Tras dos entregas entretenidas, pero lejos de lo que se esperaba de ellas, la compañía francesa vuelve a la carga.
Hace ocho años, en el E3 2012, Ubisoft concluyó su conferencia de prensa con el primer tráiler-gameplay de su nueva franquicia para la siguiente generación de consolas. Ambientado en Chicago en un futuro cercano, el primer Watch Dogs mostró el tremendo potencial de esta nueva IP desde sus primeros minutos, permitiendo al jugador utilizar la tecnología actual para reunir información y manejar el mundo que nos rodea hackeando teléfonos móviles, cámaras de seguridad, semáforos y mucho más, además de tener acceso a todo tipo armas. Pasarían casi dos años antes de que el juego completo se lanzara finalmente en Xbox One y el resto de plataformas. Aunque la recepción del juego por parte de los fans y de la crítica fue bastante fría, debido principalmente a una historia sin gracia, promesas no cumplidas y un protagonista para el olvido, la promesa de dar un nuevo paso adelante en el género de los juegos de mundo abierto seguía ahí, dando a los fans la esperanza de ver algo diferente en un futuro cercano.
Dos años más tarde, Ubisoft desarrolló una secuela que realizó algunos cambios clave que ayudaron a la serie a encontrar una identidad más adecuada que les permitiría seguir teniendo éxito. Además de cambiar la localización a San Francisco, Watch Dogs 2 se tomó todo mucho menos en serio y abrazó la alegre alegoría de rebelarse contra las todo con los colegas. El carismático y personalizable líder Marcus Holloway y su equipo de compañeros hackers de DedSec nos ofrecieron una trama mucho más cercana y divertida al enfrentarse cara a cara con los gigantes de la tecnología de Silicon Valley, así como all opresivo sistema de vigilancia ctOS, que regresaba una vez más en esta entrega. Además de unas habilidades de hacking más desarrolladas, Marcus también tiene acceso a drones, un arma aturdidora, un arma de combate cuerpo a cuerpo única (una bola de billar unida a una cuerda elástica) y la capacidad de hacer parkour a lo Assassin’s Creed. Esto ayudó a crear más variedad a la hora de enfrentarnos a la distintas misiones. Gracias a todos estos cambios y añadidos, Watch Dogs 2 se erigió como una continuación digna de mención, superando incluso al original, y consolidando las señas de identidad de la franquicia.

En estos momentos, como todos bien sabéis, se están dando los últimos retoques a la tercera entrega de esta franquicia de mundo abierto. A diferencia de los dos primeros juegos, que fueron desarrollados principalmente por Ubisoft Montreal, Watch Dogs: Legion está siendo desarrollado por el equipo de Ubisoft Toronto. El resultado de este cambio creativo ha impactado innegablemente en las ambiciones de la saga, ya que Legion renuncia al personaje principal tradicional en favor de permitir al jugador reclutar a cualquier civil de Londres para la causa del DedSec, que ahora se centrará en eliminar a la corporación militar privada Albion de la ciudad. Al poder jugar con una amplia variedad de personas, la forma en que los jugadores pueden abordar las distintas misiones disponibles ha aumentado considerablemente, ya que cada personaje reclutable tiene rasgos y habilidades únicos que pueden ayudar (o perjudicar) el éxito de la misión.
Aunque esta visión de ofrecer una gran lista de personajes jugables diferentes para elegir suena prometedora, todavía existen algunas dudas sobre si esta mecánica puede seguir siendo atractiva cuando los personajes preestablecidos por el jugador se vuelvan más reconocidos y menos originales. Hasta que no le pongamos las manos encima será difícil comprender realmente cuánto de esta interesante visión sea plasmable o no. Pero ocho años después de que la primera entrega nos sorprendiera con sus ideas sobre una nueva dirección para los juegos de mundo abierto, Watch Dogs continúa ensanchando los límites del género, abriendo la puerta a otros desarrolladores para que trabajen en sus propias y originales ideas mientras una nueva generación de consolas se prepara para ponerse en marcha.
Watch Dogs: Legion llegará el 29 de octubre a Xbox One, PlayStation 4 y PC, con las versiones para Xbox Series X y PlayStation 5 que harán lo propio a finales de este año.