Regresa el rey del terror, un clásico de clásicos, uno de los grandes donde los haya, ¡Resident Evil 2!
Empezamos el año de la misma forma que lo hicimos en 2017, pasando miedo, y es que Capcom viene pisando fuerte en este 2019. La compañía nipona sorprendió a muchos aficionados o aficionadas del género del terror hace dos años con Resident Evil 7, y ahora quiere hacer lo propio devolviéndonos uno de los mejores clásicos del terror que se conoce en el sector del videojuego. Se trata de Resident Evil 2, un título que tenía al gran Hideki Kamiya como director, aunque por aquellos tiempos no era tan conocido.
En esta ocasión, no es una entrega totalmente nueva, sino que recibimos un remake con todas las de la ley. Este trabajo significa mucho para el sector, un ejemplo de cómo se tienen que hacer las cosas bien y cómo traer de vuelta un producto tan mítico como el que hoy tenemos ante nosotros, porque no solamente hay que tirar de nostalgia. Y esto se consigue claramente con cariño, apego y mucho trabajo duro, no solamente respetando el material original, sino encumbrando lo que en su día tuvimos pero mejorándolo y adaptándolo a los tiempos modernos.
Decimos que es un ejemplo claro, porque en esta generación hemos visto auténticas joyas de años pasados como Crash Bandicoot N. Sane Trilogy, Spyryo Reignited Trilogy, Monster Boy and the Cursed Kingdom, entre otras… pero también hemos sido testigos de meros refritos que no han aportado nada y que no nos vamos a parar a mencionar por respeto. A lo que íbamos, Resident Evil 2 está de vuelta y viene para demostrar el buen estado de forma que atesora Capcom en estos últimos años, pues en escasos meses también recibiremos el esperadísimo Devil May Cry V.
Centrándonos en Resident Evil 2, tenemos que decir que el título de 1998 se siente como si de un juego moderno se tratase en cuanto a concepto, propuesta e historia, pues con tan solo una puesta a punto en su apartado gráfico y jugable hemos disfrutado como auténticos enanos de esta experiencia de terror absorbente. Este remake se mantiene extremadamente fiel a su versión original, por lo que mantiene su perspectiva en tercera persona y no se pasa a la primera como se temían muchos fans después de Resident Evil 7. Por otro lado, a diferencia de otros remaster o remake de la saga, este ha dejado atrás los escenarios pre-renderizados y las cámaras fijas para ofrecernos una mayor libertad y fluidez en su apartado jugable.
Y es ahí, en su jugabilidad, donde radica realmente uno de los pilares más sólidos de este reestreno, ya que de haberse mantenido intacta la anterior seguramente estaríamos ante un apartado un tanto arcaico para los tiempos que corren y como resultado tendríamos una experiencia no tan redonda como la que hemos recibido. Por ello, Capcom ha dado en el clavo manteniendo la ambientación original, así como las sensaciones que la obra transmitía hace ya más de 20 años. No obstante, no pongáis el grito en el cielo por estos cambios tan bruscos en apariencia, pues puesto sobre el terreno se sienten de maravilla. El gunplay es sensacional debido a que al disparar sentiremos autentica tensión ante la posibilidad de fallar el tiro y quedarnos a merced de los zombis. Sobra decir también, que la munición suele ser escasa dependiendo de la dificultad elegida, así que ese es un factor añadido en el momento de escoger si pasar de pies juntillas ante un enemigo que no nos ha visto o reventarle los sesos de un tiro certero.
Este sistema parece sencillo a primera vista, pero entraña mucha más sustancia de la que cabría esperar. Es decir, el sistema de apuntado sigue siendo bastante similar a lo que estamos acostumbrados en la saga, pero incorpora diversos cambios que en nuestra opinión son para mejor. En esta ocasión podemos movernos, por lo cual mientras apuntamos no tendremos que mantenernos estáticos como antes. Esto es algo que nos deja libertad al apuntar y que puede quitarle cierta tensión o agobio a la acción, aunque como hemos comentado antes no creemos que haya sido así. Además, este mismo elemento nos permite afinar aún más la puntería si nos mantenemos quietos, lo cual es un claro guiño a la obra antigua que por otro lado nos permite hacer más daño a los enemigos y ahorrar munición.
Por otra parte, otro de los aspectos esenciales de Resident Evil 2, la exploración, se ha mantenido intacto respectando el material original. De esta forma, nos encontramos las clásicas puertas cerradas por llaves que nos harán volvernos locos a la hora de progresar en este clásico de terror, ya que estas no están abiertas desde un buen principio, así que tendremos que ir explorando cada rincón de esa condenada comisaria para saber por dónde hay que ir y así encontrar la llave que corresponde a cada tipo de puerta que nos encontramos. Por esa razón, así como las que ya venimos comentando, la esencia sigue intacta y auténtica, aunque la dificultad se ha visto un tanto alterada presentando tres modos de esta: uno realmente fácil, uno normal y el más desafiante de todos el hardcore. Y a diferencia de los dos primeros donde la partida se irá guardando automáticamente mediante puntos de control, el modo hardcore nos propone el sistema de guardado original, el cual solamente se puede salvar la partida mediante las cintas de tinta en las máquinas de escribir.
