Todo lo que toca Ubisoft en el terreno arcade es sobrecogedor. Ahora llega el turno de Valiant Hearts: The Great War.
Es increíble como algo tan manido como puede ser el caso de la Primera Guerra Mundial siga sorprendiéndonos en el mundo de los videojuegos. Es el caso del arcade que tenemos a continuación, una apuesta sobre seguro ya que proviene de Ubisoft Montpellier, que con la ayuda del UbiArt Framework han conseguido transmitirnos unas sensaciones y un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados cuando nos ponemos delante de un juego con esta ambientación bélica.
Para empezar, tenemos que decir que la historia de Valiant Hearts: The Great War nos pondrá en la piel de cuatro protagonistas de esta cruel guerra. Sin llegar a destripar nada, tendremos como primer protagonistas jugable a Karl, un campesino el cual es reclutado obligatoriamente para luchar en el frente alemán. El segundo personaje será Emile, yerno de Karl, que meses después del reclutamiento del marido de su hija, también deberá luchar por su país, aunque en el frente francés. El tercer personaje será el estadounidense Freddy, cuyos motivos son diferentes y lo que tiene es sed de venganza contra las tropas nazis. El último personaje que hará acto de aparición será la enfermera Anna, encargada de curar a todos los heridos en el frente. Junto con este elenco de personajes, todos muy bien definidos y con su propia personalidad, objetivos y sentimientos, tendremos a un intrépido perro que será el nexo de unión entre estas cuatro historias, que se irán entrelazando a lo largo de todo el juego. Como cabría de esperar, es el hilo narrativo el que nos mantendrá pegados a la consola las 6 horas que nos puede durar el título.
La mecánica de Valiant Hearts, aunque parezca un shooter al uso como podrían ser la serie Metal Slug o Alien Hominid, dista mucho de ser así. En su lugar encontramos un juego donde la mayoría de las veces hará falta nuestro ingenio para completar las fases. Los puzles estarán presentes en casi todas los niveles, desde mover y activar mecanismos, hasta realizar favores a las diferentes personas que encontremos con el propósito de conseguir algo a cambio. El sigilo será parte muy importante de este arcade, ya que también habrá muchas fases donde deberemos introducirnos en las líneas enemigas o salir de un campo de prisioneros sin ser descubiertos. Tampoco faltarán escenarios donde debamos emplear un poco más de “violencia”, con el uso de tanques y blindados (aunque como he dicho, son en momentos muy puntuales de la aventura) Cabe destacar la influencia que Valiant Hearts ha tenido de otros títulos de Ubisoft, en este caso Rayman Legends, ya que contaremos con cuatro fases donde la música será la protagonista e irá acorde con el nivel en cuestión. En general, todo este entramado de mecánicas consigue hacer un juego ameno, entretenido y que no llega a aburrir en ningún momento.
Además, para alargar un poco más la vida del juego, en cada escenario tendremos una serie de objetos coleccionables que encontrar, con los que conoceremos un poco más detalles y aspectos de la Primera Guerra Mundial, junto con un diario de todos los personajes y una breve descripción histórica de los hechos acontecidos.
Cada personaje controlable tiene una habilidad bastante particular. Emile, el padre de Karl, contará con una pala para poder adentrarse en terreno embarrado y resolver algunos puzles. Freddy, el americano, contara con una cizalla para cortar el alambre de espino que encontremos a nuestro paso. Por otra parte, Anna realizará QTE con los que salvará vidas de soldados caídos en la batalla. El perro, aparte de tener un papel importante en Valiant Hearts, también tendrá su parte jugable, y es que será imprescindible hacer uso de sus habilidades para completar los niveles. Podremos mandarle a que excave cierto terreno, nos traiga un objeto en lugares inaccesibles o que entretenga a los guardias enemigos para pasar desapercibidos.
Aparte del aspecto narrativo, Valiant Hearts contiene un dibujado muy particular. Pese a una estética hecha a mano, como sucedía con Child of Light, el nuevo arcade creado con el UbiArt Framework no llega a la altura de ese RPG, consiguiendo un diseño sobresaliente, pero que podría haber dado más de sí. Son los escenarios los que brillan con luz propia, desde la campiña francesa, hasta las minas y fábricas por donde se mueven los soldados. Si algo tenemos que echar en cara en este aspecto, es la repetición de escenarios “bélicos” donde abundan las trincheras, barro, y explosiones, los cuales bajan un poco el listón frente a otros como el campo de refugiados o el hospital, con un toque fresco y único.
Para nosotros, uno de los aspectos más cuidado de todo el juego, y el empujón que necesita para conseguir emocionarnos, es el apartado musical. Todas las piezas musicales son magistrales, metiéndote en la piel de los personajes y sumergiéndote de lleno en la acción y en el contexto. Además, cabe destacar los cambios tan radicales que se experimentan en el juego: hay fases donde todo es alegría y la música es un grupo de música alegre, creando una “fanfarria” muy amena y la siguiente misión todo es desolación y tristeza, con piezas musicales tocadas con piano, con un nivel que recordarán a obras de Choppin o a la película “El pianista”, con personalidad propia y carisma inigualable.
Aunque en cada misión los personajes hablarán muy poco (solamente monosílabos, en inglés, francés o alemán, dependiendo de su procedencia) será la voz del narrador entre misión y misión la que también nos consiga emocionarnos y valorar con mucho respeto este apartado. Una voz perfectamente doblada al español y que encaja perfectamente con el juego. En líneas generales, Valiant Hearts cuenta con un apartado sonoro que nada tiene que envidiar a los grandes del género.
Conclusión
Valiant Hearts se presenta como una apuesta única, bonita y auténtica en el terreno arcade. En las 6 horas que nos puede durar el título, disfrutaremos de una historia de alegría y tristeza de cuatro personajes que tienen que librar una guerra que no quieren, con la ayuda de un perro, que aumenta más el peso emocional del título. Pese a que el perro en un principio parecía protagonista absoluto de Valiant Hearts, al final queda relegado a un segundo plano, pese a que esto no afecta a la bella historia que se nos cuenta. Eso sí esperad crudeza en cada fase que visitéis, ya que el juego nos invita a vivir toda la parte oscura y triste de la Primera Guerra Mundial.
La crudeza de la guerra, con su ambientación, los datos que podremos consultar, y acompañado de la música que hace gala, será el acompañamiento perfecto a un juego que si peca de algo, es de una rejugabilidad prácticamente nula, pero que hará las delicias de quien quiera disfutar de algo diferente.
Gráficos: 9.0
Jugabilidad: 8.5
Sonido: 9.5
Duración: 7.5
Nota Final: 9.0
Solo 2 correcciones a tu analisis, el juego esta ambientado en la Primera Guerra Mundial tambien nombrada La Gran Guerra.
Karl no es el hijo de Emile sino su yerno y fueron separados porque Karl es Aleman y Emile fue reclutado por el ejercito Frances.
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