S.Prysm Destroyer tiene espíritu de Arcade Noventero de Robots gigantes estilo Anime. Muy divertido pero limitado.

Llega a Xbox un run ‘n gun que va directo al grano. Tenemos que conseguir la mejor puntuación y durar lo máximo posible. Aires de arcade matando robots con forma animal. Pero antes…

Un poco de contexto.

El futuro no existe, ha sido destruido por unas máquinas conocidas como Primordiales: T.Rex, Gorilas, Calamares y Mujeres Abeja que campan a sus anchas con el único afán de destruir lo que queda de la humanidad. Y lo que queda es Amor (no el concepto, no seamos tan intensos), una chica que puede ser la última esperanza de la humanidad. Amor estaba perdidamente enamorada de un chico que diseñaba robots (que casualidad) hasta que este murió trágicamente. Esto dejó a nuestra protagonista incapaz de sentir… amor pero con unas ganas de reventar y destruir imparables. Y otra vez: la casualidad que su chico había terminado un Mecha ultra destructivo. Ya está liada.

Pues bien, este contexto me lo he leído en la sinopsis, porque el juego entra directamente a la primera fase a matar. Ni historias ni contexto ni nada: Llevas un Mecha, te atacan, les destruyes. ¿Para qué saber más?).

Más que Amor, frenesí.

Realmente no necesita una historia para ser disfrutón y desde el primer momento S.Prysm Destroyer te pone a pegar tiros sin preguntar en fases de scroll lateral y plataformeo. Un poco estilo Contra apuntando y moviéndonos a la vez mientras que esquivamos los ataques enemigos. Este frenetismo tiene un in crescendo continuo a base de power ups y poderes especiales que nos hacen tan destructivos que llena la pantalla de explosiones, disparos y llamas. Momentos así hacer que pongamos el piloto automático del mecha y nos dejemos llevar por el espíritu del caos y destrucción desmedida, sin fijarnos en las diferentes trampas que hay más allá de los enemigos: Torretas, rayos y columnas de fuego estratégicamente colocadas para frenar nuestro frenesí y actuar con un poco más de cautela a la hora afrontar una fase.

De cuatro en Cuatro.

Si la historia no es importante, las fases tampoco. S.Prysm Destroyer también economiza en este sentido creando un bucle jugable de cuatro fases. Si, sólo cuatro es un poco escaso para un juego de este estilo. Ni procedimental ni nada, exactamente el mismo diseño de fase. Pero lo que importa es la puntuación y el número de fases jugadas y repetidas. 

Los enemigos, los Primordiales, ya los he numerado: hay cuatro. Sí, otra vez el cuatro, puede haber un patrón pero no. A medida que avanzamos se vuelven más agresivos y cambian el color de Blanco/rojo a Negro/Rojo  y luego Verde… y así, siempre los mismos, cada vez más en pantalla y malencarados.

Toda esta dinámica de repetición simplemente afecta la implicación del jugador con el juego siendo S.Prysm Destroyer un arcade al que jugarse una partidilla de vez en cuando para ver si mejoramos la puntuación más que un single player que exprimir de seguido. De hecho la jugabilidad no es mala, los movimientos y el ritmo de cada partida está muy bien medidos en crecimiento constante hasta que el cuerpo del Mecha aguante.

Viejuno hasta en lo visual.

El apartado visual es bastante básico. Los diseños repetidos (esto ya lo he dicho, no?) y las fases no son iguales por el cambio de fondo pero sólo por eso. Todos comienzan saliendo por un hangar y entrando en otro. El único elemento que puede estar más trabajado es el diseño de personajes, pero con muy poca definición. Tampoco ayuda un filtro que tiene por defecto que aplica el entrelazado típico de las televisiones de tubo. Esto le da un toque más arcade pero ensucia una imágen que, cuando la cosa se pone seria, cuesta mucho de leer. Por suerte se puede quitar.

Otro efecto que también puede llevar a la máquina arcade antigua es su exageradamente grande hud. Ocupa tanto espacio que el área de juego es realmente un 4:3, ese formato que los más viejos del lugar conocerán. Una exageración para las cuatro (otra vez ese número) cositas que tiene que mostrar.

Entre ellas una ventana que muestra a Amor, piloto del Mecha, con una innecesaria animación de su pecho subiendo y bajando. Eso sí, la cara sólo parpadea. Todo lo que no han creado en diseños  de nuevos enemigos o fases se lo han gastado en Amor (el personaje) dándole diferentes vestidos a la waifu protagonista.

Conclusiones.

S.Prysm Destroyer es un juego muy divertido y la mecánica Run ‘n gun le funciona perfectamente. Es muy entretenido intentar subir tu puntuación y ver tu nombre en lo más alto del ranking mundial. Pero esto no quita las deficiencias que tiene. Está claro que no se le puede pedir todo a un equipo tan pequeño, pero un poco más de variedad en las fases y en los enemigos hubiese sido de agradecer. Si me dices que es un roguelite no me importaría, pero las fases son iguales en su forma. La escalada de dificultad con los enemigos está bien, pero si no varían las zonas de juego el reto se reduce.

S. Prysm Destroyer

7,99 €
5.2

5.2/10

Pros

  • La escalada de la dificultad es buena
  • El control es muy agradable
  • Un gorila robot te puede hacer un suplex

Cons

  • El diseño de las Fases se repite
  • Los enemisgos son siempre los mismo

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