El título de snowboard desarrollado bajo el paraguas de ID@Xbox llega a Xbox Game Pass.
En los últimos años, los desarrolladores de juegos deportivos han intentado innovar tomando un elemento cada vez más popular como es el del mundo abierto. Títulos como NBA 2K o nuestra querida saga Forza Horizon lo han hecho y muy bien. Hace unos años, el título de snowboard Steep, desarrollado por Ubisoft, también se unió a esta moda y salió un título más que encomiable. Pues tomando estos derroteros, la desarrolladora Foampunch nos trae este Shredders (bajo el paraguas de ID@Xbox), un título que está claramente influenciado por estos juegos de mundo abierto.
Desde que empezamos a jugar a Shredders nos queda muy claro que los desarrolladores se han basado en aquellos míticos juegos de los primeros años 2000 como fueron SSX o Amped. Los primeros momentos con el juego son prometedores, ya que Foampunch nos suelta en una enorme pista de nieve sin ninguna atadura y libres para hacer lo que queramos. La premisa del título es sencilla: tú y tu mejor amigo, Scotty, sois unos locos de los vídeos de snowboard en YouTube. Mientras nos encontramos grabando uno de esos muchos vídeos nos descubre una embajadora de una marca que nos da la oportunidad de llegar a lo más alto con algunas oportunidades de patrocinio.
A partir de aquí, los retos y las misiones comienzan a aumentar y se dispone de más lugares en el mundo de Shredders para explorar hasta llegar a un evento profesional. Por desgracia, todas las buenas señales comienzan a desvanecerse rápidamente después de la introducción del peculiar elenco de personajes de Shredders. Está claro que estamos ante un juego de muy bajo presupuesto, pero es imposible no venirse abajo cuando ves los modelados de personajes sacados de la época de Xbox 360 y un doblaje en inglés que parece realizado por estudiantes de doblaje. El juego cuenta con la participación de snowboarders profesionales de la vida real, algo que sí que hay que reconocer al juego, pese a que sus caras nunca aparecen por esta extraña decisión técnica en la que los personajes parecen monigotes. Los personajes están siempre cubiertos por una máscara, lo que, por supuesto, tiene sentido por la dureza del clima, pero también parece una forma de que los desarrolladores eviten la tarea de las animaciones faciales.
La mayoría de los retos y misiones del juego consisten en completar una serie pruebas basadas en realizar algún tipo de truco o ganar una carrera, desbloquear nuevas misiones y escenarios, y obtener a cambio recompensas de personalización (podremos vestir prendas y elementos de marcas conocidas como North Face o Burton). Es comprensible que Shredders quiera que los jugadores desbloqueen más partes del mapa mediante la progresión, pero cuando el juego predica la exploración y el gusto por la libertad, resulta extraño que se prohíba al jugador llegar a las profundidades del mundo desde el principio. Tampoco hay mucho que hacer en el mundo en sí, ya que los escenarios serán meras excusas para practicar trucos y poco más.
La mecánica de juego de Shredders no es precisamente complicada, pero al principio sí que nos costará hacernos a los controles. Realizar saltos, trucos y aterrizajes con éxito es muy divertido al comienzo, pero el juego nunca da la sensación de alcanzar un ritmo adecuado para mantenernos engancharnos. El problema viene derivado en que el título de repente se convierte en una especie de simulador total de snowboard con tantos movimientos y variaciones de agarres, grindeos y volteretas que conseguir, algo que para los aficionados del géneros será una maravilla, pero para los que no será una cruz. Por desgracia, Shredders no consigue evocar esa sensación arcade de frescura asociada a tantos grandes del género como Amped.
Sin embargo, debemos decir que Shredders es un juego perfecto para aquellos que quieran relajarse después de jugar a un juego más “movido”. Tirarnos por una colina o ir por ahí saltando sin objetivos de los que preocuparse se hace divertido. Con un poco más de vida en el mapa del juego, tal vez con otros personajes controlados por la IA adornando el mundo, esta sensación se potenciaría y podría ser incluso más divertido.
El juego se empeña en hacernos saber siempre lo gigantesco que es, pero no hay muchos incentivos atractivos para progresar. Aparte de ver más puntos de aparición, la personalización es sorprendentemente escasa para un juego que cuenta con una impresionante lista de marcas licenciadas. Podremos ponernos diferentes tipos de tablas, gafas, abrigos, entre otras, pero estas no afectan al rendimiento de nuestro personaje, lo que hace que conseguir estos objetos mediante misiones sea un mero trámite.
Cuando Shredders se presentó en el pasado E3 durante la conferencia de Microsoft y Bethesda, a muchos nos entró por los ojos por su apartado técnico y esta interesante propuesta de mundo abierto. Pues bien, pese a que se confirma desde Foampunch que el juego funciona a 4K y 60FPS en Xbox Series X, una extraña sensación de borrosidad aparece por los escenarios en muchos momentos, por no hablar del rendimiento inconsistente que presenta. No serán pocas las veces en la que bajando por las pistas el juego pegue pequeños tirones que hacen que nos estampemos contra la nieve de manera incontrolada. También comentar la aparición de ciertos bugs, que empañan el resultado final.
En cuanto al apartado sonoro la música que acompaña esta bastante bien al principio, predominando los sonidos electrónicos y en ocasiones chili&out, perfectos para relajarse. El problema viene cuando pasas un par de horas escuchando una y otra vez las mismas canciones, algo que hace que acabemos hastiados y casi que prefiramos poner el modo mute a la televisión. Los efectos de sonido también presentan algunos problemas de sincronía. Mención especial a la traducción al castellano, la cual es bastante justa, ofreciéndonos situaciones en la que no sabremos muy bien que hacer debido a una mala utilización de palabras.
Shredders es un título quizá con unas ambiciones mucho más grandes de lo que su más que ajustado presupuesto indie le han permitido hacer. Hay cosas buenas, como un buen sistema de control y lo divertido que es hacer el cabra por las pistas, pero las cosas malas suelen predominar más, y esto hace que a las horas de haber comenzado el juego dejemos de jugar. Lo mejor de todo es que lo tenemos en el catálogo de Xbox Game Pass, lo cual es siempre una buena noticia, ya que permitirá a muchos jugadores acercarse a él.
Shredders
29,99€Pros
- Si eres fan del snowboard vas a disfrutar
- Controles satisfactorios
- Perfecto para relajarse mientras juegas a otros títulos más grandes
Cons
- Técnicamente parece de hace dos generaciones
- Problemas de framerate y aparición de bugs
- Traducción al castellano deficitaria
- Mundo abierto vacío y con poco que hacer