En Deliver At All Costs no importa el tiempo de entrega, si no la destrucción que has formado por el camino.

El estudio Sueco Far Out Games se estrena de la mano de Konami con un juego que respira todo lo que sabemos de los 50 en Estados Unidos: todo es una fachada tan frágil que una pickup de reparto puede atravesar con facilidad. Un mundo muy misterioso y absurdo a partes iguales.

Matinee.

Son finales de los años 50 y Estados Unidos vive el sueño americano. Una casa con jardín, un cochazo y un bunker último modelo siempre listo por la inminente amenaza del enemigo que es… de fuera (del país o del planeta). Pero no todos viven el sueño de la misma manera. Para Winston significa alejarse del pasado y comenzar una nueva vida con un nuevo trabajo: repartidor en un negocio familiar llamado We Deliver. Con una Pick up Winston se irá de aquí para allá a lo que le manden el afable y comprensivo Jefe o su desconfiado y despiadado hijo.

Deliver At All Costs avanza a medio camino entre el cine negro y la ciencia ficción de la época. Unos personajes muy definidos en sus roles y un relato un tanto enrevesado que va tomando forma al final. El problema viene cuando la mayoría de nuestras acciones en el juego no tienen que ver con la historia. Como sucede en los buenos empleos, la vida se diferencia del trabajo.

Más que ser un Rider.

Los pedidos que llevamos a cabo para “We Deliver” son tan diferentes entre sí como locos. Repartir regalos de Navidad, transportar con cuidado una bomba “inofensiva” que se ha caído por error en un barrio residencial o destruir a la competencia van a ser nuestro día a día. Es aquí donde el juego brilla. No hay dos entregas iguales, cada una se las ingenia para crear una dificultad y timing diferente cada vez. Pocas misiones con temporizador para un juego de reparto, poniendo el foco cada vez en un impedimentos diferentes. Esta diversidad y el tono de humor loco que tienen todos los trabajos hacen un juego muy divertido. El único problema es que no casan y poco se relacionan con la historia principal hasta el ultimísimo tramo.

Deliver at All Costs es un juego de conducción y nuestra Pick up de empresa es nuestra mejor amiga. Nuestro pasado como ingeniero nos llevará a cuidarla y mejorarla con gadgets locos, que se ponen según la misión y otros que conseguimos nosotros haciendo secundarias que van desde poner un reactor de avión a poder ralentizar el tiempo para coger mejor las curvas. Estas últimas ayudan a construir una build para el vehículo que se adapte a cada misión.

Manejamos por todos los lugares sin ningún tipo de cuidado. Prácticamente todo es destructible y da mucho gustito. Viene muy bien porque la perspectiva isométrica hace que el manejo del coche no sea intuitivo en ocasiones y si los edificios no se viniesen abajo a nuestro paso nos atascaríamos más de la cuenta. Donde hay embotellamiento es en el mapeado.No es un mundo abierto, cada sección de la historia implica un mapa con varias zonas y sus tiempos de carga. Algo que para 2025 resulta bastante molesto e innecesario.

De época no sólo en la ambientación.

Donde Deliver At All Costs va justito es en apartado técnico. Además de los tiempos de carga excesivamente largos para estas máquinas que tenemos, cuando el juego se va de la perspectiva isométrica se le ve el cartón. Las cinemáticas son de hace dos generaciones, con una realización que rompe el motor del juego y los gráficos. Los planos no tienen sentido, pareciendo muy aleatorios, como de IA. Por suerte la mayoría del tiempo estamos en la perspectiva isométrica y el juego luce correcto. Con un apartado artístico muy cuidado a nivel de detalles, con unos entornos vividos y bien ambientados en la época.

También ayuda la radio, con temas un poco de ascensor a decir verdad, pero bien seleccionados y unos anuncios como los de antes y con un sarcasmo excepcional (el enemigo silencioso: ¡La diarrea!). Todo muy bien doblado al inglés con subtítulos. El apartado sonoro sí que está trabajado, incluso con alguna licencia musical comercial.

Conclusiones.

Deliver At All Costs como juego es muy divertido, con fases realmente originales que añaden valor a lo básico que es un juego de conducción. En ocasiones la dificultad es desmedida pero el juego lo reconoce poniendo Checkpoints generosos. En este sentido sí que le resta impetu quitandole importancia de fallar pero en rasgos generales resulta entretenido jugarlo.

Pero claro, este videojuego tiene más que eso y la historia siendo buena para los cánones de las obras a en las que se inspira, tiene poco que ver con nuestras acciones en el juego. La trama se sucede mientras cumplimos las cuotas de encargo y sólo cuando hay un giro en la trama, nuestra pericia al volante se hace valer en este sentido. Es un desperdicio que buenas misiones como las que tiene Deliver At All Costs no aporten más a la trama.

Deliver At All Costs

29,99€
6.9

6.9/10

Pros

  • Misiones Variadas
  • Destructibilidad gustosa
  • Buen Humor...

Cons

  • Que no casa con la historia
  • Fuera de la vista isométrica todo falla graficamente
  • Muchas pantallas de carga

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