Análisis de Call of the Sea para Xbox Series X
Esta semana he podido disfrutar, como todos los usuarios de Xbox Game Pass, del trabajo de Out of the Blue: Call of the Sea. Este evocador juego nos pone en la piel de Norah, una mujer con una extraña enfermedad que parte en busca de su mario, quien se perdió durante una expedición en el Pacífico. El misterio, los acertijos y las referencias más lovecraftianas se dan la mano en una propuesta muy interesante para disfrutar en un fin de semana.

Los primeros compases del juego nos sitúan en una ambientación que recuerda más a las novelas de Jules Verne. Pues nuestra protagonista desembarca en una isla deshabitada del pacífico para buscar la expedición perdida de su marido. Asimismo, el paisaje aboga por los colores intensos y la naturaleza. No obstante, a los pocos compases la historia se enturbia y los misterios paranormales hacen acto de presencia. Ruinas extrañas, lenguas perdidas y extrañas sustancias con efectos extraños en los que están en contacto con ellas. Probablemente el propio nombre del juego ya nos da pistas de como se va a relacionar el tema Lovecraft.
En esencia, el juego sabe transmitir el lore del autor original mientras hace referencias elegantes a lugares, personajes y situaciones reconocibles de los relatos de Lovecraft y los autores ligados a él. Asimismo, la propia sensación de soledad, de miedo involuntario a que habrá y los monólogos de Norah crean un buen clímax. A todo esto le podemos sumar todas las notas, pistas y fotos que dejó la expedición en sus campamentos, y ya tenemos aventura narrativa para rato. No obstante, si bien la historia me ha parecido interesante, la clave aquí es la propuesta jugable.
Call of the Sea propone una aventura de cero violencia. Si, es un juego de acertijos y puzles de lógica donde no hay ninguna forma de violencia. No es que esté en contra de la violencia en los videojuegos, pero también se agradece descansar los dedos a cambio de estimular la mente unas horas. La isla nos propone escenarios con uno o varios acertijos que resolver. Además, debemos observar el escenario en busca de pistas, consejos de la expedición perdida y detalles que nos ayuden a entender las pruebas. Lejos de ser el típico juego que repite la misma fórmula una y otra vez, este título varia entre sus retos y juega muchos palos.

Desde retos de lógica sencilla, hasta pruebas basadas en la observación del escenario. Pero no solo eso, también hay retos clásicos, como sincronizar los colores pulsando botones adyacentes (no se como explicar este tipo de puzle sin extenderme dos párrafos) y pruebas de memoria visual o auditiva. La variedad es suficiente para no caer en la repetición tediosa en las 6 horas que dura aproximadamente el juego. La parta graciosa recae en que una persona sola es capaz de resolver en pocos minutos los acertijos que una expedición resolvió en una cantidad de tiempo indeterminada. Los videojuegos son así.
En este punto me gustaría comentar el apartado visual y sonoro del juego. Call of the Sea, desde el primer momento, me recordó con fuerza a Sea of Thieves. La ambientación, el misterio y el apartado gráfico lleno de color con texturas pastel es magnífico. Asimismo, el propio sistema de acertijos recuerda mucho a los grandes relatos del mar de ladrones. Obviamente no estamos ante una gran producción millonaria, pero el acabado final es sobresaliente. Todo el juego de colores y escenificación juega un rol correcto. Además, observar ciertas ruinas, mecanismos o estatuas resulta evocador por su proporciones y sensación de pequeñez ante ellos.

No es oro todo lo que reluce. No existe el juego perfecto y tengo algunos puntos negativos sobre Call of the Sea. Me ha extrañado que siendo una producción española no disponga de doblaje castellano. Es cierto que el doblaje inglés es estupendo, pero echo en falta más opciones. Los puzles tiene buen diseño, pero ha habido un par que he resuelto de pura suerte, y aun leyendo a posterior la respuesta por internet no he entendido realmente el porqué. La duración es de unas 6 horas según la capacidad de cada uno, lo que lo hace un poco corto y escasamente rejugable, puesto que los puzles tiendes a recordarlos tras resolverlos.

En definitiva, Call of the sea es un juego muy recomendable para todo fan de Verne y Lovecraft (si, de Verne también, por qué no?). La duración es adecuada para no caer en la repetición dentro de sus acertijos. Asimismo, el apartado visual es precioso y llama a explorar el escenario en pos de la siguiente maravilla que surgirá. En este punto se echa en falta el doblaje castellano siendo un juego de la península, aunque el doblaje inglés es sobresaliente. Desde Xbox Game Pass o por el fantástico precio de estreno es un must play.