No Time To Explain es la nueva propuesta del estudio Indie tinyBuildGames. Tranquilos, que nosotros sí que tenemos tiempo para explicaros todas las virtudes y defectos de este peculiar título.
Los viajes en el tiempo, las paradojas espacio-temporales y todos los demás fenómenos asociados con este mundillo siempre han sido temas de interés y han generado multitud de películas y juegos donde el “yo del futuro” conoce al “yo del presente”. En No Time To Explain este concepto va más allá, y de forma cómica, nos relatan una historia atípica con diferentes futuros, o incluso alteraciones de un futuro causado por otro futuro alternativo. Puede ser lioso, pero si digo que como enemigo tendremos a un cangrejo gigante, todo tiene un incongruente sentido de lo absurdo. Adaptado de la versión flash que lanzaron en PC allá por el 2011, la conversión para consolas de sobremesa proporciona una propuesta corta, pero intensa y original, y consigue ser el primer trabajo que tinyBuildGames saca para consolas de sobremesa.
La historia solo es la excusa para presentarnos un juego de plataformas con una dificultad muy elevada. En No Time To Explain deberemos ir completando pequeños niveles con multitud de obstáculos por el camino, ya sean pinchos, lava, enemigos o precipicios. Estas trabas que pueblan los escenarios son en su mayoría bastante grandes como para cruzarlas saltando, y aquí reside la esencia del título: tendremos que utilizar el arma asociada a nuestro personaje para sobrepasar los peligros. Prácticamente en toda la aventura contaremos con un cañón propulsor el cual tendremos que disparar justo al sentido contrario a nuestro camino para salir disparados en la dirección que deseemos, pero en algunos tramos de la aventura también utilizaremos otro tipo de armas, como una especie de escopeta o un cañón gravitatorio. La alta dificultad que comentábamos al principio de éste párrafo reside precisamente aquí: controlar el arma, apuntar con una precisión milimétrica y completar cada fase es todo un desafío sólo apto para los jugadores más experimentados (o los más pacientes…).
No todo será esquivar pinchos y demás peligros, ya que en cada escenario nos las tendremos que ver con un jefe final, con un diseño bastante original y que aporta frescura al título. Además, de manera puntual también tendremos fases de disparos en scroll horizontal, y alguna que otra sorpresa escondida en este No Time To Explain. Pese a la variedad de situaciones que acabo de explicar, el juego se hace corto, muy corto. En aproximadamente 3 horas podremos acabar el juego independiente, quedando sólo la opción a conseguir los coleccionables escondidos en cada nivel, que proporcionan diferentes sombreros y skins para nuestro anónimo protagonista.
Gráficamente el juego es bastante colorista, con una estética en los personajes y enemigos que recuerdan a los trabajos diseñados por el estudio independiente The Behemont (Castle Crashers, Battleblock Theater) , incluso con ese humor ácido y salpicado de violencia que tan buen resultado le dio al equipo. Aunque haya comentado que la historia de No Time To Explain es lo de menos, siempre nos quedaremos con las ganas de saber que fenómeno paranormal va a acontecer, o qué bizarra dimensión o brecha temporal visitaremos. La trama se complicará hasta limites insospechados, y personajes que en un principio parecían muertos, por esas paradojas en la línea del tiempo volverán a estar vivos, incluso llegarán momentos donde coexistirán tres protagonistas de planos temporales diferentes. Todo esto, regado de escenarios a cada cual más diferente y estrambótico, lo que genera que no sea un juego de plataformas repetitivo y que visualmente disfrutemos de cada uno de los pequeños detallitos que encontraremos en pantalla (mención especial al mundo enfocado a través de los ojos de un diseñador de arte de videojuegos, no tiene desperdicio)
Un aspecto que puede dar rejugabilidad a No Time to Explain es la inclusión de un divertido modo cooperativo hasta cuatro jugadores. Eso sí, solo de forma local. Si ya es una locura esquivar obstáculos estando solamente un jugador, rodearte de otras tres personas más puede ser un simpático caos en tu pantalla de televisión. Esta experiencia resta dificultad al juego, pero gana muchos enteros en diversión, por lo que puede ser muy buena alternativa si no sabéis a qué jugar si alguien os visita en casa.
Para finalizar el análisis, tenemos que comentar un aspecto muy negativo que criticaremos duramente, y es la falta de textos en el juego, ni tan siquiera en inglés. Vale que los personajes hablan poco durante toda la aventura, pero uno siempre quiere saber qué bromas o chascarrillos hacen, aunque sean en inglés (y la pena es que, la mayoría de las veces, los comentarios son buenos). La inclusión de subtítulos no tendría que suponer un añadido extra al estudio, sino algo que forma parte del propio producto, y su ausencia resta enteros a la nota. Por lo demás, en el aspecto musical, el juego cumple, con melodías diferentes dependiendo qué mundo visitemos, y por líneas generales suele ser acorde a la temática escogida, con pistas que van desde la música clásica, canciones “midi” de juegos de 8 bits hasta composiciones algo más elaboradas.