A nivel de historia ya habíamos adelantado que seguía cumpliendo muy bien, pues esta mantiene al jugador en vilo durante todo el desarrollo de la campaña. Sin embargo, el paso de los años es algo que influye directamente en todos, y Resident Evil 2 no es una excepción. De este modo, los primeros compases de la historia el videojuego tiene un poder increíble, llegando a asombrar y a sentirse como si de un título nuevo se tratase. No obstante, este pierde algo de fuelle cuando salimos de la comisaria, terminando en un desenlace un tanto descafeinado. Aunque bueno, eso quizás es más una posición u opinión de cada jugador.
Así pues, volvemos a acompañar a Claire Redfield y Leon S. Kennedy en su ardua lucha contra los infectados en una misión tremendamente peligrosa, descubrir que narices ha ocurrido en la comisaria además de saber quién está detrás de todos los acontecimientos sucedidos. En esta trepidante aventura de terror tenemos la posibilidad de afrontarla de diversas formas, pues a pesar de ser la misma historia existen dos escenarios, así como dos protagonistas. De esta forma, cuando finalizamos uno, se nos da la opción de ver la otra cara de la moneda con una nueva partida que nos aclarará algunas de las escenas que vemos en la primera pasada. Esto es algo que le aporta rejugabilidad a la propuesta, pero que a día de hoy puede no ser del todo atractivo al ofrecer tan pocas diferencias de un escenario a otro, salvando obviamente las misiones exclusivas de cada personaje.
El contenido del videojuego teniendo en cuenta los escenarios que ofrece, los modos y las posibilidades de volver a jugar, es bastante considerable. Por un lado, tenemos las campañas que pueden durarnos entre 6 y 9 horas cada una dependiendo de la forma de jugar de cada jugador. Y por otro lado, tenemos la galería de arte y personajes para desbloquear según nuestras hazañas mientras jugamos o los modos extra que estarán disponibles una vez consigamos el final verdadero del juego. Estos son: The 4th Survivor y Tofu. El primero de ellos, es una especie de mini-juego en el que encarnamos Hunk, un soldado de U.S.S Umbrella, con la finalidad de escapar a través de las alcantarillas hasta la comisaría de Raccoon City. El segundo, nos ofrece un reto similar al anterior, aunque en condiciones mucho más adversas y siendo un maldito Tofu… que más se puede pedir.
En cuanto al apartado gráfico, quizás el más llamativo para los iniciados en esta saga o los más veteranos, hay que decir que el trabajo realizado es sencillamente soberbio. La calidad de este apartado es indiscutible y representa solamente un atisbo de lo que Capcom puede llegar a lograr en los años venideros, y si no esperar a Devil May Cry V. El acabado del título es muy bueno, mostrando unos modelados muy logrados, así como unas animaciones muy bien recreadas. Además, la tecnología que han utilizado logra una iluminación de los entornos muy realista, quedando así enteramente al servicio de la ambientación. Pero eso no es todo, pues las físicas de impacto que han recreado en esta ocasión están fuera de lo común. Ver como nuestros disparos impactan en los zombis es un ejercicio macabro y despiadado, aunque enteramente disfrutable. Por ello es una gozada ver como los miembros se van desprendiendo de sus posiciones naturales a medida que vamos impactándolos con nuestras balas. Asimismo, hay que resaltar el exquisito trabajo en cuanto a la dirección artística se refiere, pues el rediseño de las criaturas es espectacular.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce y en algunas ocasiones vemos texturas que desentonan por su mal acabado, o como en otros momentos la imagen no es todo lo nítida que cabría esperar. Y lo mismo ocurre en cuanto a su rendimiento, el cual no es malo aunque podría haber sido bastante mejor. El videojuego experimenta alguna que otra bajada en su tasa de imágenes, siendo alrededor de 60fps en las versiones más punteras de consola y de 30fps en las versiones estándar.
Por último, el apartado sonoro no solamente es la guinda perfecta a este maravilloso producto, sino que consigue ensalzar la atmósfera que logran recrear todos los apartados anteriores. Así pues, los efectos de sonido son contundentes y absolutamente formidables, ya que escuchar los pasos del Tyrant nos pone en alerta inmediata o incluso los de los zombis. La banda sonora es algo discreta, aunque sabe hacerse de notar cuando es necesario. Así pues, esta se ha dejado en un segundo plano para primar el silencio y así dar poder a la sensación de soledad ante el peligro que nos asola. Asimismo, el trabajo de localización de Resident Evil 2 al castellano es muy notable. El videojuego cuenta con voces y textos en castellano presentando una calidad muy loable.
Conclusiones
Resident Evil 2 es un trabajo soberbio por parte de Capcom, el cual no solamente nos devuelve uno de los mejores clásicos del terror, sino que nos demuestra cómo hacer un remake con todas las de la ley. Sin duda alguna, es un homenaje a la altura de lo esperado, así como una recompensa para todos aquellos aficionados o aquellas aficionadas que han respaldado y apoyado la saga durante la trayectoria de esta. Asimismo, también es un gran atractivo o reclamo para todas aquellas personas que quieran adentrarse en estas historias de terror.