Nos adentramos en las profundidades del terror japonés con el regreso en forma de remasterización para todas las plataformas del exclusivo de Wii U y Koei Tecmo: Project Zero Maiden of Black Water
Con la aparición de las exitosas franquicias de terror Silent Hill y Resident Evil, muchos estudios trataron de emular sus triunfos. Lo cierto, es que en el 2000 con la Xbox original, Game Cube y PlayStation 2 surgieron grandes propuestas de calidad, como Rule of Roses, Eternal Darkness o Haunting Ground. Pero ninguna de ellas consiguió establecerse como saga, más allá de un título único, y sobre todo, ninguna era capaz de mirar de tú a tú a los gigantes de Capcom y Konami, salvo una: Project Zero, o Fatal Frame como se la conocer por tierras americanas.
Esta saga inspirada en el clásico terror japonés, desarrollada por Koei Tecmo y creada por Makoto Shibata logro posicionarse entre los grandes exponentes del género. Quizás alcanzó su culminación con su segunda y tercera entrega, pero lo cierto, es que todos los títulos de la franquicia rayan a un notable nivel. Con su vigésimo aniversario nos llega una puesta al día de uno de sus lanzamientos exclusivos, en este caso para la consola de Nintendo Wii U: Project Zero: Maiden of Black Water.
Estamos ante la quinta entrega de la serie de juegos de Makoto Shibata. Este título supo adaptarse a su tiempo y aprovechar las bondades del GamePad de Wii U, resultando en un juego de terror imprescindible para los amantes del genero. Pero, en su regreso a nuestros días ¿Habrá conseguido adaptarse con éxito después de siete años a las nuevas consolas? Pues si quieres saberlo, bebé un poquito de agua, coge tu cámara y acompañame en este viaje a las profundidades del terror japonés.
Las almas del monte Hikami
A lo largo de las aproximadamente 15 horas que dura el juego, nos aventuraremos a investigar los misterios que encierra el monte Hikami, antaño lugar espiritual en el que se desarrollo una nueva religión. Dicho culto procesaba creencias y costumbres basadas en la adoración del agua como deidad, y a su alrededor se producian extraños incidentes y fenómenos inexplicables.
Nuestro trío protagonista formado por Yuri Kozukata, Ren Hojo y Miu Hinasaki, se vera en la obligación de desvelar los secretos de la zona, y porque se ha convertido en lugar de “peregrinación” de suicidas. Como curiosidad, este lugar se inspira en el bosque de Aokigahara, lugar tradicionalmente ligado a fenómenos paranormales y con diversas muertes por suicidio.
Estos extraños rituales celebrados en el pasado, tienen como protagonistas a unas peculiares sacerdotisas que serán uno de los ejes principales de la historia y que no tardaremos en conocer.
Al menos, para combatir tan terrorífica experiencia, contaremos con nuestra cámara oscura, pilar e instrumento fundamental de todas las entregas de Fatal Frame. Está, juega un papel básico en la jugabilidad, y será nuestra única defensa ante los misteriosos entes con los que nos toparemos. También, la utilizaremos para encontrar objetos ocultos y resolver puzzles.
No conviene desvelar demasiados detalles de una trama que se nos antoja interesante, y que nos puede deparar hasta 8 finales diferentes en función de nuestras acciones en cada capítulo de la historia.
Tres personajes principales con habilidades unicas
Yuri Kuzokata tiene una peculiar habilidad sobrenatural conocida como “Shadow Riding”. Este don, desarrollado tras sufrir un accidente, le permite ver aquello oculto para el resto, como los recuerdos y experiencias de otras personas, e incluso las personas que han muerto. El peso de este poder le hace que se aleje de la sociedad, y acabe refugiada en una tienda de antigüedades junto con su dueña Hisoka Kurosawa.
Ren Hojo es conocido por las obras de ficción que escribe. Su última obsesión son las fotografías post mortem y trata de sacar información de ello para su próxima obra. Esta costumbre fotografíca arraigada en el monte Hikami le confiere un escenario ideal para su trabajo, que al final irá absorbiendo su curiosidad por investigar que hay detrás de estas fotos. Su vieja amiga Hisoka Kurosawa será una buena ayuda de cara a desvelar los misterios de Hikami y su arte fotográfico.
El rumor de que ha sido vista en la zona una persona muy parecida a su madre será lo que atraiga a Miu Hinasaki hasta Hikami. Esta joven aspirante a actriz también es capaz de detectar lo sobrenatural, por lo que su viaje al monte se tornará en una lúgubre aventura.
Como curiosidad, para los más avezados en la franquicia, Miu Hinasaki es hija de la primera protagonista de la saga, Miku Hinasaki. Podéis descubrir más en nuestro reciente retroanalisis del primer Project Zero para Xbox.
¡Alto o disparo…una foto!
Uno de los mayores retos de este remaster ha sido adaptar el control, sobre todo en cuanto al uso de cámara fotográfica. En Wii U utilizabamos el pad y su pantalla para la cámara, pero ahora con el mando lo haremos todo. Es sencillo activar la cámara, enfocar y disparar la foto. Además, podremos mejorarla conforme avanzamos con nuevas películas o lentes con diversos efectos.
