Nada mejor que empezar el año con Shinorubi, un juego cargadito de adrenalina y frenesí
Cuando uno encara un análisis de juegos de naves, pocas veces se sorprende. Puede haber cambios en el apartado visual, o un ligero ajuste en las mecánicas con el mando, pero todos funcionan de una manera muy parecida. Shinorubi no es diferente a lo que ya hemos visto en propuestas similares, pero llama la atención por varios aspectos. Primero por el tamaño de las propias naves, ya sean aliadas o enemigas. Y segundo, por ese colorido que junto con las explosiones lo hacen hipnótico a los ojos de quien tiene el mando. A poco que te guste el género de los shooters en scroll vertical, seguro que te interesará la aventura que se han marcado los chicos de Red Art Games y Last Boss 88. Lo más parecido a tener un arcade actual en casa.

Llegó el momento decisivo
Aunque la historia en estos casos pasa a estar en un segundo plano, tenemos un contexto que nos da motivos para luchar y liderar a la resistencia. El gobierno liderado por la princesa BAÄA tiene en su propiedad un poder descomunal que mantiene a raya a todo el planeta de Shinorubi y a sus habitantes. Parece que nada ni nadie puede cambiar esas tornas. Pero por suerte, una profecía dice que cada 1000 años existe un momento donde el gobierno flaquea mostrando su punto débil. Por supuesto, justo en ese momento tocará armarnos de valor y enfrentarnos a todo un ejército de bestias que nos querrán cortar el paso.
A nuestra disposición tendremos ocho pilotos disponibles, cada uno con sus características propias y tipos de disparo diferentes. Habrá algunos equilibrados y otros que usen su agilidad para colarse entre las ráfagas de disparos del enemigo. No faltarán los que usen su fuerza bruta para erradicar cualquier amenaza que se plante en nuestro campo de visión. Está muy bien pensado todo, desde el diseño de las naves hasta su manera de disparar. Algunos tendrán un disparo más oblicuo y otros directamente serán un disparo certero en al parte central. Habrá quienes lanzarán una salva de misiles de manera esporádica y otros distintos que proyecten un láser por la parte trasera de la nave. En nuestras manos está la decisión de escoger la nave que más case con nuestro estilo de juego.

Potencia, velocidad y dispersión
Además del disparo común, tendremos el tiro concentrado. Esta modalidad secundaria para aniquilar rivales enfoca todo el poder de ataque en un único punto, y se hace especialmente útil frente a enemigos finales o naves especialmente duras de reventar. Eso si, seremos penalizados con una ralentización de movimiento. Y si estamos rodeados por una buena ráfaga de balas moradas, nada mejor que ponernos a salvo con los bombas, el ataque especial que comparten todas las naves que nos sacarán de un apuro en los momentos más críticos.
Aunque en la descripción del juego vemos la etiqueta bullet-hell… yo no catalogaría a Shinorubi como tal. Es cierto que requiere un aprendizaje, y si queremos hacer las fases de manera inmaculada, habrá que practicar con nuestra nave y aprender los patrones del enemigo, especialmente de los final-bosses. Pero no me parece que sea un título que nos obligue a medir al milímetro la posición de nuestro vehículo. Al menos en su modo estándar de dificultad, ya que existen otras dos dificultades extra por encima.

Como pez en el agua
El juego como sí no se tarda mucho en completar. En cuestión de media hora podremos acabar las 5-6 fases que componen la aventura principal. Además, tendremos continuaciones casi infinitas, lo que permite que lleguemos a los créditos finales sin problema. Y hablando de fases, la mayor pega que veo en este título es su falta de ideas tanto de enemigos como de los propios niveles en sí. He comentado anteriormente que el diseño de las naves aliadas está muy chulo, pero no puedo decir lo mismo de los niveles que recorreremos en el juego, y algunos de los enemigos finales parecen repetirse de lo parecidos que son.
Y aunque la campaña principal se pueda completar en cuestión de media hora, la diversión no finaliza ahí. Aparte de los modos de dificultad extra, hay variantes a modo de desafíos para que sigamos mostrando nuestras dotes de piloto. Existe desde un modo donde sólo nos enfrentaremos a los jefes finales hasta una especie de caravana donde habrá que aguantar 2 ó 5 minutos sin ser derrotados. Salvo por una opción cooperativa (que entiendo que no haya, debido al magno tamaño de las naves), hay de todo como para disfrutar tardes sueltas de la particular propuesta de este shooter de scroll vertical.

Conclusión de Shinorubi
Red Art Games y Last Boss 88 quieren que arranquemos el año cargaditos de adrenalina gracias a su shooter de scroll vertical. Sobre el papel estamos ante un juego de naves más, pero el tamaño de los vehículos, la cantidad de explosiones y luces que veremos en pantalla nos mantendrán pegados al mando durante largas sesiones de juego.
No es un título excesivamente largo, y por su propia naturaleza es complicado implementar una opción cooperativa. Pero debido a sus modos de juego y desafíos adicionales, seguro que estaremos atrapados durante mucho tiempo. Lo peor para mi es la falta de ideas y diferenciación de cada fase, siendo todos muy parecidas entre sí. Eso sí, si nos enfocamos en la acción propia que destila el juego, da igual qué piloto de los ocho disponibles escojamos, que haremos todo lo posible por salvar Shinorubi de las garras del gobierno corrupto.
Shinorubi
Pros
- Acción directa y sin tapujos
- Variedad muy buena de pilotos seleccionables
- Naves increíblemente grandes y multitud de explosiones
Cons
- Los escenarios se repiten mucho
- Aunque es comnplicado... siempre se echa en falta una opción cooperativa
- Puede que los modos de juego se queden un poco escasos