Si juntamos un castillo que cambia al azar, con héroes de diferentes clases y un glosario de patologías que afectan a la partida, es lo que vamos a encontrar en Rogue Legacy, la última aventura desarrolada por Cellar Door Games.
Herederos de tierras y enfermedades
Hay veces que da gusto comprobar que géneros tan trillados, o gráficos tan manidos (sobre todo en los arcades de esta generación de consolas) todavía tienen algo que decir y aportar al usuario que busca innovación y entretenimiento en partes iguales. Es lo que vamos a encontrar en Rogue Legacy, un juego desarrollado por Cellar Door Games que nos teletransporta a un castillo y unos personajes con ciertas particularidades que provocan que el tiempo pase volando cuando lo jugamos.
Empezaremos por lo más destacable de Rogue Legacy, su sistema de selección de héroes. Si uno de nuestros heroicos caballeros muere en el castillo, ya no podremos volver a utilizarlo, sino que tendremos que escoger a otro distinto de los tres posibles descendientes como candidato a enfrentarse a las huestes del mal que asolan la fortaleza. La gracia del juego reside en estos descendientes poseen cualidades diferentes, ya sean virtudes…o defectos. No existe descendiente con buen estado de salud, cada uno de ellos contará con alguna enfermedad que condicionará la partida. Glaucoma, acromatopsia, gigantismo, vértigo, … incluso patologías que yo mismo desconocía se darán cita en Rogue Legacy. Alguna de ellas serán quedarán como algo anecdótico y gracioso cuando empecemos la partida, pero existirán otras que verdaderamente nos pongan en un aprieto, por lo que habrá que escoger muy bien al héroe sucesor.
Mis hijos vengarán mi muerte
No todo es morir y cambiar de héroe. Tendremos un gran menú que se desplegará antes de nuestra incursión donde podremos invertir el dinero obtenido en la última partida para mejorar estatus de los personajes, desbloquear nuevas ventajas y clases de héroe. Cuando empecemos Rogue Legacy solamente tendremos desbloqueado la clase paladín (la más básica) pero a medida que vayamos jugando iremos conociendo nuevas clases como mineros, ninjas o archimagos (entre otras tantas…) que nos resultarán útiles dependiendo de los objetivos de cada jugador. Porque esa es otra: no penséis que el juego se puede pasar en una tarde, necesitaremos ir mejorando las habilidades poco a poco, haciendo nuestro legado más fuerte y de esa manera adentrarnos poco a poco en las profundidades del castillo. Si bien este sistema de mejoras es muy original y te pica a conseguir la máxima cantidad de oro posible para de esa forma gastarlo en reforzar atributos, a veces los desarrolladores abusan del jugador con mejoras muy pesadas a llevar a cabo. Mientras que para desbloquear clases concretas nos costará invertir nuestro dinero una sola vez, hay otras cualidades que se repetirán hasta 75 veces como es aumentar la barra de salud del héroe, lo que genera repetición en sus mecánicas y que recorramos muchas veces el castillo única y exclusivamente para recolectar las monedas necesarias para pagar por esos atributos. Hay ocasiones en las que me parece una estrategia comercial de títulos para móviles donde todo se basa en la reiteración de tareas, pero con la ventaja de estar muy bien cuidado y aplicado en su justa medida.
El rey de los castillos mágicos
El castillo en sí es otro gran punto de Rogue Legacy. Como bien indica el mismo nombre del juego, estamos frente a un “Rogue-Like”, es decir, un tipo de juego donde cada partida es completamente diferente por elementos aleatorios en pantalla, muerte permanente del héroe que provocará que empecemos la siguiente partida desde el principio, y otras particularidades varias. En el título de Cellar Door Games tiene gran peso la aleatoriedad del castillo, con una fortaleza diferente cada vez que comenzamos una partida. Entre muerte y muerte, héroe tras héroe, el único elemento que se mantendrá intacto será la disposición de las zonas: en la parte inicial estará el Castillo de Hamson, si ascendemos encontraremos la Torre Maya, si descendemos visitaremos la Tierra de las Tinieblas, mientras que si mantenemos rumbo fijo hacia la derecha llegaremos al bosque de Abkhazia. Esto no acaba aquí, ya que aparte de la aleatoriedad de las fases de la que ya hemos comentado, el nivel de dificultad irá también aumentado a medida que vayamos subiendo el nivel de nuestro héroe. Si al principio en la primera zona encontramos zombies y algún que otro enemigo más, cuando estemos en nivel 24 estos zombies darán paso a enemigos más difíciles de matar, o mayor cantidad de trampas, pichos y “perrerías” para frenar el avance del héroe. Sin duda el elemento más original y el que provoca que cada partida sea única, que sea un reto constante y te empuje a mejorar sin lugar a memorizar pantallas. Todo un acierto.
Lo retro nunca muere
Es cierto que últimamente los títulos independientes están abusando de los gráficos “retro” estilo 16 bits, pero hay algo en Rogue Legacy que lo hace diferente. Seguramente sea el bonito recuerdo a otros juegos con castillos de por medio, como puede ser la saga Castlevania, o lo amigables que resultan héroes/enemigos con ese diseño de los años `90, pero de lo que no hay duda es que encajan perfectamente con la mecánica del juego. Supongo que también será más fácil realizar esa aleatoriedad de los juegos “rogue-like” con texturas en 2D, y se agradece que apenas haya tiempos de cargas, siendo la acción una constante en este título. Si bien cuando llevas unas cuantas horas los escenarios empiezan a ser reiterativos, muy a menudo toparemos con nuevas salas o retos que antes no podíamos cumplir. Además, para sumergirnos aun más en un juego con estética retro, estaremos acompañados en todo momento por unas pistas musicales acordes con los gráficos, es decir, melodías con toque clásico y bastante pegadizas. Cada zona tendrá su música propia, y aunque a la larga pueda parecer monótona, para nada lo es y acompaña perfectamente a la acción. No contiene voces, y los pocos textos que encontremos están en español.
[…] veces en la sencillez está la esencia de la epopeya. Rogue Legacy es capaz de traer la sensación de aventura y peligro ante la muerte permanente con su pixelart y […]