Volvemos a revivir un shooter retro gracias a Rise of the Triad en una edición muy completa

Lo retro siempre agrada. No son pocas las veces que las compañías traen de vuelta sagas clásicas o usan un estilo visual muy particular para que se nos encienda la llama de la nostalgia. Hace poco pudimos vivir un RPG de esta índole con Sea of the Stars, pero no son pocas las compañías que semana tras semana nos brindan esos pequeños viajes al pasado. New Blood Interactive junto con Apogee Software, Nightdive Studios e interceptor Entertainment quieres que vivamos esas experiencias con su Rise of the Triad – Ludicrous Edition. Una vuelta al frenetismo, locura y dificultad que tenían los primeros FPS tridimensionales que aparecieron en el mercado.

Vuelta a la acción desmedida

Rise of the Triad – Ludicrous Edition es una propuesta que no esconde su fuente de inspiración. Su obra bebe directamente de joyas como Wolfenstein o Doom, con sus propias señas de identidad que iremos describiendo en el análisis. El juego base salió en el año 1995, y en esa nueva edición para las consolas actuales contaremos con las tres campañas que fueron apareciendo a lo largo de su vida, con la inclusión de otra nueva historia creada para la ocasión. Todo ello por supuesto, con las mejoras técnicas y gráficas para que el título se disfrute lo mejor posible.

Los Angeles está en peligro, y sólo un grupo de soldados de élite puede poner fin a la amenaza. Ese grupo es el denominado HUNT, compuesto por varios miembros, a cada cual más excéntrico. Nuestra misión será bien sencilla: erradicar a todo el mal que encontremos en pantalla. Por suerte para nosotros, contaremos con todo tipo de armas para librar esta cruenta batalla contra el mal.

Haz un strike en la cabeza del enemigo

En su época Rise of the Triad supuso un soplo de aire fresco y desafiante a los shooters en primera persona. No era tan macarra como Duke Nukem, pero dejaba asomar pequeñas bromas que rompían con el aire serio de su trama. Para empezar, aparte de las típicas pistolas o metralletas, contaremos desde el primer minuto de bazookas, misiles guiados y todo tipo de armamento pesado. No sólo eso, sino que contaremos con otras bizarradas como la Mano de Dios, con la cual mataremos al instante al adversario con un solo toque de la esfera divina. Si juntamos esos poderes con power-ups como poder volar o incluso convertirnos en perro, la locura está garantizada.

¿En aquellos tiempos había GPS?

Todo tiene pinta de estar genial y ser súper divertido, pero bajo mi parecer, tiene dos fallos importantes. El primero es su mapeado. No tiene una lógica laberíntica como Doom, sino que todo se mueve a través de paredes secretas o zonas que son difíciles de encontrar. Es muy fácil perderse, y al ser unas texturas parecidas, podemos estar muchos minutos dando vueltas sin saber muy bien qué hacer.

El siguiente punto que tampoco me convence son los propios escenarios en sí. Vale que tenemos cuatro campañas, pero no hay un nexo entre una misión y otra. Ni tan siquiera un cambio en las paredes. Todas comparten los mismos assets y eso puede ser cargante sin una justificación. De hecho, la trama se viene abajo cuando uno tiene que saltar entre esferas gravitatorias o los enemigos caen del cielo sin ningún tipo de sentido. Habrá a quienes no le importe este factor, pero un mínimo hilo como sí tenían otros propuestas similares de la época le hubiese sentado de maravilla.

El fulgor de las partículas

Si sabemos perdonas estos defectos, tened por seguro que os invadirá ese toque nostálgico que apelaba en el primer párrafo. Todo tiene esa ambientación noventera, su música, menús que nos ofrecían los primeros shooter del mercado. Por suerte en esta ocasión todo se mueve a unos fluidos 60 fps y ese lavado de sus texturas a 4K le sientan de maravilla. Ya con todo lo que ofrece tendremos horas y horas de escabechinas en primera persona, aunque ha sido una lástima no poder contar con el multijugador que Rise of the Triad en su día tenía. Sin duda, una gran pérdida que los usuarios que disfrutaron de él en su momento echarán de menos.

Conclusión de Rise of the Triad – Ludicrous Edition

Aquellos que quieran revivir unos de los shoooter en primera persona más alocados del momento, están de enhorabuena. Apogee Software vuelve a estar en alza gracias al regreso de uno de sus obras más queridas de la época. En esta ocasión, volveremos a manejar a los soldados de lite de Rise of the Triad en cuatro campañas single-player diferentes. Una de ellas, diseñada específicamente para esta versión del juego.

Y aunque esta obra tiene mejoras de resolución y rendimiento, lo cierto es que arrastra fallos que ya tenía en su momento. Antes a lo mejor se podían pasar más por alto, pero ahora es complicado jugar en unos escenarios tan rocambolescos, donde las texturas se repiten de manera constante. Si a esto le sumamos un argumento nulo y la falta del modo online, se acaba empañando el resultado final. Aún así, seguro que si disfrutaste de esta obra en su momento, te apetecerá vivir las andaduras del grupo especial de soldados de Rise of the Triad.

Rise of the Triad - Ludicrous Edition

15.99€
6

Nota Final

6.0/10

Pros

  • Vuelta a un clásico de los FPS
  • 4 campañas, una completamente nueva para la ocasión
  • 60 fps y resolución a 4K

Cons

  • El diseño de niveles es repetitivo y lioso
  • No tiene opción multijugador
  • 4 campañas que son excesivamente parecidas

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