Microsoft ha admitido que un pequeño grupo de usuarios expulsados recientemente de Xbox Live, entre el 29 de agosto y el 9 de septiembre, podrían haberlo sido por error.
Las razones principales para la expulsión de Xbox Live es el uso de un juego pirateado, jugar con una consola modificada, o hacer trampas. Las expulsiones se deciden a nivel individual, pero durante ese periodo de tiempo un software evaluó las situaciones y Microsoft admite que es posible que hubiera errores.
Stephen Toulouse, responsable de seguridad en Xbox Live, ha explicado que una pequeña parte de usuarios expulsados entre el 29 de agosto y el 9 de septiembre podrían haber visto sus consolas Xbox 360 baneadas de Xbox Live por error. Los afectados serán recompensados con tres meses gratuitos de Xbox Live y 1.600 puntos Microsoft para adquirir contenidos o juegos de distribución digital.
“Recientemente hemos sabido que algunos clientes tenían preocupaciones por la validez de las expulsiones de sus consolas, que pensaban que había sido errónea. En este caso, las expulsiones estaban vinculadas específicamente a consolas modificadas. Nos tomamos las reclamaciones muy en serio, y tras una investigación inicial hemos confirmado que unas pocas consolas expulsadas parece que en realidad no habían sido modificadas o alteradas. Todavía estamos investigando, pero la causa parece ser un problema de software, no un error en las actividades comunes del equipo”, señala Toulouse.
Los usuarios afectados no deben hacer nada: si ha sido un error, podrán volver a entrar en Xbox Live. Si no pueden hacerlo, Microsoft ha considerado su expulsión como definitiva.
