La nueva entrega de Alone in the Dark nos invita a revivir momentos tensos en la mansión Derceto con unos personajes muy familiares para nosotros.
Al igual que podríamos considerar a Doom como el padre de los first persona shooter, podríamos considerar a Alone in the Dark el padre de los survival-horror. En su momento fue toda una revolución tecnológica gracias a esa cámara fija, la tensión por tener pocos suministros en la mochila y por una historia oscura pensada para adultos. Y aunque la saga ha tenido sus altibajos durante todos estos años, no se puede olvidar lo que hizo por la industria. Unos altibajos que quiere redimir THQ Nordic y Pieces Interactive con esta nueva iteración que nos ofrece una reimaginación del clásico. ¿Lo habrá conseguido, o se sumirá en la más profunda oscuridad de la mansión donde se desarrolla la trama?

Alfombra roja entre escombros
Tomando prestada la esencia de la trilogía original, en esta nueva entrega volveremos a experimentar las pesadillas que encierran los muros de la mansión Derceto. En esta ocasión controlaremos a uno de los dos personajes jugables disponibles: Edward Carnby o Emily Hartwood. Como en los primeros Resident Evil, dependiendo a quien escojamos habrá cambios en los puzles y en el desarrollo de la historia, haciendo el título rejugable si queremos exprimir todo el potencial.
Más allá de las dos historias paralelas, el reclamo de ambos protagonistas viene dado por los actores que los protagonizan: David Harbour y Jodie Comer. Una buena manera de captar la atención de aquellos desconocedores de la saga, aunque como veremos más adelante, hay aspectos significativos de mejora.

Visita familiar
Sobra decir que esta revisión de Alone in the Dark sigue siendo un survival-horror de manual. Además, en su faceta más clásica, para bien y para mal. Independientemente a quien escojamos, tendremos que investigar la desaparición de Jeremy Hartwood, el tío de la protagonista.
Nuestras pesquisas nos irán sumiendo más en una historia rocambolesca donde nos teletransportaremos a mundos paralelos de pesadilla, donde las criaturas campan a sus anchas. esto es debido a un amuleto especial que será la piedra angular de toda la problemática que rodea a la familia Hartwood.

Cada rincón cuenta
Toda la narrativa tiene una esencia que nos recuerda a las obras de Lovecraft. No porque haya seres submarinos ni pulpos siniestros, sino por ese miedo oculto que todos los miembros de la casa conocen y del cual nunca quieren hablar. La mansión tiene muchas estancias a explorar, y como los juegos de la época, habrá salas que requerirán de llaves, mecanismos especiales u objetos que nos permitan desbloquear nuevas zonas.
La verdad es que no resulta muy difícil completar estos rompecabezas. Por regla general todos los objetos suelen estar a simple vista, y su resolución no suele ser muy compleja. Además, mientras estemos en la propia mansión y no viajemos al mundo infernal paralelo, no encontraremos enemigos que obstaculicen nuestro camino. O al menos no tantos como para poner en riesgo nuestra vida. Esto hace que la experiencia sea bastante lineal, sin sustos ni momentos de tensión de manera frecuente. Y pese que hay situaciones donde habrá que rodear habitaciones y buscar nuevos recorridos, tendremos la sensación de que nos están guiando de la mano en todo momento.

Acércate y saluda a mi amiguita la pala
Donde viviremos algo más de tensión será cuando activemos el talismán y viajemos a las regiones infernales que envuelven a Jeremy. Empezaremos con una pistola, pero poco a poco iremos descubriendo nuevas armas como la escopeta, otros utensilios para la lucha cuerpo a cuerpo e incluso tendremos objetos arrojadizos como piedras o cócteles molotov.
No siempre tendremos que enfrentarnos a las criaturas que salgan a nuestro paso. Habrá momentos de sigilo y otros done tendremos que echar pies en polvorosa para salir corriendo de zonas infectadas por estas bestias.

Miedo, pero no tanto
La parte que supone la mayor controversia de Alone in the Dark es su apartado gráfico. Pese a que en los primeros tráiler todo se veía de escándalo, lo cierto es que el juego final no se ve de igual manera. Ni se ve, ni se siente. El diseño de los personajes no está pulido, y las expresiones tanto de Edward Carnby como de Emily Hartwood no están a la altura de las circunstancias. La casa se siente vacía, y eso conduce a que no haya tanta inmersión como otros juegos del mismo género.
El control tampoco es que sea muy preciso, especialmente en esos momentos más pausados donde hay que explorar cada habitación. Ambos protagonistas se sientas muy ligeros, y eso hace que se muevan de una forma poco fluida por cada estancia. Por notar ligero, hasta los disparos se notan livianos. La pistola no aporta esa contundencia que uno espera cuando revienta una cabeza de un balazo. Y el sonido del pistoletazo, tampoco es el apropiado, aparte de que en ocasiones va algo desacompasado con la acción en pantalla.

¿Con qué prisma valoro este juego?
Y ahora viene la pregunta del millón que me he estado haciendo mientras jugaba a Alone in the Dark. ¿Debería analizar el título como un survival-horror cualquiera, o como una nueva entrega de esta gran franquicia? ¿Analizo lo que es… o lo que debería ser? Una batería de preguntas que dependerán del cariño que tengas a la saga.
Si nunca has jugado a ningún juego de Alone in the Dark, te vas a encontrar una propuesta de terror muy llevadera que podrás completar en 10-12 horas sin ningún tipo de problemas. No resulta tediosa, y más allá de los problemas audiovisuales, la trama y esquema jugable funcionan de manera correcta.
Ahora bien, si eres fan de la saga, puede que busques algo más. Un homenaje que no se quede en presentar a los personajes clásicos de la trilogía principal y que aporte un añadido especial. Algo revolucionario o complejo acorde con el peso que tiene la franquicia dentro de los survival-horror. Pero en líneas generales, se nota que es un título adaptado para todos los públicos. Algo más mainstream, que sin perder las perlitas de nostalgia, quiere darse a conocer no sólo al fan acérrimo de los misterios de la mansión Decerto.

Conclusión de Alone in the Dark
THQ Nordic y Pieces Interactive nos invitan a la mansión Derceto para que nos sumerjamos en una nueva entrega de esta aclamada saga de survival-horror. La trama en sí no está nada mal, y dependiendo del protagonista que escojamos tendremos unos derroteros u otros. Protagonistas por cierto, muy conocidos ya que se tratan de David Harbour y Jodie Comer. Pero pocos minutos nos bastarán para darnos cuenta de que algo falla en esta nueva iteración de Alone in the Dark.
Pese al gran renombre que tiene detrás, encontramos fallos que deberían haberse subsanado. Su aspecto gráfico no es su mayor virtud… con modelados, expresiones y ambientaciones de la casa que podrían destacar mucho más. Y quitando ese bajón visual, me parece peor un sistema jugable que se me antoja lineal y sin demasiadas innovaciones, pese a estar ante uno de los padres del género. Si nunca has jugado a un título de la saga puede que pases por alto esa ausencia de tensión que debería provocar. Pero si has disfrutado de la trilogía original, seguramente tengas sentimientos encontrados. Dicho lo cual, estamos ante un título que aportará diferentes sensaciones dependiendo quién lo disfrute, pero en reglas generales es muy divertido y con una historia interesante que nos moverá entre varias dimensiones.