La jerarquía de los Yakuza se intercambia por los estratos de los samuráis en Like a Dragon: Ishin!
Quien esté jugando a todo el contenido que la saga Yakuza ha lanzado en estos últimos años seguro que está disfrutando como nunca. Desde recopilatorios, versiones remasterizadas y hasta nuevas entregas, cualquier contenido que Ryu ga Gotoku Studio toca se convierte en oro. Lo mismo sucede con los spin-offs. Ya hemos visto qué bien han funcionado historias alternativas como Judgement y ahora la compañía, debido al auge y buen reconocimiento que por fin ha conseguido su saga, se atreve a lanzar propuestas más especiales. Es el caso que hoy tenemos para analizar con Like a Dragon: Ishin!. Un título que en una primera instancia no salió de Japón, pero que hoy abre sus fronteras en una versión mejorada en muchos aspectos que os detallaremos a continuación.

Una historia alternativa
A pesar de que las caras que veremos serán muy familiares para cualquier fan de Yakuza, Like a Dragon: Ishin! nos transporta a una época diferente y con una historia radicalmente distinta. Para empezar, toda la trama empezará en el año 1867, en un arco conocido como la era Bakumatsu, justo en los últimos compases del shogunato Edo. Un periodo agitado, donde la paz se ve trastocada por varias revoluciones que están sacudiendo los cimientos culturales tan conservadores de Japón. Por un lado, las primeras armas de fuego llegan a la isla, entremezclándose con el combate clásico con lanzas y katanas. Y por otro lado, los estratos sociales también se ven comprometidos, ya que muchos de sus ciudadanos no quieren seguir viviendo en la miseria y pobreza mientras unos pocos se enriquecen a su costa.
En esta aventura en el Japón feudal nosotros controlaremos a Sakamoto Ryoma, un ronin de Tosa que buscará venganza cuando un asesino mata a su padre. Por desgracia para él, es acusado del homicidio y debe huir a Kioto para no ser arrestado. En esta ciudad, tendrá que buscar pistas que le conduzcan al verdadero asesino, y aparte de tomar otra identidad para pasar desapercibido, deberá adentrarse en el Shinsengumi, una fuerza especial de la ciudad donde posiblemente esté la persona culpable del homicidio.

Te convertirás en samurái… tanto en cuerpo como en alma
Cabe decir que, pese a que la apariencia y personalidad de los personajes son los que asociamos con la saga Yakuza, esta entrega se desliga de todo lo que conocemos. Cada uno de los protagonistas que aparecerán tienen nombres distintos, roles en el juego completamente dispares y otros propósitos muy diferentes a los de la saga original. Es más, Like a Dragon: Ishin! recoge nombres y hechos históricos reales basados en el periodo Edo. Todo ello adaptado para que el título tenga cierta coherencia y añadiendo las facetas absurdas y humorísticas a las que nos tiene acostumbrados.
La documentación que posee el juego es brutal. Ya no sólo por los nombres reales antes citados. Como sucede en la saga original, la terminología, la división de clases y comportamientos en aquella época se ve perfectamente reflejada en el título. Desde la mentalidad y exclusión de los ronin, la fama que tenían los ghosi de la época, aquellos que apoyaban al emperador y los más afines al Bakufu… Poco a poco Like a Dragon: Ishin! te va metiendo en su vertiente cultural de una manera que pocos títulos lo consiguen.

Secretos al doblar la esquina
Las bases de sus mecánicas jugables si que son muy parecidas a lo visto en otras entregas. Básicamente tendremos que movernos por las calles de Kioto resolviendo la trama principal, mientras realizamos otras actividades o misiones secundarias por el camino. Y resulta muy interesante cómo han implementado estos mini-juegos en una época que, a priori, tiene menos entretenimiento que la propia Kamurocho.
Habrá de todo. Desde una especie de karaoke con canciones de la época, hasta una escuela de baile Buyo pasando por carreras de gallinas o cocinar platos típicos de la época. Sin olvidarnos de los dojos donde aprender nuevas técnicas de combate o los restaurantes donde degustar un buen miso calentito. Además, en un momento de la aventura obtendremos un lugar propio de residencia donde podremos tener nuestra pequeña huerta, adoptar perros, gatos y un sinfín de otras herramientas para cuidar a nuestro propio ritmo.

Influencer en Like a Dragon: Ishin
Las misiones secundarias seguirán siendo la “salsa” que adereza todo el juego. Mientras que la trama principal es más seria y sobria, será en las sub-misiones donde veremos la faceta más cómica (o tierna, según el caso) de Sakamoto Ryoma. Sin querer spoilear nada, sólo diré que los momentos en las salas de baño son brutales…
Según vayamos completando esta serie de tareas, o visitemos establecimientos de comida y objetos, iremos ganando una vinculación con los aldeanos. A medida que crezca la afinidad con los habitantes, obtendremos premios y recompensas, así que más nos vale ser sociables para conseguir la mayor cantidad de ayudas y bonificaciones.