Las fotos serán nuestra forma de atacar a los espectros. Cuantos más de sus puntos debiles captemos en nuestro enfoque, mas daño les haremos. Incluso, tendremos un “parry” llamado “Fatal Frame” que nos otorgará más puntos si la foto la echamos justo cuando nos ataca. Cada uno de los protagonistas tendrá un uso especial para la camara. Por ejemplo, Ren podrá hacer un combo de cuatro fotos seguidas.
Pero no os preocupéis si no veís claras estas acciones. Porque, nada más comenzar el juego, completaremos una fase a modo de tutorial que nos entrenará para usar la cámara en estos menesteres y de paso conocer a nuestros personajes y sus peculiaridades habilidades.
Otro de los usos de este aparato será desvelar objetos ocultos y resolver rompecabezas. Por si fuera poco, tendremos la posibilidad de captar a otros fantasmas en “momentos especiales” consiguiendo con ello puntos que podremos canjear por items con diversos efectos, por ejemplo, curativos.
El resto del esquema jugable hereda los defectos del original, lo que se traduce en un control tosco y poco agradable que se siente algo desfasado. Nuestros protagonistas no son especialmente ágiles, pero si le sumamos que veces no responden del todo bien, el movimiento se hace muy pesado.
Se ha buscado mejorar este apartado en la remasterización sin demasiado éxito, aunque al menos, el uso de la cámara si que resulta ágil y funciona sin problemas.
Novedades edición remaster
Al menos, si que se han incluido algunas novedades tangibles, jugablemente hablando. La más importante es su completo modo foto, que no permitirá crear auténticas escenas con multitud de poses y situaciónes.
Aunque esta edición no cuenta con los trajes extras de la de Wii U, como el de Samus, si que se han incluido una buena variedad de skin y accesorios para cambiar la apariencia de nuestros protagonistas.
Se ha mantenido la fase extra de Ayane, personaje invitado de Dead or Alive y Ninja Gaiden. En esta fase, primará el sigilo y resulta un divertido aliciente para jugar tras completar la campaña principal. El sistema de rangos de misión y los objetos extras secretos que se pueden obtener en cada fase, también ofrecen buenas razones para la rejugabilidad.
La exploración no ha cambiado y sigue siendo limitada a algunas áreas concretas donde conseguir objetos secretos. Siempre podremos seguir pulsando un botón el rastro fantasmal con el que el juego nos guía, aumentando la sensación de linealidad. Atentos también a la nueva forma y peculiar forma de coger objetos bajo la amenaza de unas manos inquietas.
Aspectos tecnicos de Project Zero: Maiden of Black Water
En cuanto al apartado técnico y gráfico, la resolución se ha mejorado, así como los efectos de luces y sombras. No obstante, a día de hoy se le notan un poquito las costuras al título, y la mejora no es tan grande como para esconder ciertas texturas más borrosas o menos trabajadas.
Los personajes lucen muy bien, pero los entornos no gozan de estas bondades y cuentan con elementos que nos recuerdan que el tiempo no pasa en balde. Aún con todo, en líneas generales, estamos ante un juego bonito gráficamente, con una lograda ambientación que consigue poner los pelos de punta al más osado.
El apartado sonoro ha aguantado mejor el paso de los años y sigue siendo fantástico. No hay demasiadas melodías, pero si muchos y notables efectos sonoros y ambientales, que en su conjunto, contribuyen a elevar la inmersión del jugador.
El doblaje al inglés y japonés de la voces está muy cuidado y bien trabajado. Lastima que no se haya aprovechado la ocasión para incluir una traducción al español, el videojuego está íntegramente en inglés y no incluye subtítulos al español. Choca está decisión cuando el propio director comento que la recepción del público español era importante, además de que sus ventas marcarían nuevos lanzamientos de la saga.
Conclusión
Si ya jugaste a Project Zero: Maiden of Black Water en Wii U, esta remasterización te aportará poco más que repetir la experiencia. Si no es el caso, estás de enhorabuena por tener la posibilidad de poder disfrutar de una de las entregas más notables de esta gran saga de terror.
Su cuidada y terrorífica ambientación, junto a su representación del terror japonés, directo y psicológico, le confieren una personalidad única, capaz de poner en tensión al más valiente. Su propuesta jugable, original y divertida donde nos defendemos con una cámara fotográfica controlando a tres protagonistas, choca con su plasmación al mando, por su tosquedad y sensación desfasada, pero aún así, no es inconveniente para no disfrutar de la quinta entrega de Project Zero lanzada en exclusiva para Wii U hace ya siete años. Lastima que no contar al menos con subtítulos al español si que pueda serlo para algunos usuarios.
Project Zero: Maiden of Black Water
39.99 eurosPros
- Su lograda ambientación de terror
- La mecanica de la camara oscura sigue sorprendiendo
- Un apartado sonoro a la altura
- El extra original de Ayane se mantiene
- La novedad del modo foto
Cons
- Control tosco y desfasado
- Graficamente correcto, el remozado en este caso no aporta demasiado detalle
- Repite en exceso algunos de sus escenarios