Os traemos el análisis de SOMA en Xbox One. Una aventura de terror existencial donde viajaremos al interior del ser humano
La pequeña pero talentosa Frictional Games nos trae una nueva aventura de terror y viaje filosófico con SOMA, tras éxitos como Penumbra y sobre todo Amnesia: The Dark Descent. Un proyecto algo más ambicioso que sus títulos anteriores que se nota en la ambientación y recursos gráficos, pero centrado en la narrativa como hilo conductor de la historia.
En esta ocasión, Frictional Games consigue meternos el miedo en el cuerpo no mediante las situaciones en la que nos encontramos, que no son pocas, sino mediante el desarrollo de la historia que oculta y que descubriremos al avanzar por sus oscuros escenarios.
Una historia muy interesante con un fuerte tono moral
En esta historia nos ponemos en la piel de Simon, un joven que después de un grave accidente, y acosado por las pesadillas que le provoca, decide someterse a un tratamiento experimental que intente sanar su dañado cerebro y que intente alargar su vida. El joven se pone en contacto con un aspirante a doctor, que le cita a su consulta para proceder al tratamiento revolucionario al que accedemos.
Una vez nos conectamos a lo que parece una extraña máquina de realidad virtual comienza nuestra pesadilla, ya que despertamos completamente solos en un escenario completamente diferente, donde prevalece la oscuridad dentro lo que parecen unas instalaciones sumergidas en el mar. En este punto el protagonista, o más bien nosotros, tendremos que avanzar por los pasillos y laboratorios de la estación Pathos II en busca de respuestas sobre dónde nos encontramos y por qué estamos supuestamente en el año 2104.
Qué nos vamos a encontrar en SOMA
Lo que pretende en un principio ser un survival horror se aleja bastante de este género, ya que la jugabilidad está muy limitada a recorrer las instalaciones de Pathos II, leer notas que poco a poco nos van contando la historia y conectarnos a terminales similares a los que existían en Doom 3 con los que interactuamos para comunicarnos y conocer los hechos que han convertido el complejo submarino en un caos de destrucción y muerte. Podemos interactuar con muchos objetos, aunque en la mayoría de las ocasiones solo podremos moverlos o lanzarlos contra un cristal o servir de distracción ante los terribles enemigos con los que nos cruzamos.
El terror o más bien angustia se genera por los encontronazos con extrañas máquinas cuyo único objetivo es eliminar a toda persona que se encuentran. La IA está algo limitada, por lo que en algunas ocasiones es bastante fácil perderles de vista, pero hay veces que parecem ser adivinos y conocer a la perfección nuestro paradero. Es con estos encuentros donde cobra importancia estar muy atentos a las pistas recabadas sobre las instalaciones, accediendo a los terminales mediante las identificaciones que encontramos en los cadáveres con los que nos topamos, a veces humanos y en ocasiones robots con los que podemos interactuar en una especie de regresión auditiva al pasado que nos narra lo que les ha sucedido.
En relación al inventario, sólo podemos utilizar la omnitool, una herramienta con software actualizable mediante chips que encontraremos, y que nos servirá para abrir ciertas zonas e interactuar con el entorno en ocasiones específicas. Y aquí ya va siendo hora de hablar de los puzzles que nos bloquean el paso, los cuales están bien logrados e implementados, ya sea utilizando los ordenadores o terminales que nos pedirán alguna clave o identificación, o bien al estilo tradicional buscando objetos repartidos por la zona que activan ciertos mecanismos.
Un salto grande en el aspecto audiovisual
Frictional Games tiró la casa por la ventana en cuanto al desarrollo técnico de SOMA y eso le dió el salto de calidad que necesitaba el estudio para un mayor reconocimiento por sus excelentes trabajos. El título tiene un diseño de niveles excepcional y un apartado visual que aunque simple está muy bien detallado, donde predomina la ambientación oscura e industrial que nos recuerda mucho a Alien Isolation. El equipo creativo y de desarrollo ha puesto toda la carne en el asador en cuanto a lo minucioso de la recreación de las instalaciones, partículas suspendidas y efectos de luz que destacan entre tanta lúgubre oscuridad.
Mas si gráficamente el título destaca bastante, es en el apartado sonoro donde despliega todo su esplendor, con unas actuaciones de los actores de doblaje excelentes (solo disponibles en inglés), pero sobre todo, una ambientación con los efectos de sonido que nos hará estar continuamente en tensión. Es con este punto a favor donde se nos pueden presentar situaciones de terror constante, pues la oscuridad reina rápidamente en situaciones de peligro y el zumbido que nos acompaña sumado a los ruidos del entorno nos pueden dirigir hacia la salvación.
Una historia de duración correcta algo limitada por su jugabilidad
SOMA nos puede llevar entre 10 o 15 horas para completarlo, mediante una experiencia narrativa muy buena y dilemas tanto filosóficos como morales, mientras tomamos decisiones que afectan a nuestra comprensión de la historia. Y es que a veces nos puede parecer que el juego es un mero walking simulator, como de repente se convierte en una aventura de exploración y descubrimiento con muchas limitaciones jugables. Esto sin embargo, no pretende ser un punto negativo, ya que el fuerte componente narrativo prevalece sobre cualquier otro aspecto del título.
Destacar uno de los puntos negativos inherentes a este género, tratándose de la nula rejugabilidad del título, a no ser que queramos tomar otras decisiones para ver cómo nos sentimos al tomarlas, ya que SOMA juega con nuestra percepción moral de la vida en muchos momentos de la aventura.
Conclusiones
SOMA es un título aparentemente de terror pero que al poco de jugarlo nos desvela su trasfondo existencial en cada paso que damos. Un intento de survival horror que se ve lastrado por su jugabilidad capada pero necesaria en un título muy enfocado en contarnos una historia en la que participamos empatizando en todo momento con los personajes, a la vez que reflexionamos en cada decisión sobre nosotros mismos.
SOMA se encuentra disponible en Xbox One por 29,99€ en la tienda digital de Microsoft.