Donde pones el ojo… pones la espada
Donde más diferencia encontramos por motivos propios de la historia es en el combate. Habrá cuatro vertientes que desarrollar. La faceta camorrista será la más familiar, ya que usará los puños y patadas de una manera muy parecida a la que hemos visto en el Kiryu contemporáneo. En la vertiente espadachín nos convertiremos en un experto en el uso de la espada, siendo la rama de combate más completa. Para un ataque a distancia, podremos usar nuestra habilidad de pistolero para poner fin a los bandidos a base de plomo. Por último, existe una vertiente llamado bailarín salvaje donde se fusionan los ataques con espada y armas de fuego.
Se nota una mayor profundidad en los combates. Mientras que en la saga Yakuza podríamos ganar las trifulcas aporreando los botones sin control, en Like a Dragon: Ishin! necesitamos cierto control. Tendremos que saber cuándo atacar, esquivar los golpes o pararlos con nuestra espada. Serán enfrentamientos más largos, y muchas veces nos pondrán en un verdadero aprieto.

De tranquis por Kioto
Para ir lo más preparado posible, no nos quedará otra que mejorar nuestras aptitudes. Habrá cuatro árboles de habilidades, una por cada estilo de combate que deberemos ir rellenando para aprender nuevos movimientos, conseguir mayor vida, fuerza o furor. Si eso no es suficiente, siempre podremos visitar al herrero y craftear nuevas armas o mejoras. Se me hace raro hacer estas acciones, ya que en ninguna entrega original he tenido que recurrir a la mejora de mi equipo para derrotar a los maleantes de turno. Todo este conglomerado de situaciones hace que Like a Dragon: Ishin! sea un juego más pausado, para disfrutar de manera tranquila y sin prisas de completar cada capítulo.

El sudor del dragón de Dojima
Visualmente hay un salto gráfico significativo respecto a la entrega original. Si bien no estamos ante el apartado visual que hemos presenciado en Yakuza 7: Like a Dragon, bajo mi opinión es mejor que lo visto en Yakuza: Kiwami. Me da la sensación de que hay más énfasis por recrear mejor las animaciones, y luego hay cierto bajón técnico cuando empezamos a deambular por sus calles y plazas. No obstante, insisto en que se ve muy bien, y tanto de día, como en sus atardeceres o momentos iluminados por la noche tiene estampas memorables.
Sigue teniendo fallos, y donde más se le ven las costuras es en el combate. Pese a ser una versión más refinada respecto a la saga original, sigue habiendo problemas a la hora de golpear. Especialmente cuando hay más de un enemigo en pantalla, donde la precisión a la hora de apuntar a un objetivo fijado brilla por su ausencia. Un pequeño bache que en abosluto empaña el resultado final ni la diversión que ofrece.
Para acabar, cabe mencionar que Like a Dragon: Ishin! viene traducido al español, y de una manera soberbia. Han localizado de manera muy loable expresiones, jergas y maneras de hablar, y le sienta de maravilla. Expresiones de asombro como “¡Jesús, María y José!” , insultos y otro tipo de charlas se disfrutan mucho más en nuestro idioma.

Conclusión de Like a Dragon: Ishin!
Lo que toca Ryu ga Gotoku Studio se convierte en oro, y esta propuesta no es la excepción. Esta aventura protagonizada por los personajes de Yakuza nos traslada a un arco histórico radicalmente distinto, con un cambio que no afecta solo a la estética, sino a la trama, personajes e incluso la manera de combatir. Visitar Kioto es una maravilla, y aunque parezca imposible, hay multitud de actividades que hacer, personas con las que interactuar y restaurantes que visitar. Todo sin perder el contexto sociocultural que envuelve sus calles.
Puede que el combate, pese a ser más profundo que otras entregas, no termine de funcionar tan bien como debería. Especialmente cuando hay grupos de enemigos en pantalla. La dificultad en los enfrentamientos también ha aumentado, y es que hay que saber defenderse, atacar y contrarrestar los envites del enemigo. Esto hace que el crafteo para mejorar espadas, armas y derivados aumente, siendo una aventura que se debe tomar de manera más pausada, buscando materiales y mejorando el nivel de Sakamoto Ryoma.
Si os gusta la saga Yakuza, no dudéis en haceros con esta entrega. Es un giro distinto de los acontecimientos, un spin-off en toda regla, pero con la esencia trágica y cómica que hemos vista en la saga original. Una montaña rusa de situaciones, que pasan del drama más profundo al ridículo más absurdo. Todo además, con un lavado de cara muy logrado y con textos en español, para no perder detalle de los diálogos.
Like a Dragon: Ishin!
59.99€Pros
- El viaje cultural a la época Edo es impresionante
- Multitud de tareas por completar, y una historia que atrapa
- Localizado a nuestro idioma de manera brutal
Cons
- Algunas texturas brillan por su ausencia
- El control en los combates sigue siendo un problema...
- Habrá personas que no quieran perder tiempo crafteando y mejorando armas