“…Todo inicio tiene un final, llevo años luchando por una paz que por momentos parece más lejana. Pero siempre hay esperanza, habremos perdido la Tierra, habremos perdido nuestro hogar, pero lucharemos por recuperarlo y lucharemos por nuestra libertad y por la paz que tanto hemos estado buscando…”

La primera entrega de Mass Effect tardaba en arrancar lo suyo, no de forma exagerada, pero si era dificil hacerse con todo lo que planteaba en un primer momento el título. Si bien las primeras horas eran un poco espesas dada la magnitud de razas, mundos y demás parafernalia que Bioware había creado; una vez nuestro periplo en la primera visita a la Ciudadela terminaba , el resto era coser y cantar dejando al jugador a merced de sus elecciones. Mass Effect 2 consiguió algo que pocas veces se ha visto en el mundo de los videojuegos, los primeros 20 minutos más apoteósicos que un título puede recibir. Tensión, drama y todo perfectamente hilado y con sentido respecto a su antecesor, definiendo de forma clara el prólogo que será el devenir de las horas posteriores.

La mejor definición de Mass Effect 3 de cara a su argumento es la de una montaña rusa, hay curvas que simplemente están ahí, subidas que agradeces y bajadas que deseas no volver a repetir. Todo queda mejor planteado, no hay espacios muertos donde conforme pasan las horas de juego sepas diferenciar entre “fase de reclutamiento” e “historia principal”. El juego es un todo; al mismo tiempo que tenemos misiones principales realizaremos misiones sobre las diferentes razas para la épica batalla que se avecina, a la par que podemos completar misiones secundarias de menor renombre.

Es innegable que uno de los detalles que ha hecho grande a Mass Effect ha sido el sistema conversacional, copiado por otros títulos; muchas alternativas a los diálogos para saber más de los personajes y ante todo el poder elegir varias opciones (buena, neutral y mala). Inclusive este apartado y que sin duda es uno de los pesos de la franquicia, se ha visto reducido no solo en el número de posibilidades de afrontar una conversación, sino en que las elecciones radican en buenas o malas, ya no habrá neutral; y lo que es peor aun, elijamos lo que ejijamos, siendo muy buenos o muy malos, el final sigue siendo el mismo y las variantes son nulas. Una completa lastima pues era de los detalles que más ha caracterizado siempre a Mass Effect.

Enlazándolo con las misiones secundarias y lo que hemos visto en los anteriores juegos de la saga, el mapa del
conjunto de sistemas y que podría dar lugar a la exploración con el Mako en Mass Effect 1 y la recogida de minerales en el 2, ha quedado condensado en un único apartado. Nuestra principal función aquí será la de acumular el mayor número de flotas, tropas y toda fuerza bélica para la batalla final.

La forma de hacerlo será tan simple que durante la pantalla en la que veamos el mapa de la galaxía y nos desplacemos a una zona concreta de él, nuestra pequeña Normandy emitirá señales, estas nos indicarán de la existencia de algo interesante en el planeta cercano donde tan solo con un botón podremos enviar la sonda y automáticamente recoger lo encontrado, que puede ir desde un libro que necesitaba un personaje en la Ciudadela, créditos o incluso materiales necesarios para la confrontación final. Al mismo tiempo que envíamos la señal una barra situada abajo a la izquierda nos alertará de la presencia de Segadores, si esta llega al máximo los enemigos nos empezarán a perseguir por el mapa hasta que abandonemos la zona.

Es una forma burda de librarse de uno de los problemas que ha ido acumulando la franquicia desde sus inicios y que más se ha criticado. Las fases del Mako eran tediosas debido a lo vacio de sus planetas pero era cuanto menos gratificante poder explorarlos a nuestro antojo  encontrando artefactos proteanos o minas que explorar.

El segundo título dio paso a la recogida de suministros mediante el envío de sondas a los planetas consiguiendo con ello que pudieramos gestionar diferentes conceptos como nuevas armas o mejoras para la nave, algo crucial de cara a la fase final del juego si queríamos mantener con vida a todo el pelotón. Bioware en lugar de afrontar el reto y dar al jugador esa posible exploración unida a la gestión de recursos, ha preferido lavarse las manos y simplificarlo de tal manera que en uno solo tendremos que descubrir (por llamarlo de alguna manera) los planetas a la par que completaremos las misiones secundarias, una faceta que sin duda quita realismo y emoción.

