El primer juego September Games llega a Xbox sobre zancos. Stilt Fella quiere que estampes el mando aprendiendo a jugar.
Desde que existe una computadora existen juegos que desafían la paciencia del jugador a base de las físicas. Videojuegos en los que dar un paso ya es un desafío en sí mismo. Experiencias como Qwop, que tras hacer 0.2 metros, el muñeco se caía de bruces y te sentías más descoordinado que Rosalía (la buena).
A 50 cm del suelo porque sí.
Stilt Fella nos plantea un mundo en zancos. Bueno no, decir eso nos hace pensar en que todos los humanos de la tierra tienen que ir en zancos porque el suelo irremediablemente les mataría ya que hay un virus megamortal que sólo sobrevive a 10 cm del suelo. Este juego no tiene historia que yo haya descubierto. El hombre va en zancos y tiene que moverse por un entorno poco adaptado para desplazarse sobre dos palos hasta llegar a una meta, punto.
Esta falta de profundidad no tiene porque suponer nada malo. Desde las primeras maquinitas los juegos se basan en puntuaciones y tiempos. Stilt Fella también lo tiene: tablas de tiempos mundiales y el afán por superarse. Pero también hay que lidiar con el aparatoso control. Ahí está el juego y donde se pierde la gracia. Porque resulta divertido ver a un streamer perder la poca cordura que puede tener intentando llegar a la cima con un hombre metido en un caldero, pero jugarlo tiene mucho de desafío y poco de entretenimiento.
La dificultad de los niveles no es desmedida y va escalando poco a poco, mostrando en muy pocas ocasiones fases genuinamente sorprendentes. La mayoría tiran de tópicos con plataformas que se hunden,móviles, escaleras y huecos en el escenario. Con los pocos movimientos posibles que tiene sí que hay desafíos en los que se necesita pensar más allá de la mecánica de avance, realizando saltos o manteniendo equilibrios poco naturales. Aún así nada nuevo que le aporte un toque de originalidad, la Stacy Malibú ahora lleva zancos.
Muy simple.
Cero novedades también en el diseño del juego, siendo algo bastante plano y poco trabajado. Escenarios vacíos y carentes de vida. No quiero decir que le falten NPC que se paseen, no hacen falta. Además hay una oveja muy cuca que a veces te observa. Me refiero que falta esa chispa de creatividad que lo diferencie de una versión de prueba hecha por estudiante. Es el primer proyecto de un desarrollador en solitario, pero no por ello quiere decir que no tenga diseño. Da la sensación que sólo ha juntado formas predefinidas para crear al hombre y los escenarios, para centrarse en el sistema de movimiento y físicas. Un poco como dibujar un caballo, centrándose en una parte descuidando el resto.
Aunque tampoco es eso. Es curioso y bien pensado cómo te muestra en el tutorial que los zancos son una prolongación de los Joysticks y que para levantarlos del suelo hay que apretar los gatillos. Claro, el stick y gatillo izquierdo para el palo izquierdo y los derechos para el derecho. Eso es todo lo que manejamos en un escenario con elementos con los que interactuar. Y aunque en ciertas ocasiones es preciso en otras actúa con poca lógica (y con algún bug) teniendo que repetir las fases. Tiene otro modo “loco” con cohetes en los zancos que añade el efecto jetpack pero aún así tampoco resulta ni refrescante.
Conclusiones
Stilt Fella es un juego meme. Una experiencia que contada parece loca y divertida. Visto en algún canal de streaming, como se señala en su cuenta de X, puede resultar gracioso para apostar a ver cuanto tarda en tirar el mando el creador de contenido. Parece un juego creado por un desarrollador para probar un punto de un juego posterior en un estudio de desarrollo. Como experiencia jugable bien, si se pudiesen hacer las propias fases, mejor. Pero cómo única dinámica el ir en zancos no comunica ni aporta nada. No compensa llegar a la meta, ni el camino realizado. Tiene otro modo “loco” con cohetes en los zancos que añade el efecto jetpack pero aún así tampoco añade más dinamismo. Y ojo que son cohetes. Puede que tengamos un nuevo fenómeno de Twitch (aunque Stilt Fella es de 2020), pero lo dudo.