“…Bienvenido a Star Trek…una aventura trekkie que no pasará a la historia de la saga… ni corresponderá a los fans ni a los acérrimos a los third person shooters espaciales…”
Star Trek: The videogame o simplemente Star Trek parte precisamente del tirón de la película de 2009, aprovechando la licencia de los actores principales y el nuevo giro de la saga –descubrir los orígenes de los personajes-. El juego se sitúa después de esa película y por tanto no se molesta en presentar a Kirk, Spock y el resto de la tripulación, ya da por hecho que el jugador conoce como mínimo esa película, las reglas de este universo y la tecnología presente la teletransportación o el tricoder, una especie de PDA multiusos. De esta manera, el juego nos lanza la acción a la cara a los pocos segundos de comenzar el juego sin ningún tipo de preámbulo.
La idea escogida por los desarrolladores, Digital Extremes, no es mala sobre el papel: un juego de tiroteos con coberturas y ocasionales puzles de hackeo. ¿Te suena? Si, lo has jugado miles de veces ya y en especial en Mass Effect –claro que en Star Trek sin atisbos de conversaciones a lo RPG-. Añade cooperativo online al estilo de los últimos Resident Evil, lo completas con un apartado gráfico que se inspira en la imagen creada por Abrams –abundantes destellos y efectos de lentes por doquier, modelos que recrean a los actores actuales- y tienes como resultado una copia de ideas prestadas de Gears of War, Uncharted, Dead Space y los Batman de Rocksteady. En todo momento hay una sensación de “esto me lo conozco” que elimina el factor sorpresa, y por desgracia, no con la calidad de los juegos en los que se basa. El problema es que para hacer tan poco arriesgado en pleno 2013 debes destacar mucho sobre la media y utilizar algo más que la licencia de Star Trek en forma de reclamo o será inevitablemente comparado con los exponentes del género, lo que hace un flaco favor a este título.
La historia no es especialmente interesante, más digna de un simple capítulo de la serie de televisión que de una superproducción, y lo poco profundizados que están los personajes. Los Gorn han robado una peligrosa arma con la que podrían conquistar todo el Universo, y nuestros protagonistas deben evitar que eso suceda. Para los neófitos en Star Trek se podría resumir en que vamos a disparar a un montón de lagartos/velociraptors con láseres y a una tripulación infectada –estilo zombi- durante unas diez horas de juego. Que no se base en la película de 2009 o en la nueva podría haber servido para dar más libertad de localizaciones a explorar, crear una nueva y absorbente aventura con giros inesperados o conectar las historias entre películas, pero más bien al contrario, se ha puesto un esfuerzo mínimo y apenas cumple.
Digital Extremes ha intentado dar variedad de situaciones para que el juego no llegue a ser repetitivo, y en cierta manera lo consigue mezclando secciones de acción, sigilo, hackeo, plataformas e incluso disparos desde la nave Enterprise. La mala noticia es que todo es tan débil y da una impresión de poco cuidado. Por ejemplo, Kirk y Spock se diferencian ligeramente en cuanto a habilidades, con el despreocupado Kirk orientado más a la acción bruta y el cerebral Spock para el sigilo. A la hora de la verdad no hay tanta diferencia entre lo que se promete, y la elección en si, pudiéndole dar mucho más juego si se quisiera.
Si juegas en solitario la inteligencia artificial controlará al compañero, ya que es necesaria la colaboración de ambos en varios puntos para activar mecanismos o abrir puertas atascadas pulsando botones –al principio tiene gracia, pero cuando lo repites una y otra vez como que no.