La jugabilidad pasa por el control del personaje y lo que hay alrededor suyo. Todos y cada uno de los escenarios de Mass Effect 3, a la vez que la forma en la que están concebidos, tanto por enemigos como por objetivos, recuerdan y muy mucho a Gears Of War, salvando las distancias claro. Pero es frustante ver como algo tan bien conseguido, como es el dinamismo que ha logrado el combate, donde no solo nos movemos por él de forma vertical, sino también ganando en anchura, ha desembocado en oleadas y oleadas de enemigos.

Dichos enemigos ahora son más inteligentes: buscan coberturas que los situen mejor según el arma que lleven, aunque no dudarán en afrontar un combate cuerpo a cuerpo si la ocasión lo requiere; lanzarán granadas de humo, formarán barreras que no podremos flanquear, etcétera. Todo ello enfocado de cara a conseguir unos combates cargados de adrenalina, acción y rapidez. El control se ha visto mejorado tanto por la agilidad a la hora de cambiar de arma, como con la sencillez a la hora de parapetarnos de cobertura en cobertura, o rodar por el suelo para evitar granadas. El subir escaleras o saltar se convertirá en algo anécdotico, ya que solo en ciertos momentos de la acción mientras avanzamos por el escenario se precisará de ello.

Si algo no gustó a los fans de la saga en la segunda entrega, era esa jugabilidad tan enfocada a la acción en la que acabó de convertirse dicha entrega. Sin embargo Bioware parece no haber aprendido la lección y nada más empezar el juego te ofrecen 3 posibilidades: Jugar de forma narrativa, centrándonos en la historia y eliminando la dificultad de los combates; juego de rol, que según sus creadores es la experiencia clásica de Mass Effect; y acción, cuya palabra creo no hace falta definir.

El problema llega con lo que Bioware “entiende” por juego de rol, pues aunque puedes controlar las decisiones a tomar, e ir creando tu propio destino, la jugabilidad… el movernos… el disparar… las coberturas y en definitiva la gran cantidad de situaciones jugables nuevas, son elementos completamente enfocados a la acción.Incluso los menús de asignación de puntos han vuelto a cambiar siendo aun más sencillos que en la anterior entrega.

En definitiva Mass Effect 3 presenta su apartado jugable y sale aprobado, al igual que el de la trama que va encaminado al usario que llega de nuevas a la saga, con un control sencillo donde el elemento rol ha sido reducido hasta lo mínimo para, por lo menos, seguir considerándolo como tal, para aquellos que no se les da tan bien o son noveles en el tema.

Hablando un poco de su apartado gráfico, decir por ejemplo que el primer Mass Effect nos dejó a todos con un gran sabor de boca, dado el buen hacer de Bioware de cara a la representación de los personajes y las diferentes razas que pueblan el universo, creado por el estudio con la única pega de que algunos niveles estaban demasiado vacios. Su segunda entrega dejó aun más claro que el título de rol puede convivir perfectamente con un gran apartado técnico y este Mass Effect 3 vuelve a incidir en ello.

A pesar de que los escenarios se hayan visto reducidos en tamaño, no quita para que el juego luzca a un nivel increíble, detalles como las metalizadas armaduras quedan aún mejor diseñadas que en capítulos anteriores; los paisajes ganan en colorido y variedad demostrando que el Unreal Engine está a la altura. Efectos de partículas como el humo, el polvo o las explosiones también han sido mejorados consiguiendo con ello que el caos y tensión que generan los combates ganen en espectacularidad.

Algo malo que se puede citar sin ningún pudor son las animaciones; algo toscas y robotizadas para lo que había prometido Bioware. El estudio aseguró que tendríamos movimientos por un lado para el Shepard masculino y por otro para la FemShep, pero una vez puestos en el juego todos son iguales, en especial la forma de correr de nuestro protagonista, sin duda el peor parado de todo esto, pasando por alto lo incomprensible de que los compañeros que llevemos estén flotando a un palmo del suelo.

Otra de las pegas es que podemos notar alguna pequeña ralentización en escenas cinemáticas o cuando la acción se resiente de tanta explosión, pero es algo que siempre ha ido ligado (por desgracia) al motor Unreal y que no empaña el global del apartado jugable, que como he citado sale con aprobado del examen.

