Este año estamos de enhorabuena en el mundo del motociclismo, aunque suene un poco raro decirlo, ya que ante la ausencia del videojuego oficial este año de MotoGP, las esperanzas de tener un juego con la licencia actualizada se reducía a SBK Generations, que ya está a la venta para Xbox 360 desde que comenzo la temporada. Black Bean y el programador Milestone vuelven a formar tándem, esta vez con sabor a despedida de esta franquicia, lo que se revela claramente en la concepción del juego.

Como no soy de los que quiero que pierdas el tiempo hay que decir que SBK Generations es muy similar a SBK 2011 en cuanto a jugabilidad y entorno gráfico, con el añadido de las motos y pilotos históricos de SBK X, el modo SBK Experience para desbloquearlos y lógicamente las motos y pilotos de la temporada de Superbike 2012, lo que no implica el circuito de Moscú, ni las Supersport de 2012 y mucho menos las Superstock, que ya no estaban actualizadas en el juego del año pasado. Dicho esto vamos a analizar el juego para aquellos que no hayan tenido la oportunidad de acercarse a esta saga. Los demás no encontrarán sorpresas.

Hay cuatro los modos de juego, Partida Libre en el que puedes organizar desde una sesión de contrarreloj hasta un campeonato con cualquiera de las 10 disciplinas recogidas (SBK 2009, 2010, 2011 y 2012, Supersport 2009, 2010 y 2011, Superstock 2009 y 2010 y Leyendas), SBK Experience que sirve para desbloquear a través de 44 retos a muchos de los pilotos y motos no disponibles en un principio, Vida Profesional que te propone cubrir cuatro temporadas desde 2009 para de ser un don nadie pasar a ser campeón de Superbike y el Modo Online de hasta 16 jugadores.

En total son 200 pilotos desde la temporada 1999 hasta la actualidad, 141 equipos y 60 modelos de motos de 10 fabricantes diferentes, con modelos menos habituales en la competición como MV Agusta, Triumph o KTM. El modo SBK Experience te propone cumplir objetivos como batir a todas las motos históricas de una determinada marca, a un piloto concreto como los campeones Fogarty, Checa, Biaggi o Toseland, cubrir vueltas en un circuito sin salirte de la trazada, derrapando un determinado número de segundos o haciendo caballitos entre otros. Se podría decir que es el modo Arcade ya que no cuenta con nivel de dificultad (es creciente) más allá del nivel de simulación que te impongas a ti mismo.

Por su parte el modo Vida Profesional te pone en la piel de un piloto creado por ti que tiene cuatro temporadas, de 2009 a 2012 para ser campeón del mundo. Empezarás con un equipo modesto y a base de resultados ir subiendo la reputación del piloto. Esta se mide con varias variables, batir al rival que te proponga el equipo, conseguir la plaza que el patrocinador te exija, pilotar con estilo (derrapes, caballitos) o conseguir por ejemplo la Superpole en un GP. Cada fin de semana también te proponen pruebas para ir mejorando tu moto, las cuales tendrás que cumplir en las sesiones de entrenamiento. No se explota mucho el capítulo comercial de un equipo de motos, pero por lo demás es eficaz y está bien planteado.

El principal problema de SBK Generations en el apartado técnico es que es un juego que apenas ha evolucionado en estos tres años largos de la mano de Milestone. Sin ser malos están muy lejos de por ejemplo lo que ofrece su homónimo de la Fórmula 1, algo que da bastante rabia. Los modelados de las motos son correctos y los pilotos reconocibles cuando tienen lugar las escenas en los podios, pero con un nivel de detalle que parece más de un juego avanzado de la anterior generación que de 2012. No hay daños físicos en las motos (si en el rendmiento) más allá de unos cuantos arañazos, lo que resta realismo a las caídas ya que las motos parecen de papel cartón, pero al menos las animaciones de los pilotos en este sentido no son del todo malas sobre todo si lo comparamos con la competencia al salir por orejas o al sufrir un arrastrón.

Existen cinco estilos distintos de pilotaje, por lo que puedes reconocer los codos de Ben Spies, la forma de tumbar de Rubén Xaus o la postura al ataque de Troy Corser. Encima de la moto los movimientos de los pilotos son convincentes aunque no han cambiado sustancialmente en todo este tiempo. Los escenarios por su parte alternan luces y sombras, con zonas con apenas texturas que hacen que parezca que estés en un paraje desolado y otras muy detalladas como los edificios en Nürburgring. Cumplen pero con la tecnología actual se puede hacer mucho más, esa es la sensación general. Cinco son las cámaras incluidas, dos exteriores y tres interiores, bastante complicadas estas tres últimas para ser competitivo en los niveles de dificultad más altos. Y no habría estado de más algo más de sensación de velocidad, sentir vértigo al ir a 300 km/h en rectas, algo que no ocurre.

En cuanto a los sonidos la fórmula habitual, musica cañera, sonidos bien diferenciados en las motos (nada tiene que ver una Ducati con una Aprilia) y un gran lunar, el sonido de los toques con otros pilotos, artificial y mal solucionado.

Si obvias el nada ambicioso apartado técnico lo cierto es que tienes juego de motos para rato. Hay tres niveles de simulación, desde el bajo en el que tendrás asistente de frenada al completo, en el que pisar un poco la hierba se traducirá en caída segura, así como inclinar demasiado lento en una curva o trastear más de la cuenta con el freno y el acelerador mientras tumbas. Han sido más benévolos a la hora de dar gas y con la pista húmeda, ya que se permiten alguna licencia que en la vida real te llevaría al suelo irremediablemente, pero al menos así no es exasperante. Sin ser un simulador puro puedes disfrutar trazando, ser agresivo a riesgo de comerte las gomas, pilotar más fino salvando unas décimas para las vueltas finales… más o menos lo que se le pide a todo juego de motos de competición que se precie. La física conseguida puede ser muy aprovechable para piques on-line.

Los cuatro niveles de dificultad de los rivales son suficientes para que encuentres los de tu medida. Desde fácil hasta super difícil en los que solo podrás optar a victorias con una moto de las buenas, con los ajustes perfectos y sin apenas cometer fallos como en la vida real. Puedes embestir a conciencia a tus rivales con el riesgo de caída de ambos, pero ellos solo te pasan si lo ven realmente claro, rara vez te echan de la pista, así que la IA si te tiene en cuenta para eso. Además está la gozada de poder reunirte con tu ingeniero de pista para encontrar los mejores reglajes, un sistema de menús de diálogos muy conseguido que le da un toque de simulador muy interesante. Y los cambios en los reglajes se notan. Un amplio espectro de jugadores podrán disfrutar con él, que es de lo que se trata.

Conclusión

SBK Generations aglutina todo que que ha dado de sí el trabajo de Milestone con la saga de Superbike estos últimos cuatro años. Eso quiere decir que si tienes alguno de los anteriores con conseguir un parche puedes adquirir todo lo que el juego actual ofrece. Si nunca has jugado a él y dejas de lado su simple aspecto visual tienes juego de motos para semanas, con multitud de pilotos (entre ellos Lavilla, Tutusaus, Fores, Barragán, Salom, Lascorz, Xaus o Checa) , motos, 17 circuitos y una puesta a punto entre lo mejor del género. Y con la licencia oficial.

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 Gráficos: 9

Jugabilidad: 8,5

Sonido: 8.5

Duración: 8,5

Nota Final: 8,5

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