Las aventuras de corte “Seek and find” vienen bien de vez en cuando. Adéntrate en nuestro análisis para conocer si Clockwork Tales merece la pena.
Artifex Mundi lanza en Xbox One su segundo trabajo, apostando sobre seguro con un estilo de juego que ya vimos en su anterior obra, Nightmares From the Deep: The Cursed Heart. Con un nombre igual de largo, Clockwork Tales: of Glass and Ink nos brinda una breve aventura, donde los puzles serán los grandes protagonistas y dirigida a todos los públicos.
La historia nos sitúa en Hochwald, una ciudad ficticia con ciertos aires “steam-punk” donde sucederán hechos extraños. Nosotros encarnaremos en primera instancia a Evangeline Glass, y acudiremos a esta ciudad después de que nuestro mentor, Ink, reclamara nuestra ayuda. Poco después del reencuentro entre alumna y profesor, una máquina secuestra a nuestro maestro, momento en el cual dará comienzo nuestra aventura intentando descubrir por qué han secuestrado a Ink y qué misterio ha descubierto que requiere de nuestra ayuda. Un marco idóneo para embelesar a los jugadores con puzles y otros pasatiempos.

Clokwork Tales basa su jugabilidad en ir investigando los diferentes escenarios en busca de objetos o herramientas que nos ayuden a resolver los puzles. Por regla general no nos costará mucho encontrar los diferentes útiles repartidos por cada fase, y con un poco de paciencia conseguiremos superar los rompecabezas. Todos los objetos que recolectemos tendrán un uso específico, quitando la posibilidad de combinarlos para crear una herramienta diferente como estamos acostumbrados en otros juegos de corte similar, eliminando ese factor de dificultad que le hubiese venido bien al título independiente. Eso sí, en nuestro poder tendremos al cuervo mecánico Matthew, muy útil para alcanzar utensilios que no estén al alcance de nuestra mano y que supone una de las mayores novedades de Clockwork Tales.
Otro de los elementos curiosos que encontraremos en el título de Artifex Mundi será la búsqueda de objetos en un escenario predeterminado. A modo de mini-juego, se nos encomendará una lista de “objetos perdidos” que deberemos encontrar en una pantalla concreta. Pese a que alguno de estos enseres está bien escondido, la falta de penalización hará que no suponga reto ninguno. Aparte de estas búsquedas, y de los pequeños puzles que podemos encontrar, podremos interactuar brevemente con las pocas personas que deambulan por el pueblo de Hochwald, lo que nos puede proveer de información, pistas y algún que otro objeto clave para proseguir la aventura.

Al final todo lo comentado en la parte jugable da como resultado un juego que, pese a poder englobarlo en una aventura gráfica como tal, queda mejor posicionado como un título “Seek and Find”, donde lo importante es estar perspicaz en la búsqueda de objetos a través de los escenarios predefinidos. Puede parecernos en un primer momento un posible competidor de la clásica aventura gráfica Myst, pero al poco tiempo de jugar nos damos cuenta de que no es así. Nos queda la sensación de que este género está más enfocado a dispositivos móviles y tabletas, debido a un control que pide a gritos un manejo táctil.
Como cabe de esperar, en Clockwork Tales encontraremos unos escenarios llenos de detalle, con la sensación de estar pintados a acuarela y con una amplia paleta de colores. Los personajes secundarios a veces nos sorprenderán con diálogos (con voces en inglés pero traducidas el español) donde tendrán un modelado tridimensional bastante sutil, pero efectivo. Las voces tampoco abundan, y las encontraremos únicamente en los diálogos más importantes del juego. Sin llegar a ser un portento gráfico ni sonoro de la actual generación, en estos ámbitos el juego cumple, y no nos cansaremos de descubrir nuevos mapeados para contemplar sus inmóviles pero efectivas imágenes estáticas.
[…] como uno más dentro de la gran cantidad juegos similares del género “Seek & Find”, como Clockwork Tales, Enigmatis o Nightmares from the Deep (que es de Artifex Mundi, misma desarrolladora que el título […]