La luz ha estado oculta tras la oscuridad mucho tiempo. Por suerte, Kingdom Hearts 3 viene a su rescate y de la mejor forma posible.

Qué rápido pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando la saga creada por Tetsuya Nomura saltase a las tiendas y a los corazones de aquellos que fueron testigos de su originalidad. Un largo tiempo que a veces juega a favor, y otras veces en contra. A favor porque la base de fans lleva esperando este momento con los brazos abiertos desde que terminaron la segunda parte de Kingdom Hearts, y en contra porque no todo el mundo pudo controlar a Sora y sus amigos en su momento, ya sea por la edad propia del jugador o porque no tenían la consola pertinente para ponerse manos a la obra. Confieso que pertenezco al segundo grupo. Nunca tuve una PS2, por lo que mis conocimientos sobre Kingdom Hearts son reducidos, a excepción de la entrega lanzada para Game Boy Advance subtitulada Chains of Memories. Esto no supone un problema, ya que de esta forma podré aportar unas impresiones mucho más objetivas que serán especialmente recibidas para aquellos que, como yo, no tuvieron la suerte de disfrutar la saga desde sus inicios. Seas novel en la aventura de Square-Enix, o avezado aniquilador de Sin-Corazones e Incorpóreos, lo que nos depara Kingdom Hearts 3 rezuma una magia intrínseca que veréis aflorar en el análisis.

Todo se resume en una lucha

La luz contra la oscuridad. Este concepto tan sencillo, manido y simple que hemos visto en mogollón de películas y videojuegos es el eje principal de Kingdom Hearts, y sigue presente en Kingdom Hearts 3…a su manera. Square-Enix lo tiene complicado para que los neófitos a la franquicia sepan toda la trama que mueve a los protagonistas a vivir las aventuras por los mundos de ensoñación que están presentes en esta entrega. Para intentar solventar el problema, la compañía ha decidido comprimir en cinco vídeos todo lo que sucede en los acontecimientos previos en Kingdom Hearts 3. Os adelantamos que sale mal. Son tantos nombres, mundos paralelos, viajes en el tiempo y situaciones complejas, que más vale visitar en “nuestras propias carnes” los títulos anteriores si queremos tener una noción de lo que sucede en pantalla. Tampoco es que sea vital para poder disfrutar de Kingdom Hearts 3 (de hecho, yo lo estoy haciendo) pero habrá partes donde nos sintamos perdidos en su narrativa si no conocemos el contexto de anteriores juegos. Tomadlo con calma. Aunque haya situaciones que se os escapen de vuestro entendimiento, simplemente dejad que la narrativa fluya. Si os quedáis con ganas de más, entonces será momento de darle una segunda vuelta al juego o mejor aún, iniciar las andaduras de Sora en los anteriores títulos.

Para aquellos fans que hayan jugado religiosamente a los juegos anteriores, tienen que saber que los hechos que ocurren en Kingdom Hearts 3 continúan el hilo que vimos en Kingdom Hearts: Dream Drop Distance. Nada fácil seguir su historia, puesto que a raíz de esa entrega empiezan una serie de viajes en el tiempo que vemos reflejados en el título que estamos analizando (no valía solamente con los “alter-ego” de cada personaje…). Continuaremos la búsqueda de la portadora de la séptima llave espada, con dos grupos diferenciados que se componen de Sora, Goofy y Donald por un lado, y Riku y el Rey Mickey por el otro. Tarea nada fácil, especialmente para Sora quien no sabe por dónde empezar a buscar, y además tendrá sus poderes muy mermados. Por suerte para nosotros, los viajes entre mundos que suponen un tedio para sus protagonistas se convierten en pequeños homenajes a las películas de Disney y Pixar, como os podréis imaginar.

