Hacer tratos con el demonio nunca trae nada bueno.
Las adaptaciones basadas en libros de videojuegos se han vuelto cada vez más populares en los últimos años, especialmente con el éxito de The Witcher o Metro. Estas novelas contaban con narrativas que ciertamente necesitaban de una forma de arte más visual para llegar a un mayor público. Pues bien, el autor polaco Paweł Leśniak tomó nota de esto y creó su propio estudio para adaptar su novela Equilibrium a un videojuego. Todo este trabajo nos ha traído hasta el título que analizamos en el día de hoy, Devil’s Hunt.
Devil’s Hunt es el primer juego de acción en tercera persona desarrollado por el estudio polaco Layopi Games. El juego nos presenta al jugador a Desmond Pearce, el hijo y futuro heredero de un rico empresario. Este está viviendo una vida de ensueño, con una preciosa novia que finalmente accedió a casarse con él y una carrera de boxeo a punto de despegar. Sin embargo, una serie de desgracias pone a Desmond cara a cara con el propio Lucifer, el único que puede hacer que su vida vuelva a la normalidad.
Como comentamos al principio, el desarrollo de Devil’s Hunt fue dirigido por el propio creador de la novela, por lo que esto debería ser una garantía para tener una trama interesante. Para mi sorpresa, la historia del juego podría definirse como un drama adolescente de los 90 que en un videojuego moderno. Aunque hay algunos personajes interesantes, la campaña de unas 7 horas de Devil’s Hunt se hace bastante cuesta arriba. Sin embargo, cabe destacar que el doblaje en inglés del juego parece de una película más que un videojuego, por lo que esto hace algo más llevadera la pesadez que sentiremos en ciertos momentos.
Devil’s Hunt nos cuenta por enésima vez la lucha entre la luz y la oscuridad, lo bueno y lo malo, etc. En el mejor de los casos, Devil’s Hunt es una historia más o menos bien narrada de una caída en desgracia, de la pérdida final, de la venganza y de una oportunidad de redención. Por otro lado, hay una razón por la que las novelas de Leśniak tienen tan malas críticas en internet y no es por los matices o el desarrollo del carácter. Más bien, Devil’s Hunt trata de introducir tantos elementos en la trama como sea posible en lugar de expandir los que establece en un comienzo. Las motivaciones de los personajes no están muy claras y, en última instancia, los personajes son poco más que planos y genéricos, especialmente Desmond.
Desmond es un cliché andante de películas que hemos visto mil y una veces, así como el resto de los personajes que aparecen durante la historia. Por si esto fuera poco, Devil’s Hunt es estrictamente una adaptación de la primera novela de la trilogía escrita por Leśniak, lo que significa que las cosas terminarán preparándose para el siguiente juego de la serie.
Pasaremos la mayor parte del tiempo en Devil’s Hunt enfrentándonos a interminables olas de los mismos enemigos, con algunas batallas de jefes dispersas por todas partes. Aunque es fácil comparar el juego con Devil May Cry, creo que el combate de Assassin’s Creed es lo más parecido. Los ataques y movimientos de Desmond se sienten lentos desde el principio, pero el árbol de habilidades bastante completo del juego permite al jugador utilizar rápidamente poderes sobrenaturales y movimientos finales devastadores. Estos mantienen el combate como algo más o menos entretenido entre tanta ola de enemigos. Cada rama del árbol de habilidades corresponde a uno de los “tipos” de lucha de Desmond, que pueden ser cambiados en cualquier momento.
Podremos desde transformar el brazo de Desmond en un puño de fuego demoníaco, utilizando la fuerza bruta para golpear a sus enemigos, regenerar la salud, lanzar lanzas luminiscentes a distancia o utilizar habilidades demoníacas de todo tipo. Cada vez que ataquemos a un enemigo se llenará nuestra barra de “Demonio”, lo que puede transformar a nuestro personaje en un demonio invencible con ataques implacables durante unos 10 segundos. Todo esto está bien hasta que te des cuenta de que un árbol de habilidades te permite literalmente matar a cada enemigo apretando el gatillo izquierdo. No estoy bromeando, puedes repetir los mismos combos de cuatro botones hasta que acabes con cada enemigo, o puedes arrancar almas demoníacas de sus cuerpos con un botón.
