El frenesí de disparos con heavy metal sigue presente en Valfaris: Mecha Therion en una historia de venganza infinita
Dicen que la venganza se sirve en un plato frío. Para Therion es una venganza que viene con primer plato, segundo plato y postre. Y a ser posible, caliente. Y es que nuestro protagonista prosigue la estela de su padre Vroll con la única finalidad de pararle los pies. Valfaris: Mecha Therion vuelve a sorprender a aquellos que siguen la pista de la saga cambiando radicalmente sus mecánicas respecto a los dos juegos predecesores. ¿Le habrá sentado bien tanto cambio? Enseguida lo veremos…

Que empiece el espectáculo
Steel Mantis junto con Big Sugar vuelven a la carga para brindarnos una epopeya llena de acción al ritmo de música infernal. Un combo que funcionó muy bien en las anteriores entregas, y que repiten en esta tercera iteración, aunque sus mecánicas cambien radicalmente. En Slain: Back to Hell nos enfrentamos a un hack´n slash, en Valfaris pudimos disfrutar de un tremendo run´n gun, y ahora tenemos delante nuestra un shooter de naves con scroll horizontal. Y sorprendentemente, casa muy buen con la temática de la saga.
Nosotros seguiremos controlando a Therion, un hijo enfurecido que buscará la muerte de su propio padre, el villano Vroll. Después de los hechos acontecidos en Valfaris, no le quedará más remedio que enfundarse su traje de vuelo espacial y navegar entre planetas hasta cumplir su juramento. Por desgracia, los enemigos estarán ahí para pararnos los pies, pero tendremos munición de sobra para hacerles pedazos.

Cara a cara con el enemigo
Su sistema de combate se parece mucho a lo que pudimos encontrar en Valfaris. Nuestros disparos con las diferentes armas que iremos recogiendo consumen energía. Si se acaba la barra de energía, haremos mucho menos daño, así que será importantísimo recargarla siempre que podamos. Para ello, no nos quedará más remedio que usar nuestra espada para el combate cuerpo a cuerpo. Con este arma, podremos cercenar tanto a los propios rivales como a los proyectiles que nos lancen. Con esta premisa, el estudio consigue que el jugador no se limite a atacar desde la lejanía, sino que se arriesgue con sus armas de corto alcance y exista una simbiosis muy bonita entre espadas y pistolas.

El poder del gatillo
Por supuesto, contaremos con varias armas que iremos recogiendo por el camino. Empezaremos con un disparo básico pero muy efectivo, aunque luego podemos cambiarlo por una pistola eléctrica, un lanzallamas o incluso una escopeta. No hay ningún arma mala, y la elección depende más de los gustos personales que al poder de ataque que realicen. Casi lo mismo podríamos decir con las armas cuerpo a cuerpo, donde contaremos con la espada, pero podremos alternar con hachas y motosierras, cada una con sus pros y sus contras. Para rematar la jugada, contaremos con un ataque especial que consumirá más energía, pero que hará mucho daño a los enemigos que osen desafiarnos.

Caña para todo tipo de jugador
Hasta aquí todo bien, pero ya podemos empezar a poner ciertas pegas a Valfaris: Mecha Therion. Para empezar, la dificultad ha bajado drásticamente respecto a las entregas anteriores. No es un juego fácil, pero salvo las últimas pantallas, todo se completa (más o menos) del tirón. Además, no veo un factor estratégico como si veía en Valfaris. Da igual el arma que uses, que si las tienes con un buen nivel van a hacer bastante daño. De hecho, he completado el juego con el arma principal, sin tocar el arma secundaria y bueno.. cambié la espada por una de fuego más molona, pero no porque tuviera mejores atributos. Tranquilos, que si os gustan los desafíos aún queda espacio para una nueva partida + que os pondrá las cosas verdaderamente complicadas.
Pese a esa bajada en el desafío, sigue habiendo momentos espectaculares. Me gustan mucho los combates contra los jefes finales, con choques de espadas, música cañera y un baile de balas que se disfruta enormemente. No es un juego para nada injusto, y si morimos, es porque no hemos pillado el patrón de ataque del rival. Pero con paciencia y tesón, es un título que cualquiera puede completar. Además, contaremos con numerosos checkpoints donde reapareceremos, y suelen estar bastante cerca unos de otros.

Polígonos con esencia
Pese a que la pantalla tiene un movimiento continuado que no podremos controlar, eso no implica que Valfaris: Mecha Therion esté exento de secretos y recovecos por descubrir. Si rebuscamos bien, podremos encontrar nuevos complementos para nuestro héroe, así como partes de un mega arma que usaremos en los compases finales de la aventura o incluso sangre de Valfaris, imprescindible para mejorar nuestro equipamiento. La exploración no es su mayor virtud, pero está presente.
Visualmente estamos ante un pasito más respecto a la entrega anterior. Por describirlo de alguna manera, si en Valfaris estábamos ante un juego que emulaba lo visto en las consolas de 16 bits, ahora estamos ante los inicios poligonales que nos brindaron las máquinas de 32 bits. Un cambio que le sienta de maravilla, ya que aunque tenga ese aire “retro”, sigue siendo un título que se mueve increíblemente fluido. Además, esa acción en 2.5D permite al estudio aplicar giros de cámara y ver la acción que rodea a Valfaris: Mecha Therion desde otras perspectivas. Y bueno, si juntamos ese espectáculo de proyectiles con una música cañera, el espectáculo está servido. Es imposible no mover la cabeza al ritmo de heavy metal cuando consigues un nuevo arma. Haced la prueba y luego me decís…

Conclusión de Valfaris: Mecha Therion
Steel Mantis y Sugar Games prosiguen con una saga que cada vez gana más y más adeptos. En vez de cerrarse en banda y hacer una entrega continuista, se han arriesgado con un producto que difiere completamente de lo visto en anteriores iteraciones. Eso sí, pese a estar ante un shooter de naves, mantiene la esencia y ritmo que suele acompañar a Therion durante sus periplos. También es algo más asequible, para bien o para mal, dependiendo de la perspectiva de cada usuario. Si os gustan los títulos desafiantes, con una buena ración de balas y con heavy metal como acompañamiento, estáis tardando en enfundaros vuestra armadura espacial.
Valfaris: Mecha Therion
Pros
- Acción a raudales sin perder la esencia de la saga
- El heavy metal siempre es bien
- Los cambios de perspectiva siempre se agradecen
Cons
- Más fácil que las anteriores entregas
- Hay combates contra jefes que duran un suspiro, no se desarrolla ningún tipo de estrategia
- Y hablando de factor estratégico, puedes usar el mismo arma de principio a fin...