Nada ni nadie es lo que parece en Devil Inside Us: Roots of Evil… y es que el mal acecha en todas partes
La vida es dura, especialmente para aquellos que se ganan el salario como exorcistas. Limpiar cada casa de impurezas, enfrentarse a demonios y salir de mil pesadillas es algo que no desearía a nadie. Por suerte para el protagonista de Devil Inside Us: Roots of Evil es una tarea que lleva haciendo desde bien joven y tiene un perfecto dominio de la situación… ¿O puede que no?

74 años y sin jubilación, eso sí que es una pesadilla
Mr. Skull Game Studio nos brinda una propuesta de survival-horror muy escueta pero interesante. Nosotros tendremos el rol de Aughust Heylel, un exorcista que pretende acabar con el mal que campa a sus anchas por una casa y sus alrededores. Para terminar con el diablo, no nos hará falta más que nuestro crucifijo, botiquines de salud, unas píldoras de cafeína para recuperarnos si corremos mucho… y bueno, alguna que otra arma de fuego. No es mucho equipamiento, pero será suficiente para enfrentarnos a la maldición que no deja dormir a los inquilinos.
Aunque estamos ante un juego indie, y eso en su apartado visual queda latente, tiene ideas muy buenas que me han parecido interesantes. Para empezar, casi toda la acción transcurre en la misma casa. Habrá puertas cerradas que necesiten una llave, pero a base de explorar y abrir cajones encontraremos los objetos. Poco a poco nos iremos familiarizando con la casa, y eso es un arma de doble filo en Devil Inside Us.

Paranormal activity
No hay nada peor en los juegos de terror que confiarse. Y aquí eso sucede mucho. Cuando ya conoces cada estancia y caminas por ellas, al final pierdes ese miedo a saber qué va a pasar. Y ahí es cuando el juego te sorprende y te pega el susto. Por poner un ejemplo, cada noche coges el teléfono para informar a los huéspedes de la situación. Pues bien.. a la quinta vez de hacer lo mismo, de repente sucede algo que te descoloca. Y así en varios momentos de la aventura.
Es cierto que casi todos los sustos son los típicos “jump-scares”. No hay nada psicológico o que te raye la cabeza. En nuestra camino encontraremos criaturas negras y perros enrabietados a los que haremos frente con la ayuda del crucifijo. Es nuestra arma para enfrentarnos al diablo, y como arma propiamente dicha, deberemos rellenarla con ¿poder sagrado? buscando nuevas cruces por el escenario. Suena algo estúpido, pero os aseguro que en Devil Inside Us funciona.

Pensamientos seniles
Aparte de encontrar llaves, también existen puzles por varias zonas específicas. Por desgracia, no brillan por su complejidad y se completan de manera automática. Muchos de ellos consistirán en buscar un objeto maldecido y librarlo de su calvario. Eso y buscar palancas que nos abran nuevas partes del escenario. Es una pena que no se haya hecho hincapié en este apartado, ya que el juego da mucho pie a explorar y rebuscar pistas por cada habitación para resolver un acertijo.

Vigila las sombras
Como he citado antes, Devil Inside Us: Roots of Evil no destaca precisamente por su apartado gráfico. Estamos ante una casa bien decorada, con varias plantas y habitaciones…pero que no llega a otros grandes del género como Resident Evil VII. Ni llega, ni se le acerca, ni es su intención, por supuesto. Pero pese a su condición visual, el juego se comporta muy bien.
La jugabilidad es buena, y el control de nuestro querido Aughust Heylel es fluido y sin tirones. Hay muchos aspectos a mejorar, como un HUD que no te avisa cuando estás mal de salud, y falta una manera más óptima o natural para “recargar” nuestro crucifijo. Lástima también una falta de traducción y/o doblaje a nuestro idioma, que aunque no haya un texto excesivo, siempre viene bien para adentrarnos más aún en la trama que rodea a esta casa. Pero bueno, tampoco influye mucho en las escasas dos horas que dura el juego y creo que rara vez estaréis perdidos buscando el camino correcto.

Conclusión de Devil Inside Us: Roots of Evil
A aquellos jugadores amantes de los juegos de terror que quieran una experiencia cortita pero interesante, puede que encuentren apropiado la propuesta que los chicos de Mr. Skull Game Studio nos traen. Explorar la casa maldita donde trabajamos tomando el papel de un exorcista de 74 años no tiene precio. Y pese a nuestra longeva edad, no nos faltarán ganas para enfrentarnos a los demonios con nuestro crucifijo sagrado. En total, tendremos dos horitas de aventura muy interesantes que no brillan por su apartado gráfico, pero que si lo hacen en el concepto de juego y puesta en escena.