La parte de acción es decente; no podía ser de otra forma inspirándose en el estándar actual, pero todo rebajado a un nivel tosco o poco pulido. Por ejemplo, agazaparse en una cobertura o salir de ella no tiene la fluidez a la que estamos acostumbrados, en parte porque Star Trek es un juego con unas animaciones muy rígidas, dignas de la anterior generación. Con todo, no es lo más flojo del juego. A pesar de los lobotomizados enemigos, que hay enfrentamientos contra jefes muy mal planteados y que el diseño de los mapas son pasillos y salas que, casualmente, están poblados de cajitas para defenderse, con dos personajes en toda la campaña es posible hacer estrategias en cooperativo, hackear torretas, ordenar ataques aéreos y eliminar gorns mientras se evita utilizar fuego letal contra amigos infectados.
Nada en el juego resulta natural al estilo de Deus Ex, son tramos forzados de jugabilidad que muchas veces ni se explican: terminas con cinco enemigos en un tiroteo de la manera más ruidosa y en el siguiente pasillo se nos dice por radio que acabemos con un único y solitario enemigo de manera silenciosa.
Star Trek es el ejemplo perfecto de cómo ideas que funcionan en otros juegos pueden fallar con errores de diseño. Y los hay en gran cantidad, uno de ellos es el uso constante del tricoder para escanear el escenario, ver los puntos débiles de los enemigos o su posición tras las paredes, hackear dispositivos, curar al compañero y ganar experiencia encontrando objetos. Se hace con una visión similar a la de los juegos de Batman que nos incapacita para disparar, y se abusa tanto de su uso que termina por entorpecer acción y exploración.
Los errores en diseño son muchos y numerosos, y ahí tenemos los minijuegos de hackeo en los que no se te dan apenas explicaciones para resolverlos –además de ser mucho menos inspirados que los vistos en Mass Effect-. Esto lo apreciamos casi desde el principio, cuando cansados por el bloqueo de unas puertas nos acercamos a un panel en el que parece –y recalcamos parece- que hay que seleccionar señales iguales, pero aun probando en varias ocasiones no obtenemos resultado; finalmente, ordenamos al compañero que se encargue de ello y evitamos más problemas. Los minijuegos en lugar de ser algo entretenido acaban por convertirse en otro obstáculo que entorpece la diversión.
La cámara tiende a volverse un poco loca en momentos puntuales del juego, como cuando toca correr por un escenario lineal para evitar ser alcanzados por una explosión y la vista comienza señalando una dirección equivocada. Los saltos y la escalada también son muy ortopédicos, y aunque es posible ver las buenas intenciones del equipo detrás de cada situación, es fácil tener algunos problemas con el juego y no por culpa nuestra.
En definitiva, no sólo necesita un tiempo extra de testeo en la programación por los bugs, sino también por los problemas causados directamente por una mal hacer. Sorprendentemente Star Trek no falla demasiado en lo técnico, aunque esté lejos de impactar. Las secuencias cinemáticas no brillan demasiado, y es curiosa la diferente atención prestada a su calidad según el momento: en unas hay gestos faciales y en otras tenemos auténticos maniquís inexpresivos; esto suele verse en largos juegos de rol y aún tiene disculpa, pero aquí canta demasiado. También es posible ver ligeros cortes en la imagen o ralentizaciones en los momentos de más estrés, aunque a decir verdad, la mayor parte del tiempo no da problemas debido a la simpleza y nula interactividad de los escenarios, que cumplen con su cometido sin más.
Star Trek no está doblado al castellano. Por una parte podemos disfrutar de los actores originales de las películas, pero por otro los diálogos por radio durante la acción tendrás que entenderlos de oídas o detenerte a leer la traducción. La música no es mala del todo, aunque nunca tiene gran protagonismo.
Conclusión
Stark Trek es otro producto derivado de una película que se queda en algo que no acaba de llegar a una calidad mínima exigida por cualquier jugador. Se nota que el título ha sido desarrollado con el fin de captar más atención para el estreno de Star Trek Into Darkness y de ofrecer algo para saciar la espera. No obstante, como decimos el título no logra cautivar al jugador por ninguno de sus aspectos jugables y más bien roza la mediocridad por lo que desde nuestro punto de vista no vemos justificada su adquisición.