Rising Lords es un juego de estrategia y gestión ambientado en la Edad media en el que deberemos de gobernar y expandir nuestro imperio

Los juegos de estrategia y gestión siempre han sido un género bastante prolífico, sobre todo en PC. En los últimos años, esto ha cambiado, y gracias a los esfuerzos de diferentes estudios, se han conseguido adaptar estos juegos de manera bastante decente a consolas. Uno de estos ejemplos es Rising Lords, el título desarrollado por el estudio Argonwood y editado por Deck13 Interactive, que han realizado un gran trabajo para adaptar estos complejos controles a un mando.

Tus decisiones marcarán el rumbo de tú reino

Rising Lords se ambienta en el reino ficticio de Aubelin, el cual tras tiempos de prosperidad, se encuentra sumido en el profundo caos. Los conflictos y guerras entre las diferentes ciudades son frecuentes, provocando hambruna y miseria. Ante estos acontecimientos, el conde de Tankred deberá de actuar para restaurar la paz en el reino y que la prosperidad vuelva a su ciudad. Con este pretexto dará comienzo el modo campaña, uno de los diversos modos con los que cuenta el título y que sirve más bien para que nos familiaricemos con las mecánicas del juego.

La historia de Rising Lords comienza de manera bastante acertada, con un ritmo bastante bueno, toma de decisiones… pero conforme pasan las horas de juego, esta se va disipando y perdiendo ritmo. Las decisiones argumentales no cambian demasiado el devenir de los acontecimientos y parece que se le dan opciones al jugador para que parezca que puede influir en el devenir del juego, aunque en realidad no es así. Se agradece la inclusión de una historia, ya que en este tipo de juegos no es muy común, pero en realidad no aporta mucho, más que ser una especie de tutorial bastante denso.

Gestión profunda, combate no tanto…

Cuando nos ponemos a los mandos de Rising Lords, en un primer contacto este parece ser un tanto simple, dándonos la sensación de que su componente de estrategia y gestión es algo simplificado. Pero nada más lejos de la realidad. Cuando nos sumergimos más en su mundo, nos damos cuenta de la amplia gama de opciones con las que cuenta. Podemos construir numerosos edificios, tanto murallas defensivas, herrerías, cultivos u otras edificaciones enfocados al ocio como tabernas. Y es que todo se tiene en cuenta en este videojuego, desde la hambre hasta la felicidad de los pueblerinos, afectando en su productividad. Otra opción interesante es la posibilidad de controlar el diezmo y las raciones de comida, adaptándolas dependiendo de la situación de nuestro reino. Cada acción que realizamos no tendrá efecto hasta que avancemos turno (o estación) haciendo que debamos planificar inteligentemente las acciones que llevamos a cabo.

El combate es otro apartado fundamental en Rising Lords. Este mezcla los combates por turnos tipo XCOM y mecánicas de juego de cartas. Primero debemos asignar el número de defensas con los que dispondremos en batalla, existiendo una amplia gama como arqueros, caballeros, caballería… La disponibilidad de las tropas depende del número de armas que hayamos creado anteriormente, por lo que si no disponemos de arcos, no podemos contar con arqueros. Tras esto, podemos adquirir una serie de cartas, que funcionarán como habilidades para nuestro ejercito. Estas son muy variadas e influyen considerablemente en la acción. Pese a contar con numerosas opciones y estrategias, los combates carecen de profundidad y se vuelven repetitivos conforme avanzan las horas.

Sacado directamente de un lienzo

Visualmente Rising Lords es bastante bonito. Los entornos parecen ser sacados directamente de un cuadro, recordando a la estética de otros títulos como The Procession to Calvary o Pentiment. Tal vez el título peca de simpleza de escenarios, ya que podría haber contado con una mayor variedad de estos, pero no es algo que empañe demasiado este apartado. Técnicamente, la obra de Argonwood funciona realmente bien. El juego en Series X no presenta ningún tipo de problema gráfico ni bug molesto, corriendo de manera muy fluida.

El apartado sonoro de Rising Lords es bastante normalito. Las melodías que ambientan su mundo son decentes, pero se vuelven monótonas rápidamente, faltando algo de intensidad o espectacularidad. La falta de voces empaña también este apartado. La historia es narrada mediante grandes textos, como si de un cuento se tratara. La inclusión de un narrador habría sido bastante acertada, ganando espectacularidad.

Conclusiones de Rising Lords

El estudio alemán Argonwood y la editora Deck13 Interactive han realizado un gran trabajo con Rising Lords. Se nota que pese a tratarse de un título indie, han puesto mucho cariño y esfuerzo en su desarrollo. Sin embargo, el juego presenta algunos problemas que empañan un poco la experiencia de juego. Los combates son divertidos al principio, pero con el paso de las horas se vuelven un tanto repetitivo, notándose su falta de profundidad. Su modo campaña tampoco es memorable y se pierde interés en el rápidamente. En conclusión, si eres amante de los juegos de estrategia y gestión o te apasiona la temática medieval, te encontrarás con un título muy divertido, con numerosos modos de juego, destacando su modo multijugador, una delicia si se cuenta con amigos con los que jugar.

Si queréis estar informados sobre todas las novedades del mundo de Xbox, seguid a Comunidad Xbox a través de nuestras redes sociales en TwitterTwitch Youtube. También puedes unirte a nuestro grupo de Telegram.

Rising Lords

19.99€
7.3

Historia

6.5/10

Jugabilidad

7.5/10

Gráficos

8.0/10

Sonido

6.5/10

Diversión

8.0/10

Pros

  • Gestión muy profunda y gratificante
  • Gráficos bonitos
  • Su modo multijugador, increíblemente divertido junto a amigos

Cons

  • Su combate, algo repetitivo y simplón
  • Historia desaprovechada
  • Apartado sonoro desaprovechado

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.