Ya se puede “disfrutar” la versión final de Slay The Princess. The Pristine Cut tiene más finales, más caras de la princesa y más opciones para mirar en tu interior.
-Te encuentras en un bosque y al final del camino hay una cabaña.
– Vale
-En el sótano de la cabaña hay una princesa encadenada y la tienes que matar.
-Espera ¿Qué?
-De ello depende que el mundo que conocemos termine o no.
-Un momento…
Una historia diferente.
Cuando nos enfrentamos a una premisa en videojuegos nos preguntamos más bien poco. Sobre todo la evolución de violencia que ha ido de la mano desde el principio del medio nos ha enseñado a preguntar “Vale, ¿qué tengo que matar? Ya sean unas naves alienígenas, un goomba o un demonio teletransportado a Marte. Pero cuando es una princesa… Ay! eso es un poco raro ¿No?. Slay The Princess plantea una primera conversación con el Narrador que ya te lo presenta no como un mero comentarista de los hechos. Quiere que matemos a la princesa porque si no el mundo acabará. Tiene tan clara su postura que te hace dudar. Claro, estamos hablando de cambiar el cuento, o por lo menos nuestro rol de Héroe.

Nosotros y el narrador: ya hay dos actores pero en este banco falta una tercera pata. Encadenada a la pared del sótano se encuentra la princesa. Ya con la disposición con lo que bajemos por las escaleras nos recibirá de una forma u otra. La princesa puede parecer frágil si no reconoce nuestras intenciones. Pero pronto vemos que nadie, ni narrador ni princesa tienen la razón o una información veraz que quieran compartir. Al final es un juego de negociación que termina matando o no a la princesa.

Buen árbol de historia.
Slay The Princes – The Pristine Cut es una novela visual, pero como el narrador tiene una parte tan activa rompe la cuarta pared. El protagonista al principio no está muy definido y parece que se dirige directamente al jugador. Más que un “elige tu propia aventura” se asemeja más a una partida de rol, donde le puedes charlar con el master sobre las posibilidades que tienes a la hora de afrontar la quest. Las ramificaciones en la historia son las suficientes para no repetir y de hecho el juego no te deja repetir historia en la misma run, aunque parezca que empieza igual nunca termina de la misma manera.

En este punto está claro que existe el elemento bucle, añadiendo a cada iteración elementos que descolocan al jugador en una historia ya oscura y enrevesada. También, a diferencia de visual novels, no hay final malo, sólo diferentes. Igual que no se termina de morir del todo, los finales son agridulces, pero no malos. La propia desarrolladora define Slay The Princess – The Pristine Cut como una comedia de Terror Eldritch (otra rama del horror cósmico) y bueno, hay ironía y terror cósmico sí, pero el humor no lo veo por ningún sitio. Esto es creepy, escalofriante en cuanto ambientación y curioso e irónico por las conversaciones que puedes tener.
Una interpretación brillante.
Black Tabby Games lo fundó un matrimonio: Abby Howard y Tony Howard-Arias. Abby es ilustradora y encargada del aspecto gráfico. Slay The Princess – The Pristine Cut se basa en viñetas dinámicas dibujadas en blanco y negro, como si fuera parte del boceto. Trazos etéreos a lápiz que transmite mucha fragilidad en una princesa de grandes ojos se mezclan con otras imágenes perturbadoras que mezclan los grises con el rojo sangre donde todo es más definido, tangible y aterrador. Esa mezcla junto con el manejo de la música y los silencios logran una atmósfera de inquietud que acompaña a la historia.

Mención aparte de las dos voces, una masculina y otra femenina que dan vida e intención a cada uno de los personajes que en la obra intervienen. El trabajo que se hace con el narrador y la princesa es muy fino. Se ponen los pelos de punta en mitad de una conversación cuando hay un claro punto de inflexión en la intencionalidad de una frase. Las voces están en inglés pero los textos se encuentran muy bien traducidos. Personalmente, creo que un doblaje estropearía el producto final tan trabajado. No porque por el doblaje en sí, sino que no tendrían a los directores de la obra aportando en sus interpretaciones.
Conclusiones.
Como Visual novel, Slay The Princess – The Pristine Cut, aporta un paso mayor en cuanto implicación del protagonista a la hora de toma de decisiones, siendo no sólo las ramificaciones de la historia muy variadas, si no que también el hecho de cuestionar al narrador conlleva muchas más posibilidades. En ocasiones parece una conversación que se podría tener con una inteligencia artificial, mucho más encorsetada. En este mes que se lleva el terror puede ser una opción bastante original para una experiencia de Hallowen, sabiendo que la muerte no es el final, y que el fin del mundo es algo bastante subjetivo cuando la vida de una princesa o la tuya está en juego.