Alguien ha metido un Moguri en mi bota

Gran parte del “gancho” que ha caracterizado a toda la saga ha sido la inclusión de mundos Disney que encajan a la perfección con la historia que se cuenta (si, bueno…y también algún Moguri de Final Fantasy aparece). No voy a ser yo quien desvele los mundos que aparecen en Kingdom Hearts 3, básicamente porque Square-Enix se ha encargado de hacer los spoilers pertinentes. Lo que sí quiero resaltar es lo bien que encaja Sora y compañía con cada ambientación. El trabajo que hay detrás es enorme, y no choca para nada enfrentarnos a Hades cuando visitamos el Olimpo de Hércules, ser testigo de las conversaciones con Woody de Toy Story (que parecen extraídas de la misma película por lo bien hecho que está) y los momentos mágicos con Olaf de Frozen con una sinergia que para nada parece forzada. La historia de los portadores de la llave-espada de por sí es interesante, extensa y llena de matices, pero si además incluimos estos pequeños “caramelitos” fabricados por Disney todo adquiere otro color aún más brillante.

Llave-espada, un arma letal en esta entrega

Metiéndonos de lleno en la parte jugable de Kingdom Hearts 3, nos encontramos con un action-RPG sencillo, hasta tal punto que los combates parecen estar en un plano secundario en pos de dar protagonismo a la historia. Es tal la facilidad que contiene el título, que más vale que empecéis en un nivel de dificultad alto si queréis encontrar un factor estratégico en cada trifulca. Nosotros manejaremos en casi toda la aventura a Sora, aunque también tendrán cabida otros protagonistas. En cualquier caso, la acción se resuelve siempre de la misma manera: habrá que aniquilar a los enemigos a golpe de llave-espada, magias e invocaciones si fueran necesarias. Como novedad en la saga, en esta ocasión tendremos diferentes tipos de llaves-espada que podremos alternar y combinar en cada combate. De esa forma, podremos escoger si nos interesa más un arma que potencie el ataque, tenga mejor capacidad defensiva, o si por el contrario preferimos el incremento de magias a largo alcance. No hay un arma predilecta en cada escenario, así que le toca al jugador equiparse con la que más cómoda se sienta.

Volvemos al nivel de dificultad y a otro tipo de inclusión. En Kingdom Hearts 3, aparte de los combos con Goofy y Donald, las magias y las invocaciones, tenemos ataques especiales con forma de atracción de feria. Si somos capaces de acceder a este tipo de ataque, el daño que causaremos al enemigo será enorme (aparte de que recuperaremos nuestra vida). Embestir con el barco de Piratas del Caribe, golpear incesablemente con las tazas de La Bella y la Bestia o participar en unos rápidos son tres ejemplos del gran poder que podremos desatar. Obviamente, volvemos a su sencillez, y es que, en un nivel de dificultad normal, el uso de estas atracciones prácticamente finalizaran los enfrentamientos que tenemos entre manos.

La tentación de las golosinas voladoras

Hablemos de otro elemento que se ha expandido con este nuevo título. Las naves Gumi siguen haciendo acto de aparición y son el medio de transporte entre un mundo y otro. Puede que para algunos jugadores este cambio de mecánicas donde nos obligan a pilotar una nave por el universo de Kingdom Hearts no sea de mucho agrado (de hecho, a mí en una primera instancia tampoco me hizo mucha gracia). No pasa nada, pese a todas las explicaciones iniciales, se trata de una actividad puntual que solo tendremos que realizar cuando visitemos nuevos mundos. Después de su descubrimiento inicial, el resto de visitas que hagamos podrán ser automáticas gracias al teletransporte. Esto no quiere decir que los momentos con la nave Gumi sean malos. Entre asteroides y corrientes de energía podemos encontrar pequeños puzles, enemigos a los que enfrentarnos y otro tipo de entretenimientos que nos permitirán mejorar la nave, y lo que es más importante, mejorar el equipo de Sora y compañía. Además, contamos con un completo editor por si queremos crear la nave Gumi de nuestros sueños. Vale, no es algo clave en el juego, pero siempre se agradece poder realizar otro tipo de tareas en títulos de esta índole.

