Combinando la imprevisible emoción de las máquinas tragaperras con la profundidad estratégica y rejugabilidad de los deckbuilders clásicos.
A primera vista, La Suerte es un Casero o Luck be a Landlord parece un simple juego de tragaperras en la vida real. Ofrece la emoción del azar que implican las tragaperras sin el riesgo de perder los ahorros de toda una vida.
La premisa puede parecer algo simple, pero también divertida. Al parecer, vives en un complejo de apartamentos dirigido por un casero que sólo se comunica contigo por correo electrónico. El alquiler es asombrosamente barato, pero aumenta exponencialmente cada mes. Por suerte, en el vestíbulo de los apartamentos hay una máquina tragaperras con la que puedes ganar dinero extra.

El giro con respecto a una máquina tragaperras típica es que empiezas con sólo un puñado de símbolos a tu disposición. Después de cada tirada, puedes elegir uno de los tres símbolos para añadir a tus “ruedas”. En la siguiente tirada, el conjunto de símbolos incluye lo que acabas de añadir y se colocan aleatoriamente en el tablero. Recibirás monedas en función de dónde aparezcan esos símbolos. Algunos de los símbolos básicos sólo ofrecen una o dos monedas, pero otros ofrecen bonificaciones para aumentar tu rendimiento en función de la posición. Es una de esas situaciones que tiene sentido cuando la ves en acción, pero es difícil de explicar con palabras.
El número de símbolos disponibles en Luck be a Landlord es casi abrumador. Tu objetivo es seleccionar símbolos que funcionen bien con los símbolos que ya has elegido. Por ejemplo, un símbolo de “gato” combina bien con un símbolo de “leche”, produciendo mayores cantidades de monedas. Desgraciadamente, no hay forma de saber qué símbolos saldrán en cada tirada, lo que significa que no tienes ni idea de qué elegir. Y eso es sólo un simple ejemplo de los numerosos símbolos y combinaciones disponibles. En este sentido, se trata de una auténtica máquina tragaperras, ya que la suerte es un factor fundamental. Claro que puedes elegir qué símbolos añadir, pero nunca sabrás si has tomado la decisión correcta hasta que sea demasiado tarde.

También hay algunas mejoras permanentes para cada partida, que facilitan un poco las cosas. Por ejemplo, descubrí una ganzúa, que me da un 40% de posibilidades de desbloquear cualquier cosa que se pueda desbloquear (cajas fuertes, cajas de seguridad, etc.) que aparezca en mi pantalla. Estos objetos no dependen de un giro y siempre están activos en cada tirada. Al igual que los símbolos normales, también son numerosos y completamente aleatorios.
Al más puro estilo de las tragaperras, pasan muchas cosas tanto visual como auditivamente. Cada tirada totaliza tus monedas añadidas increíblemente rápido, así que casi no hay tiempo de espera entre cada tirada. A medida que las monedas se suman, se produce un sonido de valor creciente que es siempre agradable al oído. Definitivamente te hace volver para “una tirada más”, que es lo que quieres en este estilo de juego.
Conclusiones
Es cierto que aún no he podido completar una partida de Luck be a Landlord. Aún no he ideado una estrategia sólida, pero cada vez llego más lejos. Incluso si no lo consigues, es muy divertido jugar. El único inconveniente, a diferencia de un juego del estilo como Balatro, es que la suerte es un factor muy importante a la hora de jugar. Recomendable darle una oportunidad, ya que es engañosamente profundo y adictivo en su jugabilidad.
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