Acompañanos a explorar mazmorras y obtener riquezas en Dungeon Rushers
Dungeon Rushers llega a Xbox One de la mano de Goblin Studios, como un RPG táctico de exploración de mazmorras y combate por turnos con un toque de comedia. Nos pondremos en la piel de Elian, un valiente joven harto de ser un don nadie que sueña con vivir aventuras, saquear cuevas y castillos para cubrirse de gloria. De esta forma, Elian se despide de su jefe, ya que aspira, según él, a algo más que limpiar letrinas (su jefe dice que es un fuera de serie en este aspecto) y poder adentrarse en tenebrosas mazmorras llenas de peligrosas trampas, además de sanguinarios enemigos.
Aunque comenzamos el viaje solo, pronto encontramos la compañía de los personajes más variopintos, provistos de las habilidades y armamento de lo más curioso. Dungeon Rushers utiliza el humor para alejar al jugador de la seriedad de este tipo de juegos, aunque realmente sus bromas están a un nivel algo bajo para mi, tanto por su inocencia como por su simplicidad.
En tanto comenzamos la andadura por el mapa, encontramos paradas en el camino en forma de mazmorras, castillos y otros enclaves mágicos o misterios. Cuando entramos en cualquiera de ellos, encontramos un mapa visto desde arriba dividido en casillas, por las cuales habremos de ir avanzando de una en una. El contenido del mapa está oculto y cada espacio representa o bien una casilla libre o bien una trampa, un enemigo, un conjuro que nos beneficiará o una maldición. Lo que podemos encontrar en cada mazmorra se genera antes de manera procedural, por lo que la gestión del inventario será crucial para ir preparado contra los peligros que podamos encontrarnos.
El objetivo principal es encontrar el tesoro oculto en cada mazmorra, y aquí entra bien la suerte o las ganas de descubrir todo el mapa que tengamos, pues destapar todas las casillas, eliminar los enemigos o desactivar trampas, tendrán al final otra recompensa adicional. También podemos descubrir varios espacios antes de recorrerlos o bien con la habilidad especial del personaje que tengamos activo, o gastando puntos de energía. Hay varios tipos de elementos especiales para descubrir casillas, como por ejemplo: un buscador de tesoros y conjuros o también revelar varias casillas al mismo tiempo antes de avanzar y toparnos sin querer con una trampa.
Si nos topamos con una estancia especial, pueden ocurrir varias cosas, como un beneficio mágico o una maldición que nos perjudicará en el combate hasta que salgamos de esta mazmorra. Sin embargo, aquí entran las pócimas o talismanes para contrarrestar sus efectos antes de luchar contra peligrosos enemigos. El inventario se gestiona entre movimientos sin importar cuántos usemos, así que deberemos ir bien equipados antes de adentrarnos en busca del oro.
Otra situación con la que podemos toparnos es una trampa, que podremos desactivar gastando puntos de energía, o elegir un personaje para sufrir los daños sacrificándose por el resto. Esto último no nos matará si tenemos suficiente vida, pero nos pondrá las cosas más difíciles para completar el recorrido con éxito.
Y por último, está el combate, que como ya hemos comentado por el carácter aleatorio de la generación de las mazmorras, da pie a encontrar con uno o varios enemigos de diferentes características y habilidades. Al ser combate por turnos, la mecánica es muy similar a la de otros títulos similares, atacando o usando pociones en el turno de cada personaje, pero siempre por equipos, primero un equipo y luego el otro. Cada personaje cuenta con tres espacios para armas y conjuros, como armas cortas (espadas, martillos), de ataque a distancia (arcos, conjuros) o especiales, tal que así armas envenenadas, maldiciones o espectaculares movimientos especiales que pueden afectar a varios enemigos a la vez.
Si usamos alguna poción para recuperar Salud, Magia o alguna otra característica perderemos el turno, así que habrá que sopesar si merece la pena perder la oportunidad de dañar a nuestros enemigos por recuperar alguna de nuestras características. También podemos cambiar la posición de combate de nuestros personajes, poniendo atrás a los más débiles que suelen usar conjuros de daño a distancia o protección para los compañeros. Así, la estrategia queda de nuestra parte, y aunque no es un juego serio conviene tener en cuenta este aspecto tan fundamental en este tipo de propuestas.
Aunque no sea yo muy de estos juegos, he de admitir que había que pensarse muy bien donde poner cada pie, que estrategia seguir en combate y administrar bien el equipo antes de movernos, pero el estilo de lucha propio que no permite sino medir nuestra resistencia, y el carácter repetitivo de los combates se nos puede atragantar cuando llevemos unas horas. Sin embargo, si eres fan de la exploración con las características ya citadas y el combate de este tipo, Dungeon Rushers puede darte muchas horas frente a la TV.
No solo el combate se hace repetitivo, también cada mazmorra que visitamos que parece que estamos en la misma que la anterior. Esto claro está, salvando la aleatoriedad del contenido y tamaño, que es lo que le da vida al juego a quien le guste este tipo de aventuras.
A parte de este aspecto, está la posibilidad de comprar pociones y materiales en el mapa general, además de otro establecimiento para fabricar ítems para el inventario. Cada mazmorra nos puede ofrecer una gran recompensa final, sobre todo oro además de otros elementos, pero cada combate nos reportará algo de calderilla.
Tras explicar todo esto queda por ver la progresión de los personajes, que podrán subir de nivel, aumentar sus capacidades y habilidades, además de poder fabricar mejores armas o pociones, consiguiendo así ir mejor preparado a cada lugar en el extenso mapa.
Cambiando de tercio, el apartado gráfico no es nada del otro mundo, con una representación sencilla de los enclaves y personajes, aunque las animaciones en el combate tampoco es que sean para tirar cohetes. Sin embargo, no es de extrañar que el estudio no haya dedicado muchos recursos a este apartado, pero siempre atrae a más público un apartado visual más llamativo que si encontraremos en otros títulos similares.
Por otra parte, tanto la banda sonora como el sonido no son nada destacables tampoco, con una música algo mediocre y unos efectos de sonido que rozan el aprobado. Además, al terminar una batalla o nivel siempre suenan melodías repetitivas, que si lo combinamos con combates muy seguidos se puede tornar hasta molesto.
En conclusión, Dungeon Rushers te puede ofrecer horas de diversión si estos títulos son tu fuerte, pero puedes llegar a compararlo con otras franquicias más pulidas, con mejor diseño y unos combates más interesantes, ya que éstos caen muy rápido en la repetición.
No es que tampoco sea muy llamativo, combinado con un humor algo mediocre, pero también hay que decir que de deja jugar y la planificación de la estrategia te puede mantener pegado al mando más de la cuenta.
En que idiomas esta disponible para xbox?