Allá por los años 90, vivimos una de las décadas más proliferas y fructíferas en cuanto al mundo de los videojuegos se refiere. De aquellos años recordamos con gran anhelo multitud de títulos que hoy en día son considerados como clásicos y obras de culto en el sector. También, pudimos ver como uno de los géneros más queridos, el RPG, vivía su edad de oro, y como años después, o en la actualidad ha perdido mucha fuerza.
La entradilla anterior, en la cual nos hemos puesto un tanto sentimentales, nos viene al dedo para presentar Stories of Bethem: Full Moon, el cual nos ha retrotraído a aquellos mágicos años. Este título es un action-RPG con identidad y personalidad propia que nos ha hecho volver a soñar y recordar viejos tiempos. El juego nos hace rememorar viejas glorias y referencias de la historia de los videojuegos y el género, como: The Legend of Zelda: A Link To The Past, Dragon Quest, Final Fantasy, Alundra o Chronno Trigger y podríamos citar unos tantos más… Y no solo nos hace recordar a los clásicos anteriormente citados, sino que los homenajea con muy buen gusto.
Stories of Bethem: Full Moon ha sido desarrollado por Gugames Development, un pequeño estudio Español afincado en Jaén en el que actualmente trabaja Cristóbal Mata como único desarrollador. Estamos ante un juego creado por profesionales de nuestro país, y eso se nota en muchos aspectos y matices de la historia, puesto que ésta viene aderezada con pequeñas pinceladas de humor, un humor picaresco a la par que burlesco, el cual es tan característico en nuestra tierra.
El estudio Gugames Development fue creado en el año 2012 y hasta la fecha solo había desarrollado productos para smartphones con modelos de negocio gratuitos. Sin embargo, en el año 2015 nos ofreció su primer juego importante para Steam y que ahora después de poco más de un año recibimos adaptado en nuestras Xbox One. Veamos que nos ofrece Stories of Bethem: Full Moon en su análisis al detalle.
El juego trata de atraer a todo tipo de jugadores con una propuesta clásica adaptada a los tiempos que corren, ofreciendo unas mecánicas y un estilo de juego más acorde a los cánones actuales. Stories of Bethem es pura fantasía, nos ofrece una experiencia única donde sus grandes virtudes son la exploración, la resolución de puzles y los secretos.
La historia que nos propone el título sin ser lo más rebuscado que hayamos visto cumple con creces su cometido, manteniendo un hilo argumental de principio a fin, clásico, pero existente y presente en todo momento. En esta aventura encarnaremos a Khoma, un joven nacido en Bethem, que tendrá que emprender un viaje con multitud de desafíos para tratar de salvar a su padre del hechizo al cual lo tiene sometido la temible Bruja Azul. Nuestro protagonista recurre a la Bruja Roja, la hermana de la Bruja Azul, con el fin de que ésta le pueda ayudar a romper el conjuro. La Bruja Roja requiere de ocho objetos oníricos para realizar un conjuro que rompa la maldición de su padre. Y de esta forma inicia el periplo de nuestro héroe, el cual le impone un sinfín de retos e un inmenso mundo a explorar.
Hasta aquí es todo cuanto podemos deciros para poneros en situación y no destripar nada del argumento del juego, el cual va ganando profundidad y enteros a medida que avanza la aventura. Por otra parte, toda historia que se precie debe contar con unos personajes a la altura que refuercen y potencien los sucesos de la experiencia. Stories of Bethem tiene este elemento y lo ejerce a las mil maravillas, sus personajes rebosan carisma y personalidad, aunque algunos secundarios podrían haber tenido más relevancia, al menos desde nuestro punto de vista.
Sin embargo, donde verdaderamente se luce Stories of Bethem: Full Moon es en su jugabilidad, y en su vasto mundo repleto de bosques, mazmorras, desiertos y demás parajes por explorar. Bethem es una región grande y variada en la cual hay disponibles bastantes tareas a realizar, a parte de las misiones principales. Además, es un lugar donde la magia fluye y las leyendas de fantasía cobran vida. Por ello, nuestro protagonista hará uso de la magia canalizada mediante hechizos para poder defenderse de los incesantes monstruos que asolan las tierras de Bethem.
Khoma empieza su andanza con un hechizo básico, aunque según va desarrollándose la aventura podrá aprender nuevas magias, que a la vez le permitirán acceder a nuevas zonas, las cuales anteriormente eran inaccesibles. La región de Bethem se divide en diferentes áreas, y éstas no todas son accesibles desde el principio del viaje. Muchas de ellas están pensadas para volver después de conseguir un cierto hechizo o habilidad. Este aspecto, denominado “backtracking”, está llevado con una delicadeza y una solvencia exquisita, lo cual denota una gran labor en diseño de niveles y escenarios.
