Ya está disponible y en Game Pass Revenge Of The Savage Planet, un juego de exploración muy medido. ¡Quedas contratado!
Typhoon Studios Inc. nació con el propósito de crear un doble AA de calidad tomando consciencia de sus recursos y presupuesto ajustados pero con la suficiente posición para no ser considerados Indies. La compra por megacorporación Google y su sistema de entretenimiento Stadia (¿os acordáis?) no les hizo cambiar de idea. Su primer juego fue Journey To Savage Planet, un éxito moderado para un juego moderado. Por desgracia Stadia cerró y con el Thyphoon. Cosas de Multinacionales. Por suerte el equipo logró salir de la nube de humo con la propiedad intelectual intacta y crearon Raccoon Logic. Y Logic-amente fueron a por la secuela.
Eres un activo esencial para esta empresa.
Esa relación con las megacorporaciones son las que mueven el juego. En Revenge Of The Savage Planet nuestro avatar es enviado por sus jefes a un planeta a años luz para descubrir al llegar que la empresa ha quebrado y está despedido en un planeta lejano. Por suerte todo lo que han enviado para establecer una nueva colonia sí que ha llegado, aunque el aterrizaje ha sido una tanto accidentado y todo está esparcido y a la espera de ser rescatado.

Sólo tenemos un compañero (si no jugamos en cooperativo): una computadora/dron que nos va guiando y enseñando a desenvolvernos en el salvaje mundo que nos rodea, demostrando que para sobrevivir tenemos que mejorar nuestras habilidades a través de una impresora 3D. Hay que conseguir planos y recursos para estas mejoras.Pero nada de maderas para construir cabañas. Aquí la colonia ya estaba montada esperando a sus habitantes, pero la población se reduce a ti. No va de sobrevivir, realmente funciona más como un Metroidvania muy comedido centrado más en la exploración que en la acción. La computadora nos guía pero en todo momento nos dice que podemos ir a nuestro aire y eso es de agradecer.
Será un sueldo ajustado a tus capacidades.
Esta libertad de explorar puede conducir a abrumadoras experiencias como las que Ubisoft nos tiene acostumbrados, pero nada más lejos de la realidad. El equipo de Raccoon Logic ha trabajado en esos estudios y con Revenge To The Savage Planet han querido hacer el ejercicio contrario. En vez de bastos mapas con centenares de misiones repetitivas, tenemos mapas ajustados, algunos pueden decir que pequeños, pero nutridos de misiones y exploración variada que dan la sensación de estar avanzando en el juego más allá de realizar una lista de tareas.

Es justo agradecer que hayan creado una experiencia ajustada en tiempos y envergadura a la jugabilidad que tiene. Tampoco han inventado nada nuevo, las habilidades y misiones son bastante normales en juegos de este tipo pero su desarrollo no resulta tedioso. El típico listado de logros como el de saltar desde tantos metros o matar a un animal en concreto cuerpo a cuerpo hacen evolucionar las habilidades. Son mecánicas que normalmente son opcionales y externas a la jugabilidad, aquí implementadas en la evolución del “arbol de habilidades”.
Tenemos una política estricta en lo que a humor se refiere.
Lejos de ser un drama épico de una persona abandonada a su suerte, Revenge of the Savage Planet, como su predecesor, abraza la ironía y cinismo que brinda la ciencia ficción ultracapitalista, esos que disfrazan la crisis de oportunidad. En este sentido cabe destacar los anuncios y video mensajes que recibimos con imagen real que aportan humor y repelús a partes iguales.
En el mismo tono también tenemos una dinámica que en todos los juegos es tediosa como es el escáner. Cada planta y animal se pueden escanear y la descripción, lejos de ser una descripción exhaustiva es un mero chiste con constantes referencias al cine de ciencia Ficción.

El uso de la tercera persona en vez de la primera de la anterior entrega enfatiza el humor por medio de la comedia física del personaje. Se rompe en cada caída mortal de necesidad recuperándose con un saltito que suena a Super Mario. El juego se ríe de sí mismo y demuestra que si no te diviertes no es un videojuego.

No sé en otros sitios, pero aquí las cosas las hacemos así.
El estilo desenfadado y juguetón se ve también en su apartado gráfico, que resuelve los biomas con lo esperado (selva, nieve, desierto, lava…) pero con unos diseños muy cartoon y tan atractivos que merece la pena pararse a escanear. Del diseño de las criaturas a las que nos enfrentamos o coleccionamos merece la pena estudiarlo de cerca para ver la fina línea entre lo achuchable y el vómito.

Revenge of The Savage Planet es un shooter con mucho plataformeo. El gunplay va muy suave y tanto el arma como la pistola de agua (si, hay mecánica Power Wash Simulator) son muy gustosas de utilizar. La parte plataformera quizá sea más exigente sobre todo porque los movimientos tan de dibujo animado del explorador dificultan la fineza en los movimientos, pero es tan divertido de ver que merece la pena.
Conclusiones.
Nada nuevo y todo muy fresco. Revenge of The Savage Planet ofrece la propuesta de exploración que conocemos con elementos Metroidvania como el Backtracking o las plataformas medidas. Un arbol de habilidades/ gadgets que no sorprende como mochila propulsora, pistola de rayos o gancho. Y por último una historia que carece de profundidad y que no es necesaria, con el humor que se ha trabajado sobra y basta.
Hace las cosas de cualquier juego pero su valor es que además de hacerlo bien, con un diseño de niveles ajustado y una evolución divertida, no cae en lo que muchas veces achacamos a los juegos más grandes: no estira nada más de la cuenta. El juego es corto (no tanto si vamos al 100%) porque no hay ningún artificio para que dure más. Se muere, pero no es una experiencia muy desafiante, prevalece la exploración a los grandes enfrentamientos. Las misiones no son repetitivas. Los mapas parecen grandes, pero se recorren rápido. Han hecho un ejercicio de síntesis que resulta en un videojuego que no tiene momentos de aburrimiento.
