Compulsion Games nos sorprende con una aventura de plataformas y acción que no revoluciona pero que nos deja un gran sabor de boca
Hace unos años, Microsoft y Xbox dieron un paso adelante en la industria de los videojuegos con la adquisición de varios estudios, con el objetivo de fortalecer el catálogo de Game Pass. Entre ellos se encontraba la adquisición de Compulsion Games, un estudio canadiense responsable de dos títulos como Contrast y We Happy Few. Ambos destacaban por su espectacular diseño artístico y sus propuestas originales, aunque no llegaron a convertirse en grandes éxitos. Ahora, en pleno 2025, Compulsion Games regresa con South of Midnight, una aventura de plataformas y acción con una estética única que, sin duda, representa su mejor trabajo hasta la fecha. Si quieres conocer todos los detalles de esta peculiar obra, Comunidad Xbox es el lugar idóneo.

Una historia más adulta de lo que parece…
South of Midnight nos transporta a Prospero, una región inspirada en el sur de Estados Unidos, caracterizada por sus pantanos, la presencia de caimanes y un ambiente rural. La protagonista, Hazel, es una joven que ha llevado una vida difícil. Su padre falleció cuando era niña, y su madre, trabajadora social, ha estado ausente gran parte del tiempo debido a su profesión. La historia comienza con una premisa sencilla. Tras el paso de un devastador huracán, Hazel debe encontrar a su madre, quien ha desaparecido sin dejar rastro. Sin embargo, pronto descubre que no es una chica común, sino una tejedora, alguien con la capacidad de reparar vínculos, sanar las heridas de los espíritus atormentados y enfrentar a las criaturas nacidas de su sufrimiento.
Aunque a primera vista podría parecer una historia de fantasía tradicional, South of Midnight esconde mucho más de lo que aparenta. Su narrativa aborda temas profundos y desgarradores, como la envidia entre hermanos, la pérdida de un hijo o el resentimiento de una hija hacia su padre. Todo ello se entrelaza magistralmente con elementos del folclore sureño, creando una historia mucho más rica y conmovedora de lo que uno podría esperar, sin dejar de lado la parte humorística. Especial mención al personaje de Siluro, un gigantesco pez que ayudará a nuestra protagonista en su aventura y que, sin duda, nos ha parecido uno de los personajes más memorables del título.

Simple jugablemente, pero muy divertido
South of Midnight es una aventura de plataformas y acción con una propuesta bastante conservadora. No reinventa el género, pero tampoco lo necesita, de hecho, su llegada al catálogo de Xbox se siente más que necesaria. Su estructura es lineal y está dividida en capítulos, donde Hazel deberá avanzar a través de distintos escenarios utilizando sus habilidades de tejedora, enfrentándose a enemigos y recolectando diversos coleccionables, que dan más detalles sobre el mundo del juego, o ayudan a mejorar las habilidades de nuestra protagonista.
Su jugabilidad recuerda a títulos como la nueva trilogía de Tomb Raider o los recientes Jedi: Fallen Order y Jedi: Survivor. A lo largo de la historia, Hazel irá desbloqueando nuevas habilidades, útiles tanto para la exploración como para el combate. Entre ellas se incluyen el doble salto, el característico dash y la posibilidad de correr por paredes. Si bien son mecánicas ya vistas en otros juegos, siguen siendo igual de divertidas y satisfactorias de ejecutar
Por otro lado, el diseño de niveles está muy bien logrado. Aunque los escenarios son mayormente lineales, siempre ofrecen rutas alternativas que conducen a secretos y coleccionables ocultos. Esto incentiva la exploración, ya que para acceder a estos elementos es necesario superar secciones de plataformas o pequeños puzles. Si bien estos desafíos resultan bastante sencillos, y quizás áreas más abiertas con un mayor número de secretos habrían enriquecido la experiencia, el diseño general sigue siendo muy sólido. Incluir desafíos opcionales más elaborados, al estilo de las tumbas opcionales de los recientes Tomb Raider, habría sido un gran acierto para el juego.

