Analizamos la nueva propuesta de conducción de Nacon, RiMS Racing, que nos convertirá en expertos del motor dentro y fuera de la pista
Hoy os traemos un título para los amantes del mundo del motor a dos ruedas. Uno de esos títulos que calificaría cómo “café para los muy cafeteros”, que mezcla muy bien la simulación en pista con la gestión fuera de ella. RiMS Racing, desarrollado por Raceward Studio bajo el sello de Nacon, es la nueva propuesta jugable en el mundo del motociclismo de alta cilindrada.
Alejado de la jugabilidad de otros títulos más arcade, aquí nos encontramos con un sistema de control muy estricto que pretende buscar el realismo. RiMS Racing cuenta con un exigente sistema de físicas que comienzan con el comportamiento del piloto sobre la moto pasando por la respuesta de ésta en pista.
De la moto al suelo
Nada más comenzar con su tutorial nos daremos cuenta de lo que tenemos en frente. Dar gas al motor con el cuerpo mal colocado sobre la moto o rozar el césped en plena curva significa irse al suelo. El nivel predeterminado de dificultad está ajustado a un exigente manejo de la conducción, no apto para todos. Es esencial conocer bien el circuito y a nuestra propia moto para comenzar a rendir bien dentro de la pista.
El nivel principiante es bastante más amable para los jugadores con menos experiencia. Castigando con caídas movimientos demasiados bruscos, pero sin llegar a ser frustrante. Una buena forma de mejorar nuestra conducción sin destrozar la moto por el camino.
Mantener el equilibrio de nuestro piloto es esencial para controlar la posición del cuerpo sobre la moto y mantener la mejor trazada sobre la pista. Rims Racing también cuenta con el clásico sistema de trazado con marcas de frenada, que cómo su dificultad, puede modificarse desde el menú del juego.
Su sistema de control ofrece al poco tiempo de juego una buena sensación de juego sintiendo en cada entrada y salida de una curva un control total sobre la moto. Qué puede variar totalmente según el estado en el que se encuentre el asfalto y la climatología.
Comienza nuestra trayectoria
El modo trayectoria de RiMS Racing es el principal atractivo de este título en el qué deberemos escoger una moto de uno los ocho fabricantes disponibles. Ahí comenzará la aventura dentro del taller con nuestra nueva compañera. Dónde deberemos prestar atención al estado de cada pieza de la moto.
Nuestra piezas se irán desgastando a medida que vayamos completando carreras y acumulemos varias caídas. Así que deberemos ir comprando piezas nuevas a medidas que se vayan deteriorando, mientras montamos y desmontamos toda nuestra moto durante el proceso. Una experiencia jugable que sirve cómo deleite para los amantes del motor y cómo un buen aprendizaje para los más novatos.
Para mantener el taller a flote, deberemos controlar nuestra economía para no caer en la bancarrota gastando demasiado dinero en piezas. Para ello deberemos gestionar nuestros departamentos de I+D, Ingeniería y Gestión que iremos mejorando con Puntos de Equipo, pudiendo conseguir mejoras en el desarrollo de piezas o el desgate de las mismas.
Correremos cada fin de semana en uno de los diferentes eventos que nos proporcionarán recompensas para mejorar nuestra moto e incluso conseguir nuevas, cómo en las Competiciones de Constructores. Las pruebas varían entre carreras con entrenamientos libres y clasificación en circuitos reales o realizar carreras de carretera, cómo la ruta de Sa Calobra, Mallorca.
Contenido y otros modos
Tras la buena y completa experiencia que es el modo trayectoria de RiMS Racing, comenzamos a ver las flaquezas de este título. En cuánto a otros modos para un jugador, apenas encontramos un modo de carrera individual dónde podremos escoger la moto, el circuito y las condiciones de la pista. Una suerte modo de contrareloj llamado Pruebas Privadas con el que podremos compartir resultados online y repasar en el modo Academia los eventos especiales de academia que hayamos jugado en el modo trayectoria.
En cuanto modos multijugador, decir que RiMS Racing tiene modo pantalla partida para dos jugadores. En cuánto a su faceta online, la cosa vuelve a flaquear otra vez. Por un lado tenemos los Desafíos Online, lo cuáles cuentan con varios desafíos con diferentes niveles de dificultad y se van renovando diaria, semanal y mensualmente. Aquí podremos comparar nuestras marcas con las de otros usuarios online. Por último, un modo de Eventos Personalizados en el que puedes crear salas o unirte a ellas, pero que al menos durante estos días tras el estreno ha estado poco concurrido, al menos en Xbox Series X.
Por último, aunque el juego ofrezca una muy buena sensación de gameplay, no tiene mucho contenido más allá del que encontramos al principio. Contamos con 8 motos reales de diferentes fabricantes cómo Yamaha, Ducati, Aprilia o Kawasaki y un total de 9 circuitos y 5 carreras de carretera. Las cuáles pueden quedarse algo cortas a las pocas sesiones de juego. Sumado a los escasos modos de juego, qué no ofrecen mucho más interés a parte del modo trayectoria o los desafíos online.
A nivel gráfico el juego cuenta con una buena presencia en corto pero no tanto a lo lejos. El modelado de las motos y el detalle de estas pieza a pieza es muy bueno. Pero en pista las sensaciones se pierden un poco con una cámara alejada. La distancia de dibujado deja bastante que desear y el popping es constante en cuánto a texturas y algunos modelados a una distancia no tan alejada. Llegando a sacarte del juego un poco. Por otro lado, el sistema de iluminación está muy bien conseguido y el juego luce muy bien en mojado.
Conclusiones de RiMS Racing
Cómo bien decía al principio de este análisis, calificaría este RiMS Racing cómo “café para los muy cafeteros”. Un título en el que los amantes de las experiencias de simulación del mundo de motociclismo abrazarán por su exigente pero satisfactorio control. En cambio, puede resultar algo más duro para los jugadores acostumbrados a un control más arcade pero que el modo principiante puede aliviar.
El modo trayectoria resulta de lo más completo, teniendo que prestar atención a nuestra moto y cuidándola a cada carrera. El sistema de montar y desmontar piezas es bastante original, pero que puede llegar a cansar en algún momento hasta que no mejoremos nuestro garaje.
El control con el paso de las horas acaba resultando divertido y la duración media de sus pruebas hace que sea fácil querer echarse otra partida. Visualmente el juego es muy agradable a primera vista, pero flaquea un poco en el detalle. También se echa en falta algún que otro modo y puede que alguna moto más.
Por último, decir que este análisis ha sido realizado jugando a la versión de RiMS Racing para Xbox Series X. La cuál es una versión distinta a la Xbox One y otras plataformas.
RiMS Racing
49,99€Pros
- Sismtema de control exigente aunque agradable al poco de jugar.
- Modo trayectoria muy completo con buen gusto en el detalle.
- La iluminación es muy buena.
Cons
- Buenos gráficos en planos cortos, no tanto en la distancia.
- Más allá del modo trayectoria, los otros modos se sienten un poco escasos
- No dispone de mucha variedad en cuánto a motos y circuitos