La vida entre trincheras nunca fue fácil, pero en Conscript va un paso más allá para convertirse en una pesadilla
Verdún fue un escenario bélico emblemático que marcó un punto de inflexión en la Primera Guerra Mundial. Hemos visto decenas de juegos que recogen la ambientación de sus calles para ofrecernos una epicidad única. Pero hay otra cara de la moneda. Esa cara donde la heroicidad da paso a la supervivencia. Donde las florituras por la victoria dan paso a pasillos respletos de muerte. Donde los objetivos claros dan paso a la duda y desesperación. Conscript trata sobre la parte mas oscura de la guerra, donde cada persona saca sus demonios intenos. ¿Seremos capaces de escapar de allí con vida?
Aunque te llenes de barro
Jordan Mochi, Catweight Studio y Team 17 son los encargados de retransmitir esas experiencias con un juego de terror pixelado repleto de personalidad. Con una vista cenital, tendremos que movernos entre búnqueres y trincheras hasta poder dar con nuestro hermano desaparecido mientras nos enfrentamos a soldados y bestias que invaden nuestra línea de paso. Nada será fácil, ya que mientras buscamos a nuestro hermano tendremos que solucionar otros problemas, buscar caminos alternativos y resolver las peligrosas situaciones que viviremos.
Cada bala cuenta
Podría catalogarse de un survival-horror por varios aspectos, pero Conscript no termina de serlo. Es cierto que la resolución de rompecabezas, ese tono tan pixelado y un sistema de disparo lento nos recuerda a los primeros Resident Evil. Y sería así en su totalidad si no fuera porque rara vez estaremos escasos de balas, y por un sistema de esquivas rodando por el suelo que nos acerca mas a un souls-like que a otra cosa. Ojo, se palpa la tensión en el ambiente, y si no gestionamos bien el inventario daremos de bruces contra el ejército enemigo. Pero nada que haga sentirnos completamente indefensos.
También cuenta con ventajas para el jugador. O como se dice ahora, calidad de vida. Podremos grabar partida en sitios específicos de Conscript, aunque podemos activar autoguardado si no queremos complicarnos la existencia. Tambien el sistema de apuntado se ha renovado. Olvidaros del “modo tanqueta” que sufrimos hace 20 años. Ahora fijaremos el arma en una dirección, y cuanto mas tiempo fijemos esa dirección, mas precisa será la mirilla de nuestra arma. Ya en nuestras manos está valorar si merece el riesgo y disparar casi sin puntar, o preferimos apretar el gatillo de una manera más lenta pero certera.
Faltan bolsillos en el uniforme
Todo eso encaja muy bien en el juego, aunque hay elementos que para mi echan un poco para atrás la experiencia general. Para empezar, los puzles no son todo lo bueno que podrían ser. Algunos se resuelven con claves o con elementos que se encuentran cerca del escenario. Lo típico de usar dinamita para desbloquear un camino y derivados. Hay mucha puerta cerrada que deberemos abrir con las llaves que iremos recolectando por las trincheras, y es un dolor de muelas ir probando las diferentes llaves en las cerraduras. Especialmente con un inventario tan reducido. Y sí, podremos mejorar el tamaño de nuestro inventario, pero hasta que llegamos a ese punto, tocará sufrir.
El arte de la guerra
La ambientación si que brilla a un buen nivel. O más bien, todo lo contrario, ya que estaremos en pasillos poco iluminados o búnqueres oscuros donde la única luz será la propiciada por nuestra linterna… y el reflejo de los ojos de las ratas. Está genial ver las diferentes estructuras que componen las trincheras de Verdún, con sus diferentes emplazamientos para los soldados dependiendo de su especialidad. Todo además rodeado de muerte, notas informativas, fotografías y carteles bélicos que nos trasladan a esos fatídicos destinos.
No es perfecto, y bajo mi punto de vista veo mucha similitud entre zonas, que incluso llega a ser lioso. Si le sumamos el factor de que los soldados enemigos pueden atravesar la frontera y colarse en nuestra base si no está el alambre de espino arreglado, no es muy aconsejable dar vueltas por todo el complejo.
Conclusión de Conscript
Aquellos amantes de los juegos clásicos de tensión tienen que probar este juego desarrollado por Jordan Mochi, Catweight Studio y Team 17. Bajo una vista cenital controlaremos a un soldado francés que se verá envuelto en una auténtica pesadilla entre trincheras, donde la muerta acecha en cada esquina. Por suerte, tendremos varias armas de fuego y cuerpo a cuerpo, que funcionan con un sistema de apuntado muy eficaz.
Lástima que los puzles y la exploración entre los edificios que componen Conscript sea algo más pesados. Nuestro escueto inventario nos hará retroceder a nuestro baúl para rehacer los slots, y explorar para dar con la puerta correcta no será muy recomendable, debido a la incesante llegada de soldados enemigos. Si somos capaces de sobrellevar esos contratiempos, viviremos una historia con graficos pasados de época pero que funcionan muy bien en los tiempos actuales.