Deathbound es un soulslike que une y enfrenta mundos antagónicos como son el tecnológico y el religioso.
Deathbound es un RPG de acción desarrollado por Trialforge Studio. Está ambientado en el mundo ficticio de Ziêminal. Este universo combina elementos medievales con restos de una avanzada tecnología antigua, creando un entorno único y misterioso.
Historia entre fe y ciencia.
La historia de Deathbound se centra en el conflicto entre la Fe y la Ciencia. Hace eones, la diosa Vida engañó a su hermana, la diosa Muerte, robándole sus poderes para crear a los Primeros Hombres, una raza inmortal. Esta traición desencadenó una guerra eterna entre los seguidores de la Vida y los de la Muerte. Ahora, los inmortales, inicialmente bendecidos con la vida eterna, están divididos y son perseguidos por los servidores de la Muerte.

El mundo de Deathbound destaca enormemente por su contrastes. Las tecnologías antiguas coexisten con el presente medieval, lo que da lugar a una civilización que alberga criaturas implacables y culturas exóticas. Como jugadores despertaremos en Ziêminal, este reino erigido desde las ruinas de una sociedad tecnológica y sumido en una guerra. La Iglesia de la Muerte se enfrenta al Culto a la Vida en una cruzada para eliminar a los inmortales.

Aunque en principio parece que usaremos un personaje únicamente, tras arrancar nos damos cuenta que Deathbound nos propone ir alternando entre cuadro protagonistas con diferentes alineamientos, desde la vida hasta la muerte. Todos ellos con sus dilemas morales ante los cuales algunos se replantean su alineamiento.

Jugabilidad alternada.
Para empezar, contamos con las típicas hogueras, que en este caso serán utensilios más tecnológicos. También tenemos atajos al más puro estilo FromSoftware, runas o algo similar con lo que subir de nivel y demás “estándares” que todos los souls copia y que pocos renuevan o reinterpretan.
Aquí es donde Deathbound más peca y falla. No aporta nada relevante para el género y lo que incluye, las esencias, son un elemento que como eje central de la jugabilidad esta poco logrado.

¿A que nos referíamos con el tema de las esencias? Este es el punto o elemento diferenciador de Deathbound con otros soulslike. El juego nos permite ir absorbiendo las esencias de guerreros caídos, hasta 4 podremos tener activas, pero a lo largo del juego podremos recoger hasta 7 diferentes. Cada una cuenta con sus habilidades, árbol de talentos y elementos diferenciadores tanto estéticamente como de estilo de combate. Estás son las que podremos encontrar y disfrutar:
- Therone: Es el personaje inicial, un caballero con espada y escudo. Sus habilidades incluyen ataques rápidos, ataques pesados, bloqueo y parry.
- Anna Lepus: Una asesina que utiliza dagas y una ballesta. Es ideal para ataques a corta y media distancia, así como para ataques sigilosos.
- Tehkri Hadoi: Un guerrero especializado en combate cuerpo a cuerpo con habilidades de artes marciales.
- Iulia Tchevlaskia: Una maga que puede lanzar hechizos poderosos y controlar elementos.
- Agharos de Meriva: Un tanque con gran resistencia y habilidades defensivas.
- Mamdile Ogate: Un arquero con habilidades para ataques a larga distancia y trampas.
- Olivia Heinz: Una sanadora que puede curar y apoyar al equipo con habilidades de soporte.
Esto que debería ser algo positivo se convierte en un engorro farragoso y tedioso, porque Deathbound da mucho peso a cambiar de personaje en medio del combate para asestar golpes potentes y mortíferos.

Asignación de botones algo extraña.
Con lo que estamos condenados a tener que cambiar de manera poco ortodoxa (los botones asignados no son los mejores) de personaje en medio del combate. Cada una de las 4 esencias que tenemos no comparten vida, algo que esta bien porque contamos con cuatro opciones antes de morir, pero si una muere, se acabó el tema.

Como hemos dicho esta mecánica es poco fluida, no se integra bien en el combate y fastidia mucho su necesidad de incluirla para poder eliminar jefes o esbirros antes de que te liquiden de un golpe.
Y es que para que la mecánica sea efectiva deberemos cambiar de esencia justo en el momento que golpeamos a un enemigo para hacerle más daño. Al que como decimos se hace apretando la cruceta correspondiente, teniendo que soltar el joystick del movimiento en medio del combate.

Técnicamente algo pobre.
En el apartado técnico no nos vamos a extender mucho porque es bastante limitado. Cumple de manera raspada los estándares de un juego de 2024, con texturas pobres y poco trabajadas. Los escenarios están poco elaborados y son en general muy parcos. Los movimientos del personaje se sienten un tanto ortopédicos y la ejecución de ciertas habilidades o combinaciones no cuenta con secuencias fluidas ni cuidadas.

Para colmo de males, el choque entre tecnología y personajes medievales es total. Si era lo que el estudio pretendía lo ha logrado. Pero creo que en ciertas partes estos dos mundos tan antagónicos tuvieron que confluir para luego separarse y esa unión que generó el alejamiento posterior no se ve por ningún lado.
Se siente como si un ejercito medieval fuera trasladado de manera rocambolesca a un mundo tecnológico y apocalíptico donde algunos restos de mecánicos aun funciona y tienen cometido.

CONCLUSIÓN
Deathbound es un título bastante justito en su apartado visual y sonoro, donde tampoco se vé un gran trabajo a nivel de arte conceptual. Las animaciones de los personajes, los escenarios y en general el diseño de niveles son bastante pobres. La mezcla de ciencia vs. iglesia esta poco cohesionada y parecen impostadas.
Es cierto que trata de innovar con su mecánica de esencias, pero esta no hace más que emborronar un combate ya de por sí poco trabajado y poco fluido. Es un juego al que las decisiones en cuanto a su jugabilidad y arte conceptual han lastrado de manera definitiva.