GoldKnights, un estudio polaco, de poco más de 40 personas ha trabajado duro para hacernos llegar este The Last Oricru. Se trata de un RPG con muchos toques souls  que trata de mezclar estos dos mundos.

Para empezar, The Last Oricru nos transporta al planeta Wardenia, un mundo medieval pero lleno de toques Sci-Fi tal y como los propios creadores lo describen. En este mundo se entremezclan la fantasía y la ciencia ficción a partes iguales. Empuñar una espada y ponernos una armadura nos transporta al medievo, pero no iremos de lanceros a un torneo, ni a los campos de Flandes. Nuestro rival será nada más y nada menos que una inteligencia artificial. Nada más arrancar nos bautizarán con el nombre de Silver. En The Last Oricru somos un miembro de una tripulación humana que, por desgracia, se ve inmerso en la guerra que tiene lugar en Wardenia. La guerra tiene dos bandos, por un lado la nobleza y la exaltación de Nabor, liderada por la reina Hadriana, y por el otro una raza de ratas inteligentes que se han hartado de trabajar como esclavos para sus amos.

Wardenia y sus guerras.

The Last Oricru nos permite elegir porque bando luchar, así que tenemos dos juegos en uno. Podemos disfrutar de la historia desde diferentes ángulos. Cuando tocamos el conflicto de Wardenia de cerca los extremos parecen bien definidos, con un bando subyugador y otro sometido, pero la historia y las motivaciones de cada facción se mueven en terrenos grises y ambiguos. Esto hace que la historia de The Last Oricru sea muy variada, sorprendente y poco esperable. Con un conflicto tan antagónico como son el genocidio y la esclavitud de fondo, el juego no se pierde en dramas y tiene toques de humor, para mi algo a destacar. Los personajes tratan de ser desenfadados y los diálogos con algo de sorna son bastante interesantes y no se hacen tediosos.

Nuestro protagonista es todo un cómico y desde el minuto uno veremos que le encantan los juegos de palabras. Siempre tiene un chascarrillo con el que darle ese toque de humor a las situaciones.  Toda esto hace que la historia, el personaje y la ambientación encajen y el título se aleje de pretensiones políticas o reivindicaciones sociales más serias.

Souls-Like y RPG.

The Last Oricru tiene un sistema clásico de RPG con varios atributos en los que puedes invertir puntos que se intercambian por esencia. Muy al estilo de cientos de títulos que inundan el mercado. Pero su sistema de combate se aleja de los rpgs. El juego usa mecánicas esenciales en títulos tipo Souls como el parry y el bloqueo. Además las curaciones son limitadas y siempre hay un atajo que desbloquear para llegar más directos a una zona sin matar bichos y perder vida. Muy al estilo soulslike.

Silver , nuestro héroe, podrá hacer cambios en su biuld mediante unos anillos, un componente interesante que dota al juego de una flexibilidad muy buena. Estos anillos permiten intercambiar puntos de un atributo a otro. Así, si sabes que nunca vas a lanzar hechizos, puedes añadir puntos a la fuerza o quizá a la destreza a expensas del intelecto. Por otra parte, si como guerrero quieres probar la bondades mágicas de un arma, podrá subir intelecto para probarla y ver si los magos-guerreros son lo tuyo.

Combate y desarrollo.

El título cuenta con dos modos de juego, el normal donde la dificultad varía mucho, y el modo historia, menos centrado en los combates y más narrativo para los que no tiene tanto tiempo. Sin embargo, en The Last Oricru la dificultad está bastante desequilibrada, ya que puedes pasar grandes partes del juego muy fácilmente. Los primeros bosses no son mucho más duros que un enemigo normal. Sin embargo a veces nos encontraremos con desafíos mayores donde un simple NPC te las hace pasar canutas.

El sistema de combate a priori es muy Souls. Tenemos un parry, una esquiva, ataque normal y ataque pesado. Esto en general no debería ser un problema ni del otro mundo pero los combates carece de la gracia y sobre todo de la fiabilidad de la que se enorgullecen los grandes del género como Darks Souls o Elden Ring. Las armas tienen propiedades especiales como un hechizo de fuego de área o descargas eléctricas. Esto nos ayudará a eliminar a los enemigos, pero cuando aparecen más oponentes, la cosa se complica y el sistema de combate deja de ser eficiente. Debido a esto The Last Oricru puede ser un infierno y muy frustrante. Algunos enemigos tienen una detección de ataques extrañamente perfecta, por lo que te infligen un daño masivo incluso cuando no deberían golpearte. Además es fácil evitar los ataques del oponente con la esquiva, ya que los npc ataca siempre siguiendo el mismo patrón de movimientos.

Luces y Sombras

En el apartado técnico y artístico el juego tiene cosas muy buenas y muy malas. La ambientación es original. Pero a nivel gráfico tiene muchos altibajos. A veces luce muy bien y otras parece que el tiempo les apremiara en la creación del entorno y hayan escatimado recursos y dedicación. Además, el seguimiento de las misiones es algo caótico, es complicado saber que misión es principal y cual secundaria. Y sobre todo que misión es prioritaria, ya que algunas si no las ejecutas al momento se pierden y salen como fracaso. Todo esto es entendible si tenemos en cuenta que The Last Oricru está creado por un pequeño estudio. El juego es un diamante en bruto, con un enorme potencial que se ve limitado por algunas malas decisiones técnicas.

The Last Oricru es un juego con dos caras, en el que muchas de sus brillantes y ambiciosas ideas se ejecutan de forma brillante. Sin embargo, en otros aspectos, como el sistema de combate, casi parece un proyecto en fase de prueba.

Conclusión

The Last Oricru  es un muy buen RPG y un mal SoulsLike. El juego funciona muy bien en cuanto a la historia, el argumento y como es narrado desde el  humor. La forma de mejorar nuestro personaje y los talentos, están muy equilibrados y bien pensados. El modo cooperativo funciona muy bien, cuando llegan las hordas de enemigos, contar un compañero se agradece. Los jefes también se pueden afrontar con otras estrategias si vamos en grupo y eso es de agradecer.  Además, cuando se juega con dos jugadores, se pueden utilizar varias sinergias entre magias y hechizos que son una delicia. Sin embargo, el juego se pierde en un sistema de combate tipo souls que te acaba frustrando y consumiendo.

The Last Oricru debe decidir si en el futuro quiere ser un souls o un RPG, porque uno de los caminos lo llevará al éxito y el otro a la oscuridad.

39,99€
7.8

Graficos

8.0/10

Sonido

7.9/10

Juegabilidad

7.5/10

Pros

  • Historia buena con muchos matices.
  • Buenas mecánicas RPG
  • Ambientación original

Cons

  • Seguimiento de misiones algo confuso
  • Sistema de combate tipo souls, poco trabajado
  • Técnicamente poco pulido
  • Apartado gráfico muy variable según la zona

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