Los bebés más imaginativos de la casa vuelven con otra aventura donde controlaremos a los integrantes más importantes de la serie Rugrats

Aunque hay series que todos hemos visto y conocemos al dedillo, otras pasaron por nuestras vidas de una manera más indirecta pero dejando un buen poso. En mi caso, me acuerdo perfectamente de los Rugrats, donde unos intrépidos bebés se construían sus propias aventuras derrochando imaginación por los cuatro costados. Sin ser nada descabellado ni súper original, sí que tenía un dibujado muy particular con unos niños con gran personalidad que se te quedaba metido en el cerebro junto con el maravilloso opening que los acompañaba en cada capítulo. Cogiendo toda esa esencia, el estudio The MIX Games ha querido plasmar nuestras añoranzas y recuerdos en un videojuego. ¿Preparado para un viaje al pasado?

Insert coin

Las plataformas serán el pilar esencial que define a esta aventura en pañales. En esta ocasión, podremos pedirnos a los cuatro bebés principales de la serie: Tommy, Chuckie y los gemelos Phil y Lil. Uniendo fuerzas, tendrán que ir completando los diferentes niveles que componen la aventura hasta enfrentarse a Angelica, la hermana mayor de Tommy.

Rugrats – Adventures in Gameland, como su nombre indica, nos sumerge precisamente en un videojuego imaginado por nuestros simpáticos bebés. La parte trasera de nuestra televisión contendrá una puerta especial donde nosotros podremos acceder si juntamos las monedas necesarias. Para abrirnos paso a esta zona de misterio, habrá que completar otros niveles en busca de estas monedas. Esto implica que deberemos estar con los ojos abiertos buscando todos los secretos que esconde cada fase y no sólo saltar de lado en lado hasta el final de la misma. Es más, para acceder al enemigo final que nos aguarda en cada misión, habrá que buscar un destornillador que nos de acceso al combate conclusivo.

Vigila que tu pañal esté seco antes de saltar

Es indiscutible el parecido que tiene este título con Super Mario Bros 2 de la NES. De hecho, como ya lo expliqué en las primeras impresiones que realicé del juego, podremos alternar de un estilo de dibujado moderno a uno completamente extraído de la consola de 8 bits de Nintendo. Y no es que se trate de un remake y podamos alternar entre la versión clásica y moderna, eso no. El estudio ha tenido que supervisar dos direcciones artísticas diferentes para que todo funcionara a la perfección, y el trabajo no puede estar mejor conseguido.

Al igual que la segunda aventura del fontanero bigotudo, en Rugrats – Adventures in Gameland podremos coger a los enemigos y otros objetos del escenario para arrojarlos. Esto nos permitirá resolver varios puzles donde tendremos que amontonar cubos para hacer una escalera o activar interruptores. Hay reminiscencias incluso en los momentos de excavación de la arena, algo muy característico si has jugado al título de Nintendo mencionado en el párrafo anterior.

Biberón a tope de leche

Cada bebé protagonista tendrá unas características propias que los harán ligeramente distintos. Tommy es el más equilibrado, mientras que Chuckie podrá dar unos saltos enormes (vamos, un Luigi de manual…). Luego Phil será rápida extrayendo objetos del suelo, mientras que Lil podrá planear un poquito en el aire. Parecen cambios sutiles, pero en según qué momentos del juego se le podrá sacar partido a uno u otro bebé. Y más nos vale, porque el juego no está pensado exclusivamente para los peques de la casa.

Hay factores que se me escapan de las manos. Tenía en mente analizar Rugrats – Adventures in Gameland como un juego para niños. Entiendo que es el público al que va destinado, al igual que otros títulos como los Meteoheroes que pude analizar el año pasado. Pero hay zonas que evaden ese razonamiento y se hacen mucho más complejas.

Dificultad pseudo old-school

Una de las zonas que visitaremos se hace un poco bola por todas las cabezas que empezarán a pulular en el escenario. Los amigos que han jugado a Castlevania y han sufrido con las cabezas de Medusa en la Torre del Reloj sabrán de lo que hablo. Pues eso en una propuesta infantil, puede desesperar. Tampoco se han cuidado completamente las mecánicas de juego. Se hace especialmente duro saltar de una cuerda (o de una liana) a la otra. Hay veces que el juego no realiza bien la acción y acabaremos espachurrados en el suelo. Si morimos, nos pediremos otro de los bebés restantes para completar esa aventura, así que tenemos varias oportunidades de pasar zonas que se nos atragantes.

Otro de las factores que me ha gustado mucho es el juego cooperativo que posee la última aventura de los Rugrats. Se agradece muchísimo estar mano a mano con otro miembro del equipo luchando por conseguir monedas. Ya sea acompañado o como un bebé solitario, todo está impregnado de esa esencia noventera que nos introdujo la serie original. En general, contamos con una idea estupenda que sirve como doble homenaje tanto a los juegos de hace 30 años como a la propia serie infantil incluyendo a todos los personajes característicos.

Conclusión de Rugrats – Adventures in Gameland

The MIX Games ha sabido recoger toda la esencia que tienen estos conocidos bebés de Nickelodeon para brindarnos un buen juego de plataformas. A través de Tommy, Chuckie y los gemelos Phil y Lil viviremos una serie de desafíos reimaginando distintos lugares dentro de casa. Además, podremos disfrutar de todos los escenarios con un dibujado más moderno y otro que se asemeja al estilo visual que tenían los títulos de 8 bits. Un trabajo doble pero que le siente de maravilla al juego.

Y ojo, porque aunque Rugrats – Adventures in Gameland parezca un título para os más peques de la casa, hay factores que nos empujan a lo contrario. Algunos puzles pueden resultar complejos, hay saltos por lianas que nos pondrán en más de un aprieto, y hay momentos con ciertos enemigos que puede ser exasperante. Por suerte, si todo se nos hace muy cuesta arriba, siempre está la opción de disfrutar la aventura en cooperativo local. ¿Preparado para revivir una serie de tu infancia?

Rugrats - Adventures in Gameland

24.99€
7.5

Nota Final

7.5/10

Pros

  • Buen estilo visual, tanto el moderno como el clásico
  • Exploración divertida y amena
  • Cooperativo local

Cons

  • Puede ser difícil para los más peques de la casa
  • Escasa duración...se acaba en hora y media
  • Hay saltos en lianas y otras plataformas que no responden del todo bien

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