a este juego como una propuesta de acción en tiempo real donde invocaremos a ciertas criaturas para que luchen a nuestro lado. Cada una de estos seres tendrá sus pros y contras, por lo que tendremos que formar un equipo de lo más variado y equilibrado. Y claro, esto se consigue a base de paciencia, tesón y buscando por el mapeado aquellas bestias que encajan con nuestro estilo de combate.
Nosotros controlaremos a Lukah, un niño que ha sido elegido por el dios Draknar para luchar contra Ixer, otra deidad que sólo quiere el mal para el reino de Gaterdrik. Y aunque los habitantes de esta región no se creen nuestra bendición y nuestras capacidades sobrenaturales, a base de misiones, trabajos y favores que haremos por aquí y por allá, iremos ganando credibilidad.

Diablo con fauna
Jugar a Adore es muy fácil. Cada botón del mando estará asignado a uno de los animales que capturemos previamente. Tendremos cinco tipos de criaturas: arcano, bestia, dragón, naturaleza y místico. En total, 39 especies distintas, cada una con su patrón de ataque único y sus cualidades dependiendo de la clase a la que pertenezcan. Aunque empezaremos capturando la mayoría, pocoa poco forjaremos un equipo equilibrado que pueda vencer a todo tipo de enemigo.
Por poner un ejemplo, siempre es bueno que haya un tanque que irrumpa con un ataque físico, otro animal que realice ataques desde el aire o a distancia, un tercero al que le hayamos asignado alguna habilidad de curación y un cuarto que haga las veces de apoyo, ya sea congelando al rival o envenenándolo. Hay miles de combinaciones, y aunque algunas criaturas son más fuertes que otras, al final es nuestra decisión encontrar el cuarteto perfecto.
Al final, sin darte cuenta, estarás en todo momento marcándote unos objetivos más allá de las misiones principales. Al principio habrá que encontrar semillas de Gaterdrik para capturar a las bestias salvajes. Ya una vez en nuestro equipo, podemos mejorarlas a través de sinergias, las cuales les dotarán de más poder y facetas. Y luego, por supuesto, podremos hacerlas subir de nivel para que nos acompañen en las batallas más duras y complicadas.

Busca y encuentra
Si bien hay capacidad de elegir el “dream team” de nuestros sueños, la exploración en Adore si que se siente más limitada. Habrá varias zonas que visitar, pero todas ellas generadas proceduralmente y sin más alicientes que encontrar los objetos valiosos o cumplir las misiones. No hay una sesación de libertad o ir donde quieras.
Pasamos de nuestro refugio a las mazmorras, y aunque en juegos como Cult of the Lamb o Hades funcionan muy bien, aquí se denota cierta repetición. Salvo los momentos contra jefes finales, todo el resto de la obra se resuelve de una manera similar, y eso puede acabar cansando, especialmente en sesiones largas. Hasta las expediciones, que se alejan del modo principal, son misiones genéricas pero más largas de los habitual.

Desde los bosques hacia las montañas
Esta repetición de fases, escenarios y mecánicas también se acaba acusando en su aspecto visual. Adore se ve bien, está lleno de colorido y tiene unas interfaces en pantalla que no presentan ninguna complejidad. Pero cada zona es tan parecida la una de la otra, que al final se vuelven muy genéricas. De hecho, hay un mini-mapa donde ver si nos hemos dejado algún artefacto, o incluso teletransportarnos a otras zonas de la fase de manera instantánea para no perder mucho tiempo pateando un escenario que se torna vacío.
Da la sensación de que uno va a lo que va. Es decir, a coger los objetos de turno, completar las tareas asignadas y a salir de ese mapa. Sin esperar nada de historia o un reto diferente. Y aunque tenemos un objetivo en la vida, que es ser el elegido que derrote a Draknar, nuestra misión personal será conseguir el equipo de nuestros sueños. Y para eso habrá que entrar muchas veces en fases parecidas buscando los materiales necesarios.

Conclusión de Adore
QUbyte Interactive y Cadabra Games nos brindan un juego de acción con vista aérea donde aparte de luchar contra el enemigo, habrá que gestionar el equipo de nuestros sueños. Como buen adorador que somos, podremos dar órdenes hasta un total de cuatro animales, previamente capturadas por nosotros y seleccionadas para la batalla. Esta creación de nuestro equipo, capturar otras bestias y buscar nuevos objetos que los hagan más fuertes es la salsa principal de Adore.
Si bien los escenarios pueden resultar genéricos y repetitivos, es muy gratificante encontrar nuevos objetos para nuestros animalitos. Poco a poco, el juego nos invitará a ir mejorando a nuestro equipo, todo de una manera sencilla y funcional. Si te gusta completar bestiarios y tener enfrentamientos a tiempo real, sin duda esta propuesta puede ser una buena alternativa. ¿Preparado para dar todo en tu nueva como niño bendecido por los Dioses?