Análisis de Turbo Overkill para Xbox Series X. Un boom shooter frenético y visceral que no te deja parar ni un minuto.

Admito que los FPS no son mi fuerte. Me cuesta mucho atinar a los objetivos y tardo mucho en reaccionar para apuntar. Si a esto último le añadimos que un servidor siempre ha sido jugador de consola y mando, pues ya está todo dicho. Por suerte, existen los boom shooters como DOOM, donde tu mejor amiga es una escopeta de doble cañón y apuntar es un mero constructo social. Dichos juegos, caracterizados por incluir una gran cantidad de armas exageradas, ser rápidos, salvajes y (algunos) bastante difíciles, han vuelto a resurgir.

Durante esta fiebre por las explosiones de sangre, acaba de llegar a consolas Turbo Overkill. Un título desarrollado por el estudio indie Trigger Happy Interactive y distribuido por Apogee Entertainment que nos devuelve al pasado del género base de estética retro, ultraviolencia desenfrenada y destrucción por todas partes.

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Take me down to the Paradise City

En la ciudad cyberpunk de Paradise, una siniestra inteligencia artificial llamada Syn (que curiosamente recuerda mucho a SHODAN) se ha hecho con el control, ha infectado los servidores informáticos de toda la megalópolis y ha transformado a sus habitantes en abominaciones mitad hombre mitad máquina.

Turbo Overkill análisis historia

Por suerte, Johnny Turbo será el encargado de ponerle las cosas en su sitio a Syn mediante el método del escopetazo en todo el hardware. Un protagonista prototípico de héroe rudo de los 90, nada hablador pero muy eficaz matando.

Realmente Turbo Overkill no tiene mucha más trama. Como es habitual en este tipo de juegos, la historia es un mero añadido para justificar la masacre que vas a crear con un armamento exagerado. No obstante, el título nos deja entre medias algunas grabaciones y diálogos de otros personajes con el protagonista que amplían algo más el lore.

Armado hasta las piernas

Pocos minutos después de empezar a jugar a Turbo Overkill, se me dibujó una sonrisa en la cara cuando nuestro amigo Johnny se mira la pierna y de ella sale nada más y nada menos que una motosierra. Sí amigos, el protagonista de este título tiene una prótesis que se transforma en sierra mecánica y corta que da gusto. Este momento ya es el prólogo de la locura armamentística que se nos va a venir encima.

Y es que en la obra de Trigger Happy Interactive tendremos a nuestra disposición un surtido arsenal, a cada cual más grande y bestia, para hacer papilla a quien se ponga por delante. Además, todas estas armas se pueden modificar para que tengan dos usos diferentes. De esta forma podremos convertir una recortada en un lanzagranadas con proyectiles rebotantes o una minigun en lanzallamas, entre otras delirantes posibilidades.

Turbo Overkill análisis armas

A nivel jugable, Turbo Overkill nos propone un diseño de niveles similar a otras propuestas del género. Su modo campaña se compondrá de varios capítulos en los que tendremos que localizar y desactivar o destruir uno de los nodos de Syn ocultos en la ciudad. Por supuesto, buscar los nódulos no será un paseo por el campo. Casi siempre estaremos rodeados de enemigos. La acción estará asegurada, pues estamos ante una obra cuyos puntos fuertes son la rapidez y el frenetismo. Johnny es capaz de desafiar la gravedad con sus saltos y dashes, lo que nos permite una maniobrabilidad endiablada del personaje.

Y es que, en este juego, pararse significa morir. Por eso, Turbo Overkill prioriza el recurso de las arenas de combate. Los escenarios están pensados para que no dejemos de saltar, deslizarnos y hacer wallruning mientras disparamos y esquivamos lluvias de proyectiles.

Chipeando, que es gerundio

La increíble y dinámica sensación de movimiento de Turbo Overkill se verá implementada por una serie de aumentos cibernéticos que Johnny podrá acoplarse a su cuerpo en ciertos puntos de control.

Al igual que en Cyberpunk 2077, podremos comprar e instalarnos estos chips en determinadas partes del cuerpo de nuestro protagonista para que sea todavía más imparable si cabe. ¿Os acordáis de la prótesis motosierra? Pues ahora, además de hacer daño dependiendo de la velocidad de deslizamiento de Johnny, podrá devolverle algo de vida cuando matemos enemigos con ella.

Turbo Overkill análisis chips

Conforme avancemos, todas las habilidades podrán mejorarse y recibir alegres compañeras, como un brazo biónico que lanzará micro misiles y que, aumentándolo, pasarán a ser bombas racimo. Además, esta devastación irá dedicada con una bonita peineta, porque en ningún momento el juego pierde la oportunidad de demostrar lo macarra que es.

Futurismo con sabor añejo

A nivel técnico, Turbo Overkill une la estética de los clásicos juegos en 3D de los 90 como Quake II (con esos polígonos cuadrados y texturas ligeramente pixeladas) y los efectos visuales modernos para crear un estilo artístico muy original.

La ambientación también es todo un acierto. Entre el cyberpunk plagado de neones y el estilo futurista decadente, Turbo Overkill nos presenta escenarios variados llenos de criaturas grotescas y perturbadoras. Enemigos que explotarán en mil pedacitos cuando estemos en pleno éxtasis de disparos, con efectos de sangre y gibs desparramados por todos lados.

Turbo Overkill análisis apartado visual

Respecto al rendimiento, este es excelente. En Xbox Series X (consola en la que lo he jugado para realizar este análisis) ha funcionado como un tiro, nunca mejor dicho. El movimiento se siente muy fluido y en ningún momento se han producido tirones ni caídas de FPS. A cambio, sí que es verdad que algunas zonas del juego estarán algo más vacías que otras.

Para acabar, a nivel sonoro nos encontraremos con una banda sonora de corte synthwave. Los efectos de disparos son contundentes, haciendo que el peso y potencia de las armas se sienta diferente dependiendo de cuál usemos.

También cabe destacar que el juego está en inglés con textos en español, aunque muchos diálogos no cuentan con subtítulos. Es cierto que la historia es lo de menos, pero justo los coloquios que no se han traducido son los que aportan información adicional a la historia, la cual puede resultar interesante.

En definitiva

Turbo Overkill es pura adrenalina chutada en vena. Es excesivo, frenético, visceral y, sobre todo, muy bestia. Un boom shooter que tiene de referentes a los grandes de la vieja escuela, pero que sabe implementar un sinfín de mecánicas modernas para sentirse como un título actual. Su pulida jugabilidad engancha desde el primer minuto, con un sistema de movimiento suave y dinámico. Además, la variedad de armas (a cada cual más destructiva) hará que estemos cambiando constantemente entre ellas para adaptarnos a las circunstancias. Es posible que la obra de Trigger Happy Interactive no tenga una historia demasiado elaborada, pero tampoco lo necesita. Turbo Overkill solo busca que te diviertas y te sientas como un T-800 desintegrando todo a tu paso, creando una masacre cyberpunk. Y esto último lo logra con creces.

Turbo Overkill

19,99 €
8.7

8.7/10

Pros

  • Controles muy fluidos y dinámicos
  • No deja de sorprenderte con nuevas mecanicas
  • Gran variedad de armas mejorables, a cada cual más bestia
  • Muy original a nivel artístico

Cons

  • El diseño de niveles a veces desorienta un poco
  • Hay zonas que se vuelven un tanto repetitivas
  • Los aumentos cibernéticos para Johnny no suponen un cambio demasiado notable en la jugabilidad
  • Muchos diálogos no tienen subtítulos

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