Analizamos la primera entrega de una saga que nos propone avanzar por una casa con los puzles más ingeniosos del genio de Florencia.
Aunque la primera obra de Blue Brain Games tiene ya casi un año y medio, no está de más hablar sobre un género que los últimos años ha dado de que hablar. El puzle siempre ha estado con nosotros pero obras como Loreley and The Laser Eyes (a ver para cuando en XBOX) y el recién estrenado Blue Prince lo traen a las primeras posiciones de los más valorados. Como su nombre indica, nos adentramos en la casa de una de la figuras más genuinas de la humanidad.
Las sombras Acechan.
Leonardo Da Vinci era un genio y sus mente extendía cheques que sus inventos y obras podían pagar con creces. Muchas de esas creaciones suponían la ilusión de poder que los dirigentes ansiaban. Como le pasa a su homólogo en Mundodisco Leonardo Da Quirm (leer Mundodisco es necesario), su ingenio ingenuo creaba máquinas que a ojos de quien las subvencionaba eran perfectas máquinas de matar, sin ser ella nada de eso. Esto lleva a los Leonardos a esconder sus inventos tras acertijos y maquinas misteriosas que sólo los más agudos en inteligencia pueden procesar.

Y en estas estamos como aprendices del maestro que nos escribe para que entremos en su casa y ocultemos su ultimo invento de las sombras que quieren apoderarse de él. Tendremos que ir desentramando todos los acertijos que nos lleven hasta el artilugio que guarda con tanto celo. The house of Da Vinci nos lleva por diferentes estancias abriéndonos paso por ingenios mecánicos de Leonardo mientras nos pisan los talones, pero tranquilos que da tiempo a comer.
Puzles sobre railes.
Lo primero que llama la atención en la ambientación 3D de la noche Fiorentina es la falta de libertad de movimiento. Podemos mover la cámara pero nuestros pies están estáticos. Podemos ver la escena libremente pero no movernos por ella. Esto puede darse por diferentes factores. De este modo si nos centramos en un puzle el movimiento de la cámara es mas fluido si no tenemos más distracciones como puede ser el desplazamiento. Pero teniendo en cuenta que el movimiento de vista con el mando de Xbox muchas veces es caótico, me inclino más por la segunda opción. Es un juego que también está en dispositivos móviles y si eliminamos el movimiento libre por el escenario es más fácil de manejar.

A base de point and click el moverse por el escenario puede resultar sencillo, pero muchas veces llegar a donde queremos nos cuesta varios intentos. Los ángulos de cámara muchas veces no son los adecuados y se pasa por alto detalles necesarios para la trama y dar vueltas buscando un interruptor minúsculo para una estancia con varios ambientes no es muy cómodo. Por suerte es un juego bastante lineal y no da mucho lugar a atascarse.
Escape Room.
Leonardo Da Vinci tenía una capacidad de crear artilugios muy complejos con intrincados mecanismos. Y su casa está llena de ellos. Nuestro objetivo es llegar a la última estancia desbloqueando las diferentes puertas y pasadizos. Casi siempre hay un puzle central que se nutre de diferentes cajas, mecanismos y problemas diseminados por el lugar. Todos al final confluyen en el puzle central y desafío definitivo de la zona.

Al ser The House Of Da Vinci un juego muy lineal, esto le resta dificultad. No hay backtraking, los objetos del inventario se utilizan en seguida. Las salas son estancas, no te llevas nada más a la siguiente. Si un juego de puzles no tiene varios frentes abiertos y sabemos dónde debemos estar y qué hacer, sólo es cuestión de tiempo que se solucione el puzle. Sólo se necesita tiempo, no cabezología (leed Mundodisco, por favor). En muchos casos, a falta de lógica se pueden deducir por ensayo error y aunque se líe mucho, un rompecabezas se puede solucionar. Un punto a favor es que muchos no se pueden reiniciar, y se quedan con el lío que has formado y hay que salir de él.
Todo muy real, si si.
Sin unos gráficos de última generación, las texturas y las físicas de los mecanismos están bastante conseguidos. Todos apropiados para las dimensiones de los objetos y la época que estamos viviendo. Se puede ver el intrincado sistema de poleas y los efectos mariposa que se suceden cuando solucionamos un problema. Todo se podría replicar en la realidad, no existe en los puzles nada fantasioso, exceptuando una mecánica principal.

The House of Da Vinci se toma la licencia de presentarnos los dos últimas creaciones de Leonardo: dos lentes. Con una podemos o bien ver elementos ocultos, como mecanismos detrás de las paredes o mesajes invisibles a la vista. Con la otra, aún más trambólica, huellas del pasado pudiendo ver una pequeña secuencia de acontecimientos. Aportando una capa más de posibilidades, fuera de los puzles reales, es en su ejecución donde falla. A nivel gráfico resulta confuso ver todo a través de la lente y a la vez mover los mecanismos. Oscurece la realidad y resalta demasiado los elementos vistos a través del cristal, resultando imposible verlo todo bien.
Conclusiones.
El tiempo ha dado la razón a The House Of Davinci. Tiene dos secuelas más (en Bundle con el primero en Xbox) y un spin off en marcha. Y es que este juego es agradable para pasárselo. No dura demasiado y no es muy complicado, la linealidad de sus puzles hace que fluya la historia dependiendo de nuestra capacidad para resolver los enigmas. Tal vez demasiado lineal con casi ningún puzle cruzado con otro que suponga un desafío o efecto Eureka que tanto se buscan en estos juegos. Es como ir a un escape Room muy bien ambientado.