Combates descafeinados
Sin lugar a dudas, el punto más débil de South of Midnight es su combate. Estos enfrentamientos se desarrollan en arenas de combate, zonas algo más abiertas que debemos limpiar de enemigos para poder avanzar. El sistema sigue un esquema hack and slash, con un ritmo bastante frenético. Hazel dispone de un ataque normal, una esquiva y una serie de ataques especiales que infligen más daño. Sin embargo, el combate se siente algo simple y plano, por lo que una mayor variedad de movimientos habría beneficiado enormemente al juego. Otro aspecto que afecta la experiencia de combate es el peculiar movimiento stop motion de los enemigos, que en ocasiones dificulta anticipar sus ataques. Afortunadamente, esta opción puede desactivarse desde el menú, permitiendo una animación más fluida para quienes lo prefieran.
Otro aspecto que le juega en contra es la escasa variedad de enemigos, que resulta bastante limitada si excluimos a los jefes finales. Además, la dificultad es bastante baja: en las 15-20 horas que dura la aventura, solo morí un par de veces. Por ello, si buscas un verdadero desafío, recomiendo comenzar la partida en la dificultad más alta. El árbol de habilidades de Hazel también se siente algo limitado. Si exploras la mayoría de los escenarios y recolectas suficientes puntos de habilidad, es posible desbloquear todas las mejoras cuando aún falta bastante para completar la historia. Esto reduce la sensación de progresión y deja la segunda mitad del juego sin incentivos para seguir explorando los escenarios.
Mención especial merecen los jefes finales. Si bien su número puede parecer escaso para la duración de la aventura, cada combate es tremendamente divertido y está diseñado de forma sobresaliente. Sin lugar a dudas, enfrentarse a ellos es un verdadero placer, aunque en general su nivel de dificultad no supongo ningún reto.

Una gozada artística
South of Midnight es, en términos artísticos, sublime. Sus entornos y personajes presentan un diseño bellísimo, logrando una ambientación sureña realmente espectacular. El uso de animaciones estilo stop motion es otro de sus grandes aciertos, con cinemáticas que no tienen nada que envidiar a películas como Coraline o Mary and Max. La iluminación también merece una mención especial. El juego hace un uso excepcional de la luz y las sombras, creando estampas visuales impresionantes. Sin duda, South of Midnight es un título que invita a detenerse y contemplar el horizonte, apreciando cada detalle de sus paisajes.
En el apartado técnico, el juego funciona bien en general, al menos en su versión para Xbox Series X, aunque no está exento de pequeños inconvenientes. Ocasionalmente, se presentan congelaciones de imagen y ligeras ralentizaciones, además de cierto popping, con elementos que cargan demasiado cerca del jugador. También he notado algunos bugs gráficos con las sombras, que aparecen y desaparecen de forma repentina. Nada de esto arruina la experiencia, pero son detalles que ojalá se corrijan en futuras actualizaciones.

Una BSO que quita el hipo
El apartado sonoro de South of Midnight es, al igual que su dirección artística, simplemente espectacular. Su banda sonora es alucinante, con una selección de canciones country, típicas del sur de Estados Unidos, que acompañan de manera sobresaliente tanto los momentos de acción como los más emotivos. El doblaje también es digno de elogio, con interpretaciones excepcionales en todos los personajes. Desde Hazel, la protagonista, pasando por Siluro, que además actúa como narrador, hasta los distintos personajes secundarios, cada voz aporta carisma y profundidad a la historia. Cabe mencionar que las voces están en inglés, pero el juego cuenta con subtítulos en castellano. Como único inconveniente, los subtítulos desaparecen demasiado rápido, lo que puede hacer que se pierdan algunas líneas de diálogo en determinados momentos.

Conclusiones
La nueva obra de Compulsion Games es, sin duda, su mejor trabajo hasta la fecha y un tipo de juego que la familia Xbox necesitaba con urgencia. Una aventura de acción y plataformas sencilla, centrada en la historia pero sin descuidar el gameplay. De esas que, sin ser demasiado largas ni densas, dejan un gran sabor de boca al terminarlas.
Es cierto que no arriesga demasiado y que, salvo en su apartado audiovisual y narrativo, no destaca por encima de otras experiencias similares. Sin embargo, tampoco lo necesita. Es un juego directo, divertido y con una historia conmovedora. Quizás un mayor atrevimiento en lo jugable o la incorporación de mecánicas más innovadoras lo habrían hecho aún más redondo, pero aun así, se posiciona como una de las propuestas más destacadas del catálogo de Xbox este año.
En definitiva, hay vida más allá de los juegos de rol inmensos o de los juegos de disparos, y Compulsion Games ha sabido dar en el clavo.
