Air Twister nos invita a vivir un viaje al pasado gracias a unas mecánicas que beben de los arcades recreativos de la época
Cuando se anuncia por las redes sociales un juego de autor, de repente la noticia capta la atención de todo el mundo. Pero en este caso concreto, hemos tenido algo diferente. Básicamente, porque estamos hablando de Yu Suzuki, uno de esos pilares dentro del mundo de los videojuegos que asentó bases en la industria e hizo que proliferara el éxito de los salones recreativos gracias a sus obras. Desde su vuelta a la industria con Shenmue III, no sabíamos nada acerca de él hasta la llegada de Air Twister, su última obra. Una vuelta al pasado que más de uno aceptará con los brazos abiertos y que os explicaremos en el siguiente análisis.
Comandancia de altos vuelos
Ys Net y ININ son los encargados de teletransportarnos a los míticos años ´90, cuando las recreativas estaban en auge y había todo una industria que explotar con ideas vanguardistas. Bebiendo de clásicos del propio Yu Suzuki como fueron Space Harrier o After Burner, un proyecto humilde pero lleno de carisma por varios motivos que os iremos describiendo. Estamos ante la vuelta de un género que ahora mismo no está en boca de nadie. Un soplo de aire fresco para disfrutar de unas mecánicas directas y muy rejugables.
En esta aventura sobre raíles nosotros controlaremos a la Princesa Arch, una líder con carisma que deberá defender su planeta de la amenaza de unos seres llamados Vanguards. Nuestro ejército ha sido mermado por el enemigo, así que no nos quedará otra que despegar y enfrentarnos nosotros solitos a toda una legión de seres con ganas de hacer pocos amigos. Por suerte el enemigo desconoce una de nuestras mayores ventajas en el campo de batalla: los misiles guiados.
Apunten… ¡fuego!
Air Twister es un título con unas mecánicas clásicas donde tendremos que mover a nuestra protagonista por el escenario mientras disparamos y esquivamos las balas del enemigo. Podremos apuntar manualmente donde queremos disparar, pero lo más interesante es usar los misiles guiados que he citado en el párrafo anterior. Con solo pasar por delante del enemigo, lo auto-apuntaremos, y al soltar la ráfaga de disparos, irán directamente sobre los objetivos fijados. Y lo que en un principio parece una ayuda muy obvia, se convierte en una mecánica desafiante donde habrá que saber cómo desplazarse, cuándo soltar la salva de disparos y por supuesto, dónde posicionarse para esquivar el ataque del contrario.
A nuestra disposición tendremos doce fases con un estilo artístico increíble. Cada una tendrá su propio arte, aunque todas se comportan de una misma manera. Durante un par de minutos largos habrá que ir abriéndose paso entre enemigos pequeños, hasta llegar al final-boss de turno. Según nuestra pericia completando el nivel, se nos asignará una puntuación que nos hará recuperar más o menos vida para la próxima misión. Todo muy arcade, y eso me encanta. Eso sí, aquí hay truco para aumentar la rejugabilidad.
El ciclo sin fin
Es muy difícil, por no decir imposible, pasarse Air Twister a la primera. Eso es debido a que nuestra princesa estará limitada en cuanto vida, armamento, habilidades y otras aptitudes. Cuando acabamos muriendo en una partida, todas las estrellas que hayamos obtenido matando enemigos las podremos invertir mejorando a nuestra heroína. Como si fuera un juego de rol, tenemos multitud de casillas para potenciar sus habilidades. Esto permite que la próxima run sea más llevadera, y avancemos más que la vez anterior, creando un sistema de progresión muy llevadero que no resulta para nada cargante. Y si esta modalidad nos sobrepasa, siempre podemos optar por probar los desafíos diarios, el modo boss-rush y pasar el tiempo personalizando a nuestra protagonista.
Todo esto provoca que Air Twister sea un juego que invite a la repetición. A memorizar cada fase, el patrón de ataque de los enemigos y a buscar trucos para no morir en el intento. Y cuando ves que después de tres intentos, las primeras fases te las fundes al momento porque ya te las sabes, todo coge otro color. Es la magia de este género, y gracias a su buena jugabilidad podemos estar horas sin que resulte monótono.
Show must go on
Eso no quita que tenga sus fallos, por supuesto. Me parece una pena que no se hayan explotado más las monturas en las que estaremos subidos en alguna fase. Un elefante volador, un cisne, una trucha (sí, una trucha) que están muy bien diseñados, pero que no emiten ningún tipo de poder o ataque especial. Pasa lo mismo con los escenarios, todos increíbles pero no se exprimen su potencial. Sólo en uno tenemos que esquivar obstáculos por el camino y en otro destrozar unas rocas que nos impiden avanzar.
Mención especial al partado sonoro que destila el Air Twister. Es inevitable citar a Bohemian Rhapsody de Queen cuando arrancas el juego y estás en la pantalla principal. Y si lo recuerda es porque las canciones y melodías están a cargo de Valensia, un compositor y productor que estuvo trabajando con Queen. Y sinceramente, su trabajo no podría haber sido más satisfactorio. Entre sus escenarios llenos de magia y color, junto con esas composiciones de ópera-rock tan bien llevadas, volar por las regiones del planeta resulta una experiencia maravillosa.
Conclusión de Air Twister
Yu Suzuki vuelve a la carga para brindarnos un juego que nos devuelve a nuestra querida infancia cuando visitábamos los salones recreativos. La esencia permanece ahí, con un shooter al más puro estilo Space Harrier donde deberemos enfrentarnos a oleadas de enemigos mientras esquivamos sus disparos. Una propuesta muy rejugable gracias a la progresión de nuestra princesa ya todos los medos que se encuentran disponibles. Y por supuesto, mención especial a su banda sonora, todo un acierto que casa perfectamente con las 12 fases oníricas que iremos recorriendo en nuestra lucha por salvar el planeta Air.