Abueletes en scooter compitiendo contra la mismísima Muerte. Esta es la locura que nos propone Coffin Dodgers. ¿Estará a la altura?

Desde hace más de dos décadas hemos visto propuestas arcades de conducción con el uso de karts que han apasionado a un gran número de usuarios. Este éxito se lo debemos, cómo no podía ser de otra manera a Mario Kart, aunque no podemos olvidar otras grandes propuestas como Diddy Kong Racing o Crash Tag Team Racing, incluso variantes algo más “serias” como F-Zero o Wipeout. MilkyTeam ha querido brindarnos su última obra, Coffin Dodgers, un juego algo más humilde que comparte características similares a los antes nombrados, pero que puede no gustar a los apasionados del género.

El trasfondo de Coffin Dodgers viene a ser de lo más original que hemos visto en juegos de esta índole. Por motivos “laborales”, la misma muerte visita una residencia geriátrica en el tranquilo pueblo de Sunny Pines, en la que habitan ocho ancianos con ganas de fiesta. La hora de viajar al otro barrio les aguarda, pero estos abueletes aún se consideran jóvenes para el descanso eterno, por lo que deciden desafiar a la parca a un campeonato…a muerte. Así que, equipados con sus bastones y sus flamantes scooters, el grupo de amigos emprenderán un peligroso desafío a través de carreras por el pueblo que les da cobijo.

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Aunque son diferentes entre sí, todos tendrán las mismas características…incluso la misma Muerte.

Con esta original premisa disputaremos seis campeonatos, con la particularidad de que el último corredor en pasar por la línea de meta irá directo al cementerio. (Eso sí, luego su versión zombie volverá de entre los muertos para seguir compitiendo). Carreras muy breves, con circuitos bastante sencillos y sin muchas sorpresas, hacen que esta experiencia de su modo principal nos sea bastante limitada, con una duración aproximada de dos horas en completar todo. Quizás si hubiese distintas cilindradas, un modo espejo, o muchos más campeonatos, alargarían la vida  algo más, pero por desgracia nos encontramos con una propuesta bastante breve.

Lo mismo pasa con los pilotos de Coffin Dodgers. Todos comparten los mismos atributos, así que la selección al principio de este modo historia será irrelevante, limitándose a un cambio de “skin”, que no repercute en las estadísticas  de nuestro vehículo. Eso sí, las scooters utilizadas para competir si que se podrán mejorar, y gastando monedas que conseguiremos en las carreras podremos mejorar diferentes elementos como el motor, la caja de cambios o el chasis que permitirán a nuestro vehículo acelerar más rápido,  correr a más velocidad o ser más aerodinámico, entre otros aspectos. También podremos cambiar el color de nuestro bólido, incluso ponerle pegatinas, aunque todo será de forma limitada.

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Quien quede último irá derechito al cementerio, así que hay que andarse con ojo.

El parecido a los grandes juegos de éste género es inevitable, y prueba de ello son los ítems que podemos utilizar en las carreras. Contaremos con misiles guiados, potenciadores de velocidad, escudos, manchas de aceite para que nuestros rivales patinen, etc. Como veis, objetos que ya hemos visto de propuestas similares. Podríamos destacar el desfibrilador, el cual generará una onda expansiva que desoriente al adversario, o la metralleta, muy útil para eliminar a los no-muertos es que invadan los circuitos. Como punto a favor, dispondremos un arma para “distancias cortas” en forma de bastón, paraguas, palo de golf, que podremos mejorar si invertimos el dinero necesario. Muy buena incorporación, aunque al principio de cada carrera, justo en la primera curva que es donde todos los corredores se amontonan, habrá una lluvia incesante de palos, golpes y caídas de moto que resulta un poco caótico.

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Un buen “cogotazo” con la garrota nos hará ganar posiciones rápidamente al comienzo de cada carrera.

El peor punto que encontramos en Coffin Dodgers, y que es fundamental para el devenir del juego, es la misma jugabilidad y el manejo de la scooter. Por desgracia, los giros con nuestro vehículo son muy bruscos, toscos y se hace muy difícil controlar, sobre todo a velocidades bajas. Fallo bastante importante, que esperemos que corrijan con el tiempo. Por el contrario, no tendremos, en mi opinión, el molesto “efecto chicle” que hemos visto en juegos de carreras de la misma índole, donde siempre tendremos pegados nuestra rueda a los rivales, por muy bien que lo hagamos. Aquí si lo haces bien, sacaras la ventaja correspondiente a tus rivales. Esto puede ser un cuchillo de doble filo, ya que se respetan las distancias, pero si lo haces bien todo llega a resultar muy fácil y acabarás corriendo sólo y sin ver a ningún rival.

Pasando a los modos multijugador, tampoco estamos demasiado contentos. En una era donde el online lo es todo, y donde el máximo partido se le puede sacar compitiendo contra otros usuarios, no entendemos cómo no puede haber un modo online, con diferentes campeonatos, tablas de clasificación y ese tipo de marcadores que le sentarían como a un guante al juego. En su lugar tenemos el modo a pantalla partida, que suple un poco esas carencias, aunque ni de lejos puede ofrecernos la diversión del juego online. La versión de Steam sí que lo incorpora, y aunque no mucha gente juega, siempre viene bien tenerlo por si algún día surge unos enfrentamientos con unos amigos cada uno en su casa.

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La metralleta es un arma muy efectiva cuando la carretera está plagada de zombies.

El último modo de juego, tan insulso como el apartado multijugador, será lo que Milkytea denomina Abuelo Loco. Esta vertiente extra se trata de una especie de Crazy Taxi, en la cual recorreremos Sunny Pines cumpliendo los recados que nos manden los vecinos en el menor tiempo posible antes de que el cronómetro llegue a cero. Como cabe d esperar, esta idea también se queda a medio camino y no termina de cuajar, ya que después de que hayamos completado un par de partidas no tendremos motivos para rejugarlo debido a la simpleza de los escenarios y el nulo desafío que propone.

¿Te atraen las carreras con scooter de Coffin Dodgers?

Puntuación
Gráficos
50 %
Sonido
40 %
Jugabilidad
60 %
Duración/Diversión
50 %
analisis-coffin-dodgersSi bien es cierto que existen pocos juegos de conducción arcade con karts para Xbox One, Coffin Dodgers no da la talla por una serie de fallos y carencias, incluso comparándolo con juegos de hace 20 años. Los campeonatos resultan muy fáciles y cortos, no existe modo online para competir con amigos, el modo “Abuelo Loco” no acaba de cuajar y, en líneas generales, el control resulta algo tosco. La idea es buena, la premisa de abueletes con scooter muy original, pero Milkytea no ha sabido plasmarlo correctamente. Al menos viene traducido al español y tenemos la posibilidad de competir con un amigo a través del ya clásico modo a pantalla partida…

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