A todas las misiones principales y tareas secundarias que nos ofrece el juego hay que añadir una gran cantidad de coleccionables. Estos coleccionables no se sienten como tales, dado que la gran mayoría de ellos son necesarios para poder avanzar en nuestro viaje o para mejorar las habilidades Khoma. Por lo consiguiente, a medida que avanzamos, será necesario examinar todo a conciencia para encontrar multitud de objetos útiles. De entre todos los objetos, los que destacaríamos serían los medallones ignotos. Éstos sirven para mejorar nuestro brazalete, y así aumentar el daño que hacemos con nuestras magias.
Bethem es una región que se siente viva e incluso palpita por sí misma. Todas las zonas o áreas que la componen están repletas de detalles y NPC’s. Hablar con los personajes que nos encontremos será importante, puesto que algunos nos cuentan partes de la historia sobre la región y cosas interesantes que serán de gran ayuda para cumplir nuestro objetivo. Además, los diálogos son bastante amenos, ya que la mayoría de ellos están aderezados con ese toque de humor del cual hablábamos antes. También, cabe destacar que hay personajes que abren misiones secundarias, así como la posibilidad de completar una cadena de intercambios de objetos, con la cual podemos llegar a conseguir una casa en el pueblo partiendo de una lata de conservas.
Otro componente importante referente a lo comentado anteriormente son los enemigos o monstruos. Éstos son muy variados y abundantes, llegando a tener un reportorio de enemigos muy nutrido. Los diseños de los enemigos, así como sus mecánicas y animaciones, está muy bien trabajados cosa que se agradece, ya que pasaremos mucho rato enfrentándonos a ellos. No obstante, existen algunos enemigos que reciclan el diseño de otros, aunque éstos cambian sus mecánicas.
El sistema de control cumple correctamente con lo requerido y responde bien, cosa que se agradece, y más teniendo en cuenta que los combates y enfrentamientos contra monstruos son muy frecuentes. Es simple e intuitivo, pero cumple correctamente con su función, aunque igual hemos notado alguna imprecisión al manejar el personaje con el “stick“ izquierdo. No obstante, siempre podemos hacer uso de la cruceta con la cual, al menos nosotros, nos hemos sentido más cómodos.
Por lo tanto, podríamos decir que el juego cuenta con una jugabilidad heredada de los clásicos a los que homenajea, aunque adaptada a la actualidad. El juego se deja jugar de lujo y es adictivo, es más hemos estado jugando tranquilamente y cuando nos hemos querido dar cuenta habían trascurrido horas. El diseño de los niveles y la excelente estructuración de las mazmorras, así como cualquier parte del vasto mundo a explorar, son algunos de los elementos por los cuales estaremos horas y horas intentando exprimir al máximo el juego. La duración de Stories of Bethem: Full Moon es muy buena, puesto que ofrece un total de 20 horas jugables para poder terminar el juego, e incluso muchas más para terminarlo al 100%, ¡Además todas y cada una de ellas son disfrutables al máximo!.
El último elemento que nos queda por comentar de la jugabilidad es el mapa. Éste es una herramienta de doble filo. Nos explicamos, el mapa del juego es muy sencillo hasta el punto de ser poco útil para el jugador, pero ojo, esto está hecho a propósito. El mismo desarrollador se mofa de ello en el juego, puesto que en Ciudad Central encontramos un personaje que nos dice algo parecido a esto: “¿Has echado un ojo al mapa?, es muy útil para saber la dirección y hacia donde debes ir, pero el desarrollador no ha estado muy atinado en su diseño”. Con lo consiguiente, nos perderemos buscando la senda correcta que nos lleve a nuestro objetivo una y otra vez, pero no os engañéis, ya que ésta es realmente la magia y la esencia del juego.
En cuanto al apartado técnico, Stories of Bethem: Full Moon es una superlación del vocablo belleza dentro de la simpleza y la sencillez, es decir, a nivel visual es bonito aunque todo esté representado con pixeles. El desarrollador ha querido homenajear sus referencias, siendo claramente fiel al estilo clásico y “pixelado”. Con muy poco ha logrado un apartado que transmite sencillamente lo que él quiere, nostalgia. Algunos podrán decir que podría estar mejor acabado y perfilar mejor los modelados, sin embargo, bajo nuestro punto de vista está bien tal y como está.
Y el último apartado a tratar, y no por ello menos importante, el sonoro. En este apartado, sencillamente nos quitamos el sombrero. Es absolutamente impresionante como la persona que ha trabajado en la música del juego ha sabido transmitir y plasmar en melodías y acordes aquello que el desarrollador quería; juego y música son uno en sintonía, absolutamente brillante. En todo momento la música sabe reforzar la situación y potenciar la emoción o sentimiento que en ese momento se requiere.