Cuando las películas se entremezclan con el videojuego

No cabe duda de que la estética y apartado visual de Kingdom Hearts 3 brilla con una luz propia. Cada mundo tiene su propia personalidad, y se ha cuidado todo al detalle para ofrecer una recreación de las películas de Disney/Pixar lo más fieles posibles a su versión original. El colorido, escenas y situaciones son apabullantes. Además, a diferencia de otras entregas, podremos tomar varios caminos alternativos y en muchos casos hay gran componente de verticalidad. Los secretos y zonas ocultas también están a la orden del día, y encontrarlas todas suponen un desafío para el usuario que quiera ser completista.

Pese a las 13 años de desarrollo, hay aspectos técnicos que no brillan como debieran. Puede que, precisamente debido extenso periodo de tiempo que han necesitado para hacer realidad este proyecto haya factores y elementos que han quedado desfasados. En algunos puntos concretos he sufrido ralentizaciones y puede que alguna textura no esté todo lo definida que quisiera, pero ese no es el mayor problema. La cámara será uno de nuestros mayores enemigos, ya que en muchas ocasiones recibiremos golpes que no sabremos ni de dónde proceden. Si ya hablamos de enemigos que vuelan, mientras otros permanecen en tierra, este fallo se agrava aún más. Tampoco entiendo cómo un juego de estas características no tiene una mejora para Xbox One X respecto al resto de plataformas y lo que es peor, por qué no hay opción a HDR cuando es un juego que lo pide a gritos.

Hay un amigo en mi

Donde Kingdom Hearts 3 no falla es en su apartado sonoro. Desde la introducción Square-Enix nos deja claro la calidad sonora de la que goza el título, con temas propios que enseguida te atrapan por su buen hacer. Y ya no son solo los temas propios, sino que cada mundo tiene sus acompañamientos musicales, algunos compuestos para la ocasión y otros rescatados para que nos sumerjamos lo máximo posible en su historia. Y no es una banalidad esto último que acabo de decir, ya que escuchar de fondo la canción correspondiente a la película que toca, hace mucho. El audio de los diálogos está en inglés y japonés, algo que puede entenderse pero que podría haberse mejorado si hubiesen querido (véase el caso de Kingdom Hearts 2). Escuchar hablar en español a Woody, Mickey o al pato Donald (por poner tres ejemplos rápidos) con las voces que tenemos asociadas desde nuestra infancia habría sido el culmen total en el apartado sonoro y un flechazo nostalgico directo a nuestro corazón.

 
 

Conclusión

Todo fan de Kingdom Hearts debe estar de enhorabuena con el lanzamiento de esta tercera entrega. Después de 13 largos años, por fin se cierran tramas, historias y ciclos que han permanecido abiertos durante mucho tiempo. Además, lo hace con un salto gráfico significativo, y es que ver a los personajes de Disney  (y especialmente los creados por Pixar) con el detalle que poseen tiene un encanto mágico, nostálgico y que hará que el jugador quiera proseguir en su historia. No pasa nada si no has disfrutado de las anteriores entregas. Es cierto que hay giros de guión donde podrás sentirte perdido, pero en líneas generales disfrutarás de un action-RPG sencillo, pero con una historia potente. No todo es brillantez, y Kingdom Hearts 3 tiene pequeños defectos como la disposición de la cámara, o leves fallos de rendimiento en zonas concretas. La felicidad en los videojuegos tiene un nuevo nombre, la alegría por contar historias un nuevo testigo, y en esta lucha entre la luz y la  oscuridad, ya tenemos un claro vencedor.

Kingdom Hearts 3

69.99€
9

Gráficos

9.0/10

Sonido

9.5/10

Jugabilidad

8.5/10

Diversión

9.0/10

Pros

  • Por fin damos carpetazo a una historia que lleva abierta 13 años
  • La recreación de los mundos y personajes Disney es impresionante
  • Los ataques especiales llaman mucho la atención

Cons

  • La cámara nos juega malas pasadas
  • Resulta especialmente sencillo, especialmente para los avezados en la saga
  • No hemos disfrutado de los recopilatorios en Xbox One

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