Parece que Layopi se dio cuenta de esto tarde en el desarrollo y decidió lanzar un número injusto de enemigos al jugador para desalentar su uso. Varias veces, tuve que repetir secciones largas debido a una dificultad artificial provocada por mini jefes ridículamente poderosos y una cantidad abrumadora de enemigos. Si unimos esto con la omisión de un movimiento de bloqueo, los jugadores se frustrarán rápidamente por el aluvión de enemigos.
A pesar de los tres modos de combate, el combate carece de complejidad, y apenas hay variación entre cada tipo de enemigo. Esto reduce el combate a un bucle repetitivo de botones para esquivar y golpear hasta que se nos pida realizar un movimiento de finalización. Cuando funciona, el combate es entretenido. Cuando no lo hace, es una tarea monótona que destroza el ritmo del juego.
Estas secciones de combate de vez en cuando se transforman en zonas donde deberemos correr por pasillos lineales hasta que encontremos algo con el indicador de “interactuar”. Y esa será toda la variedad que nos dará el juego. Es una verdadera lástima, ya que la mecánica de combate y la jugabilidad a veces nos dan momentos entretenidos. Sin embargo, estas arduas y aburridas secciones de “no hacer nada” lastran la experiencia por 10.
Parte del encanto de Devil’s Hunt es definitivamente su apartado gráfico. Impulsado por el motor Unreal Engine, la representación de escenarios magníficamente detallados del infierno es sin duda el punto que más brilla. Los combates son un auténtico espectáculo de partículas y detalles de físicas que son impresionantes. Desde un punto de vista artístico, las partículas brillantes al rojo vivo del fuego contrastan maravillosamente con los negros que encontraremos en niveles y enemigos. Los niveles también son bastante imaginativos, especialmente las secciones situadas en las profundidades del Infierno. Sin embargo, los niveles que tienen lugar en la tierra son muy genéricos y anodinos, por lo que pronto te aburrirás de volver al apartamento de Desmond en Miami.
Es una pena que gran parte de Devil’s Hunt carezca del nivel de los títulos modernos que pretende emular. Desde un punto de vista técnico, las animaciones son toscas en muchas ocasiones. Ya dijimos que Desmond es unos de los protagonistas con menos carisma que el que escribe esto ha conocido, pero es que su cara no se mueve para expresar diálogos o emoción. Por otra parte, los personajes secundarios resultan más convincentes visualmente, específicamente aquellos que residen en el inframundo. Diseño y animación de personajes como Lucifer y Agares rivalizan con algunos de sus homólogos AAA, pero carecen de la fuerza necesaria para que podamos decir que esto es “una maravilla”.
Para mí es importante aclarar una cosa: Devil’s Hunt es un juego independiente. Las capturas de pantalla y los trailers pueden darle una apariencia de AAA, pero esto no podría estar más lejos de la verdad. Por lo tanto, Devil’s Hunt adolece de muchos problemas que se le atribuyen a otras publicaciones independientes, especialmente en lo referente a su inconsistencia.
El ritmo de juego por ejemplo fluctúa mucho a lo largo de la historia. A veces, una escena de corte especialmente larga golpeará sin previo aviso al jugador con una cantidad abrumadora de información. Otras veces, un número agotador de enemigos especialmente difíciles serán lanzados a la cara al jugador, muy apartados por cierto de un punto de control. Y el repertorio de segmentos de diálogo introspectivos y muy bien interpretados se ve eclipsado por las estúpidas frases de su protagonista.
Es una pena que gran parte de Devil’s Hunt se vea eclipsada por su falta de brillantez. En algún lugar debajo de su poco brillante superficie hay un juego que me gustaría poder recomendar. Pero hasta que Layopi no elimine algunos de los molestos errores, y quizás agregue un poco de contenido, es difícil recomendar Devil’s Hunt. El juego se siente más como un experimento que como un lanzamiento terminado. Con alternativas mucho más completas como Devil May Cry 5, hay pocas razones para tocar este Devil’s Hunt a menos que seas un gran fan de las novelas de Leśniak.
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