Análisis de DOOM 64 para Xbox One, el retorno de otro clásico del gore demoníaco

Aquí estamos, por segunda vez esta semana, para hablar de DOOM. No obstante, esta vez toca recuperar otro clásico de la saga, pues 22 años después de su estreno original he podido analizar DOOM 64 en su nueva versión para Xbox One. Llega la retro violencia a Xbox One, una vez más.

Esta semana me marco doblete de DOOM, pues desde Bethesda tuvieron a bien enviarnos ambos códigos. Si bien sendos juegos forman parte de la misma saga y parten de mecánicas jugables similares, hay muchas diferencias, obvias, por el paso del tiempo. Sin embargo, en este texto os quiero hablar de DOOM 64, por lo que no entraré en comparativas directas con sus secuelas, como DOOM Eternal.

DOOM 64 es, ante todo, un shooter de la vieja escuela. Uno de esos títulos de descargar adrenalina vaciando cargadores mientras las vísceras llenan la pantalla. Porque si, porque el gore hace acto de presencia aunque sea de una forma más primitiva. Cada demonio tiene sus propias animaciones y, por supuesto, su sprite correspondiente al morir.

Una vez más, los enemigos pueblan las pantallas y acechan en cada esquina para ver si nos descabezan. Sin descontar el hecho de que cada nivel es un poco más laberíntico y retorcido que el anterior, y que los demonios se vuelven más violentos cada vez que recorremos de vuelta un pasillo con la siguiente llave en mano.

Como buen DOOM retro las llaves azules, amarillas y rojas hacen acto de presencia. Explorar cada nivel conlleva orientarse sin mapas ni brújulas para hallar las llaves y saber a donde volver con ellas a posterior. No me malinterpretéis, no estamos ante un metroidvania, es algo más sencillo, aunque divertido, donde bailamos por el escenario buscando la salida.

Cada cierto tiempo también podemos toparnos con jefes más duros, violentos y entretenidos. Como en todo juego siempre es interesante hacer frente a un enemigo más duro. Más como es un juego de corte retro, o retro directamente, la mecánica se basa en usar el escenario como escudo, en la medida de lo posible, mientras inflamos a balas a una esponja demoníaca.

Gracias a la dificultad ajustable podemos optar por un desafío más acorde a nuestras necesidades. Para una partida ligera donde aprender o desconectar, el modo más básico resulta placentero, para los que busquen el reto avanzado y el speedrun experto pueden subir la intensidad a placer.

De intensidad estamos hablando siempre ante DOOM 64, pues como comentaba los pasillos están llenos de enemigos y trampas. Y todo eso no se supera con esperanzas y sueños, no… para eso es necesario un buen arsenal y muchas balas. DOOM 64 ofrece el elenco de toda la vida, desde una pistola hasta cañones portátiles tenemos todo tipo de escopetas, fusiles e incluso gutling guns a nuestra disposición. Que dispare la primera bala el que esté libre de pecado (creo que esta frase pega bastante bien en el contexto del juego).

A nivel visual estamos ante un juego que dispone de un buen lavado de cara. Siempre he pensado que un juego clásico lo recordamos como la impresión que nos daba en ese momento más que como era realmente. Esto es algo normal, dado que la evolución tecnológico crea nuevas expectativas, sin embargo un lavado de cara sencillo puede conseguir que veamos estos remaster como pensábamos que eran y disfrutemos de nuevo su experiencia.

Las texturas se ven lisas pero nítidas mientras que los enemigos y sus animaciones tienen ese punto clásico con un buen remozado visual. Lo interesante es como el efecto sprite de los enemigos se mantiene. Es decir, si damos vueltas alrededor de un enemigo podemos ver como nos sigue de frente siempre, aunque a la práctica es porque es un modelo plano sin 3D auténtico. Es ese punto con encanto de los juegos de esa época.

La banda sonora es funcional y crea un buen clímax, pero sin excesos. A la práctica son sonidos ambientales que generan mal rollo o suspense según la situación. Aunque es de agradecer que cada mapa ofrezca su propio hilo musical o al menos una variación competente. Los sonidos de los enemigos se mantienen en su línea de le época, lo cual es nostálgico y muy disfrutable.

En definitiva, DOOM 64 es un remaster curioso a muy buen precio. Un juego bastante disfrutable dentro de sus mecánicas sencillas pero efectivas. Como contraparte es un tanto repetitivo en cuanto a recorrer niveles, porque al final corres y disparas como un poseso mientras buscas llaves y activas botones. El punto en común de todos los DOOM es la diversión frenética donde vaciar la munición sin tener que cambiar de cargador.

DOOM 64

7

Nota

7.0/10

Pros

  • Buen lavado de cara
  • Retro diversión
  • Sencillo pero efectivo
  • Precio

Cons

  • No puede competir con DOOM modernos
  • Resulta repetitivo

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