Hoy nos introducimos de lleno en una de las entregas más sobresalientes de la saga Halo.

Después haber recibido el increíble Halo 3, con el que dábamos por concluida la trilogía principal de halo (y con el que se consiguió vender millones de consolas Xbox 360 a espuertas, como fue en mi caso), la atención de Bungie se centró en el siguiente paso que debía tomarse con la franquicia. Así pues, se les ocurrieron tres ideas: la primera fue pedir ayuda al reputado Ensemble Studios el desarrollo de un juego de estrategia con temática Halo; la segunda era un nuevo FPS que contaría hechos acaecidos entre Halo 2 y Halo 3; y la tercera era una precuela situada antes que pasara todo lo que pasaba en la trilogía principal. Y esas tres ideas se convirtieron en tres juegazos: Halo Wars, Halo 3: ODST (del que os hablamos en esta sección recientemente) y Halo: Reach.
Hoy nos vamos a centrar en el que proyecto pensado para ser una precuela y lanzado en 2010 en Xbox 360: Halo: Reach. Este nuevo título tenía la difícil tarea de contar una nueva historia y mantener a los jugadores enganchados, a pesar de que estos ya sabían lo que iba a ocurrir al final. Es decir, esto era un concepto que habíamos visto por ejemplo en Star Wars: ya sabíamos que Anakin se convertiría en Darth Vader. Junto a esto, este nuevo título tenía que mantenerse fiel a lo contado en la novela de 2001, Halo: La caída de Reach (libro editado en España por Timun Mas y tremendamente recomendado para fans). Esta fue la primera novela que se publicó de la franquicia e incluso entonces demostró que el universo de Halo podía llegar a ser algo más.
Otro problema al que Halo: Reach se enfrentó era al que fue sin duda el que más dudas despertó entre los fans: la ausencia de el Jefe Maestro, el gran protagonista de la saga. Esta fue una de las mayores críticas que recibió Halo 5: Guardians, y podría decirse que es una de las razones por las que Halo: Infinite planea volver a la formula que siempre le ha funcionado.

Ya que no contamos con el Jefe Maestro, en Halo: Reach jugaremos como miembro de un equipo Spartan conocido como Noble Six. Junto a nuestro equipo, el Noble Team, seremos enviados al planeta Reach para investigar lo que ha ocurrido con un relé de comunicaciones. Como una de las últimas grandes colonias humanas alejadas de la Tierra, que también es el principal centro militar del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, nuestra labor consistirá en saber qué ha ocurrido aquí y ayudar en lo que sea posible para el restablecimiento de la normalidad.
No mucho después de aterrizar, el Noble Team descubre que los Covenant han comenzado una invasión al planeta Reach. Los fans de la saga ya sabían que el destino de Reach era sumamente malo, pero la historia que Bungie contó aquí era tan sumamente emotiva y estaba tan bien construida, que ha nadie le importó. Además, este fue el último juego de la franquicia desarrollado por Bungie, antes de pasar a 343 Industries, por lo cual este título tiene una mística que otros no tienen.

El Noble Team tendrá varias misiones que cumplir mientras está en Reach: evacuar a los civiles, proteger a Catherine Halsey y transportar una inteligencia artificial que contiene información relativa a un antiguo artefacto de Reach. Esta inteligencia artificial se convertiría después en la gran compañera del Jefe Maestro: Cortana.
Una de las misiones que más sorprendió a los jugadores cuando se lanzó por primera vez fue algo que no hemos vuelto a ver en la franquicia Halo desde entonces. A pesar de ser un shooter de ciencia ficción espacial, Halo nunca ha sigo un juego donde el “espacio” propiamente dicho haya tenido protagonismo. En Reach, sin embargo, teníamos una misión que incluía un combate aéreo sobre la atmósfera del planeta. Los fans lo recordarán por dos razones: por ser completamente diferente a todo lo que Halo había hecho antes, pero también por ser bastante complicado en términos de dificultad.

A lo largo de la aventura, los miembros del Noble Team sucumbirán ante el empuje de los Covenant hasta que sólo quedemos nosotros, Noble Six. El final de Halo: Reach es uno de los golpes más duros que he experimentado en un videojuego, casi al mismo nivel que el primer Red Dead Redemption. Atención al SPOILER: después de asegurarse de que el Pilar of Autumm se lanza fuera del planeta con éxito, aparece una escena jugable de post-créditos. Este epílogo simplemente nos da el objetivo de “sobrevivir”. Es la última batalla de Six y sólo habrá un resultado posible cuando te ves rodeado por las fuerzas de Covenant: perecer. Este final, junto con el de RDR, se me quedó grabado para siempre. Nunca podré olvidar ese casco siendo enterrado por el paso del tiempo.
Así pues, puedo decir sin miedo a equivocarme, que la de Reach es sin duda la mejor campaña de toda la franquicia Halo. Siempre he mantenido que Reach y ODST tenían las dos mejores campañas de Halo. Porque, ¿quién necesita al Jefe Maestro?

Como con cualquier juego de Halo, Reach también tuvo un modo multijugador sobresaliente. Habiendo aparecido previamente en ODST, Reach vino con un mejorado modo Firefight, con multitud de opciones para crear modos de juego personalizados. Además, por primera vez se incluyó la función de emparejamiento en Firefight, lo que significaba que los jugadores no tenían que depender de sus listas de amigos para entrar en las partidas.
Aunque Halo: Reach está disponible a través de la retrocompatibilidad con Xbox 360, no es la forma en que recomendaría jugarlo. El pasado año, Reach fue finalmente añadido a la Halo: The Master Chief Collection junto con el mencionado modo Firefight, así que no dudes en jugar a Reach en la TMCC.

Para los suscriptores de Xbox Game Pass, Halo: Reach está disponible en Halo: The Master Chief Collection, junto con el mencionado ODST, del que hablamos hace una semanas.