Nos falta algo más que una cinta de Camela para estar completos en On the Road – Truck Simulator
Los simuladores están a la orden del día y gracias a ellos podemos controlar vehículos, ejercer profesiones y encarnar animales que de otra forma sería imposible. Sobre todo lo de encarnar animales, claro. Algunos se toman la propuesta optando por el camino de la creatividad y la broma fácil, mientras que otros intentan recrear fielmente las acciones y posibilidades que veríamos en la realidad. Aerosoft GmbH y toxtronyx se lo quieren tomar en serio, y por eso han presentado On the Road – Truck Simulator, una propuesta donde visitaremos las carreteras mas importantes de Alemania a bordo de nuestro camión. Ponte tu gorra, suminístrate bien de agua y picoteo para el camino, y prepárate para lanzarte al asfalto gracias a este nuevo simulador que aparca directamente en tu Xbox .
Que no se te cale el camión, Paco
No ha sido fácil analizar On the Road – Truck Simulator. Ni analizar… ni jugar. La ambición del estudio por crear un simulador con multitud de posibilidades pinta genial sobre el papel, aunque después a la hora de “ponerse al volante” no responde igual. Especialmente choca cuando tenemos recreadas fielmente ciertas funciones en nuestro camión, pero luego otras hacen aguas a la primera de cambio. Los 6500 km de autopistas, o las 15 ciudades germanas que tenemos para visitar no son motivos de peso ni tiene los alicientes suficientes como para ahondar en el título. Cuando las mecánicas jugables no responden cuando uno quiere, todo lo demás es secundario.
Resetea el tacómetro y empieza a rodar
Vayamos por partes. Lo primero que hay que hacer en el título de Aerosoft GmbH y toxtronyx es crear nuestro personaje y la empresa de logística que nosotros iremos expandiendo poco a poco. Acto seguido deberemos escoger la compañía de camiones que usaremos para realizar los transportes (Scania o MAN, para ser más precisos) y ya estaremos preparados para ser un “currito” mas. Que no os asuste ver el tema de finanzas, al resto de conductores que podremos contratar o los nuevos camiones disponibles. Todo es tan lento, tan pausado, que nos enteraremos de todos sus menús al poco tiempo. Porque horas en la carretera vamos a echar por un tubo,ya os voy avisando.
Arrancamos una jornada nueva en On the Road – Truck Simulator
Bien. Empezamos dentro de nuestro camión. Una ya grandecito, el juego no se anda con medias tintas. Intentamos acelerar pero vaya… el motor está apagado. Lógico por una parte. Arrancamos y ya por fin nos disponemos a mover la mole pero vaya.. el freno de mano está puesto. Nada, palanca arriba y a tirar millas. Según nos movemos ya notamos el peso y la escasa maniobrabilidad que posee el vehículo, así que nos armamos con calma y paciencia… hasta que salta un aviso: tenemos que insertar la tarjeta de registro con nuestra licencia para manejar camiones. “Pues va a ser un simulador exigente”, pensé yo. Y todas mis dudas se disiparon en la primera curva.
La irracionalidad dentro de la lógica
Seamos directos y concisos. No se puede ser tan exigente en unas cosas y levantar tanto la mano en otras. Si te saltas un semáforo, da igual. Si sobrepasas la velocidad, nadie te multa. Si te chocas con un coche ,aquí no ha pasado nada. Si te estampas a 80 km/hora contra un par de viejos en un banco, los viejos ni se mueven. No puede haber tanta recreación dentro de la cabina y tan poco detalle fuera. Eso hace que vivamos en dos mundos paralelos. Una situación de tesituras e irracionalidad. Puedes poner los intermitentes, pero no se ve nada por los retrovisores porque On the Road – Truck Simulator son de pega.
Aun no hemos llegado a lo bueno, no penséis que se acaba aquí el problema. Después de recoger la mercancía para entregar a su destino, y de haber repostado en la gasolinera de turno, toca emprender la travesía. Al igual que sucede en Death Stranding, más nos vale ir empalmando envíos en nuestra ruta, porque los viajes son muy largos. Y cuando digo muy largos, son muy largos.
Calculando la ruta más óptima…
En una de las partidas quise entregar un palé de pienso para animales que me obligaba a moverme desde Colonia hasta la propia Berlín. Una ruta maja, ya que casi había que recorrer de punta a punta el país. Pues bueno… después de media hora en carretera, expandí el mapa y vi que aun no estaba ni a la mitad de camino. Treinta señores minutazos que debían ser el doble para llegar a buen puerto.
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Si al menos por el camino hubiese algún tipo de paisaje bien realizado, o la posibilidad de poner la radio (no existe) o alguna otra actividad, todo sería más ameno. Es que no hay ni posibilidad de bajar a hacer pis. Y lo digo de verdad. Existen los típicos desvíos a zonas de servicio, pero una vez llegas no puedes interactuar con ellos. Eso si, salir de una ciudad, o entrar en la urbe de destino mola, ya que debes empezar a tomar desvíos, controlar la velocidad, estar atento a las señales… Al menos se sale de la rutina de la autopista.
¿Eso es un bache…o es un píxel?
Si en las mecánicas jugables, (o, si hablamos con categorías, como propio simulador) el juego no da la talla, al menos los gráficos podrían estar más trabajados. ¿Adivinad qué? Tampoco se salvan. La cabina deja mucho que desear, no está nuestro cuerpo presente (el camión se conduce solo) y los paisajes tienen mas aristas y pinchos que la cama de un faquir.
Ya sea en mitad del campo o en cualquier ciudad, todo huele a rancio. A gráficos de hace 10 años. A puesta en escena poco trabajada y que no ayuda a ver a On The Road: Track Simulator con bueno ojos. Hay un popping tan descarado que los coches y camiones que vienen de frente, que cuando aparecen lo hacen con un saltito. Como si aparecieran del cielo. Al menos los menús de gestión, y todo lo que conlleva, no se muestran muy duros e incomprensibles.
Conclusión
On the Road – Truck Simulator pretende hacer muchas cosas sobre el papel, pero la realidad es muy distinta. La idea de viajar por las ciudades mas emblemáticas de Alemania a bordo de nuestro camión puede llamar la atención. Y de hecho, no empieza nada mal. Pero su “perfeccionismo” en algunos puntos se ve lastrado por fallos muy graves en otros aspectos. Si a todo este planteamiento inicial ilógico le añades unos itinerarios extremadamente largos por autopistas extremadamente repetitivas, la obra de Aerosoft GmbH y toxtronyx acaba cansando. Hay una parte de gestión, si. Pero para llegar a ella de manera solvente, primero tendremos que darnos unos cuantos viajes para ganar dinero. Ya os digo yo que sale más a cuenta ahorrar dinero y alquilar un camión de verdad.
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