TellTale Games se adentra en la difícil tarea de adaptar Minecraft a su estilo de juego marca de la casa.
TellTale Games vuelve a la carga con otra aventura gráfica, esta vez tomando prestada la licencia más importante del estudio Mojang, nada más ni nada menos que Minecraft. La aventura episódica que analizaremos a continuación, más enfocado para el público infantil, mantiene los patrones visto en anteriores propuestas de TellTale Games, sumergido todo en ese mundo pixelado que tanto éxito ha cosechado. Actualmente están disponibles dos de los cinco episodios que compondrán esta aventura, así que nuestro análisis se centrará únicamente en estos dos primeros capítulos, suficientes para hacernos una idea de lo que encontraremos en Minecraft: Story Mode.

Aunque existen unos personajes muy marcados y predefinidos en toda la aventura, cabe destacar la pequeña personalización que tendremos de nuestro protagonista, con tres formatos de héroe masculino y otros tres femeninos. Este hecho no afecta para nada a la aventura, ya que toda la trama se mantendrá “encorsetada” de la manera habitual que TellTale Games suele brindar a sus juegos, pero es un detalle que implementen la posibilidad de escoger sexo y apariencia de nuestro protagonista. Independientemente de quien escojamos, nosotros encarnaremos a Jesse, que con la colaboración de sus amigos participará en un concurso de construcción en el pueblo de Endercon. Lo que parecía un día tranquilo de competición se tornará agitado por una serie de sucesos que desembocarán en el regreso del Dragón del Fin, un poderoso ser que arrasará con todo aquellos que se encuentre a su alrededor. Como no podía ser de otra manera, Jesse tendrá la clave para derrotar al mal que asola su mundo, realizando un viaje en busca de los míticos guerreros que una vez vencieron a esta malvada bestia.

Pese a que Minecraft: Story Mode consigue mantenerte enganchado durante cada capítulo, es cierto que no veremos el drama de otros juegos de la compañía, ni una toma de decisiones tan relevante como cabe de esperar. Lo visto hasta la fecha es bastante lineal, sin un marcado peso en las acciones tomadas y con una historia apta para todo tipo de público. Esto no quita que tenga momentos trepidantes, con escenas de acción donde tendremos que luchar contra creepers y otras criaturas. Tampoco faltará el “crafteo” tan típico de Minecraft, aunque es cierto que no podremos crear todo lo que queramos y tendremos siempre un listado de objetos predefinidos. Lo mismo pasa con la construcción de edificaciones: todas se basarán en pulsar el botón “A” muchas veces seguidas hasta que Jesse termine su tarea, quitando muchas posibilidades a un juego que pide a gritos capacidad de personalización y creatividad.
Gráficamente nos encontramos con un producto que parece simple a primera vista, pero que contiene elementos muy originales y en mi opinión, difíciles de lograr. Cada personaje tiene sentimientos, expresiones faciales que los desarrolladores han conseguido pese de tratarse de meros cubos pixelados. Cada escenario también cambia, y visitaremos desde apacibles bosques al principio de nuestra aventura, pasaremos por grutas subterráneas, exploraremos pueblos y hasta nos adentraremos en otras dimensiones. Mucha variedad que aporta un grado de frescura al título.

Badland Games han sido los responsables de traernos el juego en formato “físico”, y lo digo entre comillas porque ese término tiene excepciones. En el disco sólo encontraremos el primer episodio, mientras que el resto de capítulos los tendremos que descargar digitalmente una vez estén disponibles. Este cambio de formato entre lo físico y lo digital pueden llevar a la confusión, y ser perjudicial para aquellos que no posean conexión a internet o desconozcan cómo funciona la descarga de contenido desde el bazar (recordemos que es un producto especialmente orientado a niños). Existe un aspecto positivo en su lanzamiento en físico, y es la traducción de los textos al español, muy a tener en cuenta por el tipo de juego que es y para el público al que va enfocado este producto.
Su apartado sonoro tampoco está nada mal, con un doblaje en inglés de muy alta calidad como nos vienen acostumbrando los chicos de TellTale Games, con personajes muy diferenciados en su habla y forma de actuar. La música es la que no termina de encajar comparándola con otros trabajos del mismo estudio, y aunque cumple con su función de acompañar al jugador durante toda la aventura, no destaca en ningún momento particular como sí vimos en Tales From the Borderlands, por citar un ejemplo reciente.