En general su carisma ha empeorado un poco en algunas escenas en las que podemos ver, como en vez de mirarnos a nosotros, miran hacia una esquina y se comportan como si hablaran mirando a las musarañas, algo que para una conversación puede confundir bastante. Tendremos que estar atento a cualquier detalle.

En toda su obra ha conseguido crear un mundo que te absorbe, que quieres que nunca termine y tal vez sea ese punto el que ha hecho que los usuarios se levanten en pie de guerra contra el estudio, no queremos que dejen de contarnos historias, pero si queremos que escuchen a los que jugamos estas sagas para poder influir y tener un juego soñado por todos, ya que pequeños fallos como estos se podrían arreglar fácilmente.

Llegamos al apartado sonoro y aunque me gustaría decir que el Mass Effect 3 está doblado al castellano,lamentablemente no es así….aunque ninguno de los dos títulos anteriores lo llegaron a estar nunca. Esto no empaña ésta gran obra, que podemos disfrutar con un correcto subtitulado en castellano. El doblaje sigue estando en perfectísimo inglés y gracias a los avances de  Bioware a nivel técnico, han conseguido una sincronización verbal muy realista y en algunos momentos realmente emotiva.

En cuanto a banda sonora,lo normal… temas muy centrados en música electrónica y futurista, aunque existe algún que otro tema en el que se puede escuchar algo que no esté creado digitalmente. El responsable de la banda sonora es ni más ni menos que Clint Mansell, compositor galardonado de películas como El Cisne Negro. Pero no está solo, pues le acompañan Cris Velasco (God of War), Sascha Dikiciyan (Tron: Evolution) y Christopher Lennertz (Mass Effect 2 ) y Sam Hulick (Mass Effect).

Juntos han compuesto la totalidad de los 24 temas, que podéis conseguir desde antes de la salida del juego y de regalo con la edición coleccionista de Mass Effect 3. En definitiva no tengo nada en contra de un apartado impoluto, aunque éste se vea afectado por el mal carisma de algunos personajes en momentos determinados de la aventura;en los anteriores juegos la acción casaba perfectamente con la banda sonora propia de un juego de este género, aquí Clint Mansell opta por captar nuestra emotividad no consiguiéndolo siempre… su tema Leaving Earth, ligado al momento con el que suena, consigue ponerte el corazón en un puño, pero se puede mejorar.

Con esto no quiero decir que la banda sonora no esté a la altura, ni mucho menos, mirándolo desde un punto de vista un poco más critico puedes ver que es más fácil prometer que cumplir…aunque al final el examen se apruebe con muy buena nota, las expectativas que se han cosechado años atrás con los otros dos títulos han dejado el listón muy alto y esta vez Bioware ha cumplido en este apartado.

Respecto al modo multijugador, se basa en la creación de un personaje que subirá de nivel al igual que en el modo historia, con la diferencia de que aquí ganaremos habilidades nuevas, armas y armaduras y todo tipo de objetos que nos servirán para jugar contra otros jugadores en partidas de hasta un máximo de 4 jugadores, cifra que parece algo escasa teniendo en cuenta que se trata de un multijugador y no de un modo cooperativo.

La duración de esta nueva entrega la puedo cifrar entre 25 y 30 horas, dependiendo de la dificultad y del modo en el que hayamos elegido jugarlo; yo lo he jugado en modo acción y en dificultad locura y puedo decir que realmente como se disfruta del juego es jugándolo en toda su esencia, pero aún así satisface lo que buscas, si lo que quieres es pegar tiros, ya que Mass Effect 3 puede llegar a convertirse en un auténtico RPG haciéndonos olvidar su lado más deseado, el rol.

Conclusión

Bioware se ha centrado en crear una experiencia cinematográfica y más centrada en la historia que en lo que realmente es el juego en Mass Effect 3. Es verdad que el apartado gráfico ha mejorado en algunos aspectos, pero en otros sigue teniendo carencias muy importantes; rol e historia deben de ir acompañados de una jugabilidad acorde, de lo contrario este título más que de rol con toques de acción, puede calificarse de un juego de acción con toques de rol.Aún asi Bioware aprueba con una matrícula, ya que esta saga y sobre todo el conjunto de esta nueva entrega merecen esta nota, aún sabiendo que se puede mejorar con muy poco y rozar la perfección.Es un indispensable junto a toda su obra en la galeria de cualquier jugón, ya sea amante de la acción RPG o del rol.

NOTA  9.5

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